Favorecen medida que impone sentencias más severas a conductores ebrios
Padre de hermanas que murieron en choque provocado por un borracho ofrece contundente testimonio ante la Cámara.

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Josean García y su familia viven en estos momentos “navegando en un océano turbulento” mientras encaran la realidad de que sus hijas Esther Raquel García Vázquez y Eunice Raquel García Vázquez, víctimas fatales ambas de un choque provocado por un conductor ebrio, “no van a volver” y su nieta de 3 años, hija de Esther, “no sabe que es huérfana”, aunque “extraña” y pregunta por su mamá, “pero mami no está, y mami no va a llegar”.
Así describió sus sentimientos el padre de familia, mientras ofrecía un conmovedor testimonio como parte de una vista pública del Proyecto de la Cámara 321, medida que, a raíz de discutidas decisiones judiciales en casos de conductores ebrios que han causado daños severos y muerte a otras personas, busca enmendar y renumerar artículos de la Ley 259 de 1946, o Ley de Sentencia Suspendida y Libertad a Prueba. La pieza busca imponer sentencia de reclusión en todo caso de delito grave y menos grave, cuando una persona resulte convicta como consecuencia de causar grave daño corporal o la muerte a otra persona guiando en estado de embriaguez, según dispone la Ley 22 de 2000, o Ley de Vehículos y Tránsito de Puerto Rico.
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“La parte más difícil es la aceptación, y uno no sabe cuánto tiempo le va a tomar. A mí me ha tomado varios meses, pero cada día, es un día diferente. Los estados de ánimo cambian, los recuerdos, la necesidad de hablar con ellas, porque yo hablaba con mis hijas todos los días… y el compartir todas estas emociones, pues, que sabemos que ya no están, ha sido sumamente difícil”, indicó García, agregando que su otra hija, la menor de las tres, está profundamente afectada, al igual que su madre, la abuela de la hermanas fallecidas, que le confesó que llora al pasar frente al Colegio en Mayagüez, donde recogía a Eunice en ocasiones cuando salía de clases.
“Los aviones, cuando pasan por encima de mi casa ahí en Carolina, yo siempre decía Eunice está en una de ellas montada. Siempre estaba bien emocionado con eso”, agregó, en alusión a la joven que se había convertido en piloto.
“Es un proceso difícil, que, si no está Dios en el asunto, es un proceso que no se puede sobrepasar. Y he recibido muchos mensajes, cientos de mensajes (de personas) que han perdido sus hijos, que hoy están muertos con sus hijos. Están vivos, pero están muertos con sus hijos”, afirmó con voz entrecortada. “Y es sumamente lamentable que estos jueces de hoy, que ven este tipo de casos, no tomen en consideración esa pérdida de esa familia. Y yo le oro a Dios que no le suceda a ellos, porque solamente los que estamos aquí sabemos lo que se siente, y no se puede explicar”.
García se expresó en respaldo a la medida, radicada por el representante Fernando Sanabria Colón, que en su exposición de motivos hace alusión al caso de las hermanas García Vázquez, cuyo responsable aun no ha tenido su día en corte, y al de Justin Rafael Santos, hermano del artista Arcángel, quien murió luego que el vehículo en el que viajaba fuera impactado por otro que manejaba una conductora bajo efectos de alcohol y que, tras un extenso proceso judicial, se le ordenó cumplir una sentencia suspendida en su hogar. Dicha sentencia, que abarcó no solo los cargos por la muerte de Santos, sino también por las lesiones graves que ocasionó a otro joven que también iba en el vehículo que impactó, está ahora bajo un proceso de apelación.
“Si no hay consecuencias, no va a haber resultados. La gente tiene que entender que para todo error hay una consecuencia… aquí estamos cansados de ver los anuncios por años, ‘Si guías borracho vas preso’, ‘Pasa la llave’, ‘Llévate al amigo conductor pa que la pases’, ‘No guíes en estado de embriaguez’. O sea, ya no hay escusas para que haya una discreción. Todas estas personas que han causado este tipo de accidentes, ellos han visto los anuncios, ellos han visto las consecuencias de guiar en estado de embriaguez, porque ellos no están ajenos a los accidentes que ha habido”, expresó el padre.
