El exalcalde de Canóvanas José “Chemo” Soto Rivera falleció a sus 78 años tras estar un tiempo hospitalizado, informó este lunes su hija, la alcaldesa Lornna Soto Villanueva.

“Nuestro amado padre descansa en paz. Dios me dio la oportunidad de estar con él hasta el último momento y junto a su amada Crucita que no lo dejó solo ni un solo momento. Próximamente, informaremos sobre los detalles de las exequias de nuestro amado padre y diseñador y responsable de numerosos proyectos para nuestro gran municipio y su gente humilde”, expresó la alcaldesa en un comunicado de prensa emitido esta madrugada.

Relacionadas

Soto Villanueva manifestó su agradecimiento al personal del Centro Cardiovascular de Puerto Rico y del Caribe, quienes atendieron la salud de su padre.

Soto Rivera nació en Loíza el 17 de diciembre de 1943, hijo de don Ramón Soto Segarra y doña Rosa Rivera Carrión, un matrimonio que procreó 11 hijos. “Chemo” fue un apodo que le otorgaron sus progenitores.

El exalcalde procreó nueve hijos: Juan Ramón, José Ramón, Lornna Johanny, Alejandro José III, Jesicca, Christian, Cristal, Joe Kenneth y Genesis.

Estudió sus primeros grados en la escuela elemental del barrio Cambalache, luego sus grados intermedios en la escuela Eugenio María De Hostos y los cursos superiores en la escuela Andrés Flores López del barrio Canóvanas Pueblo. A sus 18 años ingresó a la Policía de Puerto Rico y luego ingresó al Ejército de los Estados Unidos.

Al regresar del Ejército, se integró nuevamente a la fuerza policial y continuó estudios universitarios en el Puerto Rico Junior College, donde obtuvo un grado en Criminología. Luego, obtuvo un grado asociado en Economía y Educación Física de la Universidad Interamericana. En el año 1978, comenzó a laborar como investigador privado para varias instituciones bancarias, como First Federal Savings Bank, Banco de Ponce y Best Finance.

Fue elegido por primera vez como alcalde de la “Ciudad de los Indios” en el 1992 bajo el Partido Nuevo Progresista. Después, fue elegido cinco veces consecutivas en el 1996, 2000, 2004, 2008 y 2012.

En mayo del 2014 presentó su renuncia como alcalde y su hija Lornna Soto Villanueva juramentó como alcaldesa en julio de ese año.

Tras su retiro, el exfuncionario intentó ocupar un escaño por acumulación en el Senado de Puerto Rico, puesto que no logró en las elecciones generales del 2016. Posteriormente, en el 2019 buscó obtener el mismo cargo luego de que quedaran vacantes los de Margarita Nolasco, quien fue nombrada para dirigir la Administración de Compensaciones por Accidentes de Automóviles, así como el de Zoé Laboy, quien pasó a ser secretaria de la Gobernación.

“Yo llegué séptimo (en las elecciones para senador por acumulación) y estoy interesado si acaso me dan la oportunidad para trabajar duro”, afirmó en ese entonces. “Yo voy a trabajar con el sector más vulnerable que es el más que necesita”.

En entrevista con Primera Hora en noviembre del 2014, el exalcalde dijo que viajó con el ejército a la guerra en el 1965, aunque no recordaba muy bien la fecha y el año. Lo que sí tenía fresco en su memoria eran los 13 meses que estuvo en el escenario bélico, donde aseguró que llegó a ocupar el puesto de sargento.

“Yo soy uno de los chamaquitos que aparezco en el ataque de My Lai (una escandalosa operación militar en la que se acusó al Ejército de Estados Unidos de la muerte de cientos de civiles vietnamitas)”, dijo Chemo al relatar el evento. “Ellos (soldados vietnamitas) habían castra’o a 12 soldados de nosotros… les cortaron los ‘güebos’. Entonces, yo le dije a un teniente que se llamaba Connery que le iba a meter fuego a las chozas. Yo tenía siete lanzallamas y con eso cogió fuego toda la aldea... mientras iban saliendo (tra, ta, ta, ta, ta, ta -imitando el sonido de la explosión-) los iba liquidando”, narró con cierto orgullo al aseverar que en ese episodio murieron decenas de soldados enemigos.

Un político pintoresco

En el plano personal, entre sus entretenimientos favoritos figuraban el dominó y las peleas de gallos, y además era coleccionista de sombreros y zapatos. También le encantaba la ropa de diseñador y hecha a la medida.

El alcalde de Canóvanas nos presenta su colección de sombreros que cuida celosamente.

Chemo también acostumbraba a realizar ejercicios. Gracias a su condición física, durante mucho tiempo intentó cazar al temible chupacabras.

“Yo camino una hora diaria todas las mañanas, tomó mucha vitamina C y B-12, y uso los productos Transfer Factor Plus... Además, no como porquerías. Yo me cocino yo mismo pollo, pescao o bacalao y los mezclo con ensalada verde, viandas o plátano. Por eso, tengo esta condición: mido 6′2” y peso 197 libras”, dijo en junio del 2012 antes de ir a Vieques para buscar a la legendaria criatura, que nunca encontró.

Quebrantos de salud

En marzo del 2005 el pintoresco político fue operado del corazón y en el 2010 le colocaron un marcapasos. Años después, en noviembre del 2018, fue sometido a una operación para reemplazar su rodilla izquierda por un aparato de metal. Dijo que la rodilla llevaba años causándole molestias “terribles”.

“Se me estaba metiendo líquido en esa rodilla y me lo sacaban mensualmente a través de una jeringuilla... cada vez que iba me sacaban entre 33 y 40 cc de líquido. Era un dolor terrible y cuando el médico no aparecía tenía ese dolor en la rodilla que no lo soportaba. Así que decidí someterme a la operación”, relató en aquel momento.

Tras la cirugía, Chemo fue llevado a un centro de rehabilitación, donde según dijo, comenzó la “agonía” de este proceso, pues la recuperación fue dolorosa y lenta.

“Chacho, aquello era terrible. Estuve de 15 a 20 días y no resistí más. Dije: ‘no me voy a someter a este régimen y me voy’. Me advirtieron que no lo hiciera, que todo era por mi bien. Pero no pude… para decirte más, estuve allí 13 días sin ir al baño y eso fue mortal. Ya no hallaba qué hacer. Ni comía por tal de no meterle comida a la barriga”, indicó.

En septiembre del 2021 permaneció días hospitalizado debido a problemas cardíacos en el Centro Cardiovascular de Puerto Rico.

“Como él cuida mucho su comida y demás, y tiene sus gustos, nos han permitido llevarle su melón y sus frutas y sus cosas y las mantiene ahí. En esa parte él se cuida bastante. La realidad es que tiene unas atenciones de primera, al igual que todos los pacientes allí y tenemos mucha fe puesta en Dios porque papi, en muchos momentos de su vida ha estado… llevamos 17 años bregando con esta situación”, contó su hija Lornna el 21 de septiembre de 2021.