A cinco años del devastador paso del huracán María y tres de los terremotos, sobre 800 iglesias y entidades religiosas finalmente recibirán unos $498 millones para reparar sus templos y edificaciones.

El dinero que les fue asignado, según comunicó esta semana la Agencia federal para el Manejo de Emergencia (FEMA), será para reparar los daños o cubrir los costos ya incurridos en la reconstrucción realizada en los “centros de adoración”.

Las iglesias o lugares religiosos podían solicitar fondos de FEMA como entidades sin fines de lucro. En este reglón fueron cientos los colegios religiosos y laicos, acueductos y organizaciones comunitarias, hospitales, clubes y otras entidades que reclamaron daños.

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Según se informó en un comunicado emitido por FEMA, las iglesias que sometieron su reclamación fueron sobre 800. La mayor parte de la reclamación se les entregará a los católicos, quienes le fue asignado un total de $275 millones.

El líder de una de las comunidades religiosas que recibirá fondos, Víctor Manuel Ramos, resaltó que esta asignación les ayudará a destinar sus recursos a la comunidad y no a realizar reparaciones en sus centros.

Específicamente, el pastor de la iglesia Discípulos de Cristo localizada en el sector Los Llanos, barrio Ortiz, en Toa Alta, comentó que, en vez de fijarse en las reparaciones, ahora “los recursos se utilizan para ayudar a la comunidad, como torneos de baloncesto para niños y un club social para ancianos”.

Esta iglesia recibió una obligación de sobre $55,000 para reparar los acondicionadores de aire, el techo, el techo acústico y para sustituir focos, verjas y lámparas. De estos fondos, cerca de $3,000 se destinaron a medidas de mitigación para evitar daños en futuros desastres, como el sistema de anclaje de los acondicionadores de aire.

Además, permitirá a las iglesias a prepararse para futuros desastres naturales. Es que, según contó la pastora Dalma Pérez, de la Iglesia Cristina Discípulos de Cristo Río Lajas, en Toa Alta, las personas acudieron a los centros de adoración, tras el paso de María y los terremotos, para buscar comida, artículos de primera necesidad y hasta asistencia para recoger escombros y acomodar techos de zinc que no aguantaron el viento.

“Entre la gran cantidad de vegetación caída y la necesidad de suministros, las iglesias son un faro para animar a las personas a seguir adelante”, dijo.

El coordinador federal de Recuperación por Desastre, José Baquero, explicó que esta obligación de fondos permitirá que estas entidades continúen con su labor de ayuda social.

“Es importante reconocer la gran cantidad de instalaciones que se reconstruirán y conservarán mediante estos fondos, algunas de las cuales tienen una amplia historia cultural que se remonta a cientos de años. Estas obligaciones ayudarán a garantizar que los residentes puedan seguir visitando sus lugares de culto y que estén en condiciones seguras para sus congregaciones”, manifestó.

Mientras, el director de la Oficina Central de Recuperación, Reconstrucción y Resiliencia (COR3, por sus siglas en inglés), Manuel A. Laboy Rivera, expresó que “las instalaciones de base de fe son importantes para el desarrollo social, pues ofrecen diversos servicios de apoyo comunitario. La reconstrucción de estos espacios dará resiliencia a la infraestructura, lo que permitirá la continuidad de los servicios. Nuestro equipo de trabajo continuará asistiéndoles en los trámites necesarios para continuar encaminando estos proyectos”.

Otras instalaciones con base de fe que recibieron obligaciones para reparar paredes en sus edificios, ventanas y puertas, oficinas administrativas, cocinas y otros componentes, son el Movimiento de Iglesias Unión Cristiana Misionera, ubicado en el barrio Sabana Hoyos de Vega Alta, que recibió fondos por cerca de $91,200, así como la Iglesia Metodista de Puerto Rico que obtuvo una obligación de $96,000 para dos de sus iglesias ubicadas en San Juan y Caguas.

Hasta la fecha, FEMA ha destinado más de $29,000 millones en fondos del programa de Asistencia Pública a unos 10,500 proyectos que contribuirán a la reconstrucción.