“¿Por qué voy a enviar a la casa a una persona, o por qué voy a tomar en consideración y convertirme en un terapeuta con una persona que tiene más que evidencia sustancial de que guiar borracho es un delito y que puede causar la muerte de un inocente? ¿Por qué hay que considerarlo?”, cuestionó.
“Cometiste el error, tomaste la decisión errada, sabiendo el daño que podía provocar… y lo vemos aquí en el caso de mis hijas… entonces, tiene que enfrentar las consecuencias de lo que causó. A él no lo pueden mandar pa la casa pa que vea televisión y siga viéndome a mí sufriendo por la muerte de mis hijas que más nunca van a volver. Porque ellos tienen un tiempo de cárcel, y van a salir, pero los hijos de los que hemos perdido, no nos los van a devolver. Van a seguir estando enterrados. Y vamos a seguir viviendo con la esperanza de que algún día los vamos a volver a ver, pero no en esta vida. Ellos por lo menos salen, y se van con su familia. O sea, tiene que haber consecuencias”, agregó.
“Tenemos que ser más específicos”
Tras escuchar su emotiva ponencia, José “Che” Pérez Cordero, presidente de la Comisión de lo Jurídico de la Cámara, alabó su postura y le expresó que “está honrando la memoria de sus hijas, con el perdón, con el llamado a la justicia”, y le aseguró que velarían “por el balance en la justicia”.
Pérez dijo favorecer la medida, a la vez que ofrecía sugerencias para que la misma redundara en justicia y no fuera a incurrir en excesos. Además, pedía fomentar programas de educación y tratamiento para infractores reincidentes, el representante.
Sin embargo, el representante afirmó que “ya en este caso, obviamente, la discreción… tenemos que ser más que específicos, y es lo que pretende este proyecto, de que se aclare ese lenguaje con tal de que no haya el espacio, para que las personas cumplan con su responsabilidad”.
Además de García, en la vista también depusieron representantes del Departamento de Justicia, el Departamento de Seguridad Pública y el Negociado de la Policía de Puerto Rico. Sin embargo, Justicia limitó sus expresiones a comentarios generales sobre las disposiciones legales, explicando que no podían comentar sobre la medida por el caso que se encuentra en apelación. El DSP y la Policía dijeron favorecer la medida, pero igualmente limitaron sus comentarios para no incidir sobre el caso en los tribunales.
El capitán Elvis Zeno Santiago, director del negociado de Patrullas de Carreteras, tras expresar su solidaridad hacia García y las familias que han sido víctimas de desgracias provocadas por conductores ebrios, repasó que, a pesar de todas las campañas y esfuerzos para que las personas no conduzcan en estado de embriaguez, repasó que “en el 2023 arrestamos 5,546 conductores que transitaban por las carreteras del país bajo los efectos de bebidas alcohólicas; en el 2024 arrestamos 5,343 conductores que lo hacían bajo efectos de bebidas alcohólicas; y apenas llevamos tres meses del 2025 y ya tenemos 1,366 conductores bajo los efectos de bebidas alcohólicas”.
Con respecto a la medida, Zeno sostuvo estar “totalmente de acuerdo en todo lo que sea para ser un disuasivo” contra los conductores que “negligentemente” deciden guiar borrachos. Respaldó que se enmienden los artículos de la ley en cuestión para establecer con total claridad que, cuando se habla de reclusión, “debe tener un apellido, reclusión en institución penal, o cárcel, para evitar que haya una discreción”.
Más allá de la medida el capitán aprovechó para recordar que la ley le provee un espacio de hasta cuatro horas a un conductor para notificar un accidente, y tal cantidad de tiempo en ocasiones es demasiado para poder salvar la vida de personas que puedan haber quedado heridas en ese accidente, por lo que se reiteró en que “entendemos que hay que enmendar ese artículo”.
Durante la vista, la representante Lisie Burgos Muñiz recordó que los artículos a enmendarse con esta medida, además de establecer sanciones por conducir bajo efectos de alcohol, también abarcan conducir bajo efectos de otras sustancias como drogas y medicamentos, y solicitó a las agencias que proveyeran las estadísticas que estuvieran disponibles en cuanto a arrestos por conducir bajo efectos de marihuana u otras sustancias.