Epidemióloga del Estado explica que aumentan a siete los brotes carcelarios
Al momento, suman 508 los casos de COVID registrados en menos de dos semanas en diversas instituciones correccionales de Puerto Rico.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 3 años.
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El equipo epidemiológico del Departamento de Salud maneja siete brotes abiertos de COVID-19 en diversas cárceles de la isla, un episodio en el que hasta el jueves sumaban 508 casos de contagios -incluyendo el de ocho empleados correccionales-, al tiempo que se pusieron en cuarentena a 48 contactos cercanos a los infectados. Afortunadamente, no se han presentado complicaciones ni fallecimientos, un factor que se le atribuye a que el 98% de la población de confinados está vacunada.
Así lo explicó a Primera Hora la Principal Oficial de Epidemiología de Salud, Melissa Marzán, al destacar que “es bien probable” que la cantidad de confinados infectados aumente por los próximos 14 días.
“Al momento, tenemos siete brotes abiertos con 508 casos identificados: 500 de confinados y 8 empleados. Pero es importante aclarar que es bien probable que se sigan identificando casos positivos hasta por los próximos 14 días, porque esto es parte del proceso de contención hasta que logremos cerrar esos brotes. Estamos haciendo constantemente pruebas a la población y activando el protocolo de aislamiento”, sostuvo.
Según datos del Departamento de Corrección y Rehabilitación (DCR), la situación más crítica se percibe en el Centro de Detención del Oeste (Mayagüez) donde hay 201 reclusos y dos guardias correccionales contagiados, lo que refleja 116 casos más que los reportados para el 7 de noviembre cuando la secretaria del DCR, Ana Escobar, reveló que una serie de brotes afectaban a tres instituciones donde se tuvo que decretar un “lockdown”. Posteriormente, el cierre se extendió a todas las prisiones y los brotes se reflejaron en otras instituciones.
Otro lugar en el que aumentaron los casos exponencialmente fue en el Campamento Zarzal (Río Grande) donde hace casi dos semanas había 36 presos con el virus, una cifra que se elevó a 127 confinados contagiados. En este centro no se han detectado casos entre empleados.
Mientras, en el Campamento Sabana Hoyos (Arecibo) donde se han detectado 74 casos positivos entre reos y cuatro entre empleados. Sin embargo, la agencia aclaró que se han recuperado 40 pacientes. Asimismo, se reportan 34 positivos entre confinados de Ponce Principal; 26 en Guayama 1000, incluyendo un empleado; y dos en el Centro Médico Correccional. De igual forma, se específica que hay un empleado de Bayamón 501 que arrojó positivo en pruebas diagnósticas.
“El panorama hubiera sido otro si no estuvieran vacunados”
La epidemióloga del Estado hizo énfasis en que el panorama con los siete brotes activos en las cárceles hubiera sido crítico, a no ser porque el 98% de la población de reos y empleados de la agencia están vacunados contra el COVID-19. Actualmente, hay 7,233 reclusos y 5,791 empleados en el DCR.
Sin embargo, Marzán reconoció que los contagios surgen, precisamente, en un periodo en el que han transcurrido más de seis meses desde que los prisioneros fueron inoculados y que se debe comenzar a aplicar la dosis de refuerzo entre la comunidad carcelaria.
Hay quienes preguntan, correctamente, cómo es que hubo contagios en las cárceles si la población penal está vacunada. ¿Acaso la vacuna no funciona? Al contrario. Lecciones importantísimas para el país, y futuro pandemia, acá 1/ https://t.co/QbaB37gbYY
— Daniel Colón Ramos (@dacolon) November 17, 2021
“Ciertamente, este grupo había terminado el proceso de vacunación hace más de seis meses y aquí se suman otros factores de riesgo como lo es vivir en confinamiento, lo que promueve la transmisión. Pero sí, el refuerzo en estos grupos es importante y es algo que se activará tan pronto terminen el aislamiento y la cuarentena. Ahora es complicado iniciar ese proceso de refuerzo porque hay que esperar que los brotes cierren”, precisó al hacer hincapié en que los casos deben ir menguando en dos semanas.
“Pero lo importante aquí es ver que el panorama hubiera sido otro si no estuvieran vacunados. Sí, se dieron los contagios, pero dentro de la situación, cuando miramos los indicadores de severidad y defunciones, nos damos cuenta del beneficio de que la mayoría esté vacunado. Al momento, solo tenemos una persona hospitalizada y eso es parte de las bondades de la inoculación. Esto en el contexto de hace un año hubiera sido totalmente distinto”, acotó.
Durante la pandemia han fallecido tres empleados y tres confinados por complicaciones relacionadas al COVID-19.
El presidente de la Coalición Científica de Puerto Rico, Daniel Colón Ramos coincidió con las declaraciones de la doctora Marzán, pero enfatizó en la importancia de que el proceso de la vacunación de refuerzo se agilice en las poblaciones correccionales.
“En las prisiones hay aglomeración y, por seguridad, entiendo no se usa mascarilla. Estos datos recalcan el que las vacunas son necesarias, pero en contextos de aglomeración sin mascarilla y sin refuerzos, no suficientes para parar contagios, aunque protegen hospitalización/muerte”, escribió en su cuenta de Twitter el profesor de neurociencia de la Universidad de Yale y co-fundador de Ciencia Puerto Rico.
Ante estas observaciones, la portavoz de prensa del DCR, Yvonne Guadalupe, explicó a Primera Hora que el pasado martes comenzó a administrarse la dosis de refuerzo en la institución Sargento Pedro Rodríguez Mateo de Ponce. Allí recibieron el refuerzo unos 266 confinados de Ponce Máxima y 122 de Ponce Mínima.
“Hay un plan de trabajo establecido para completar esta fase de tercera dosis (refuerzo) para el 2 de diciembre, sujeto a las recomendaciones epidemiológicas”, puntualizó Guadalupe.
“Además, el 52% de los empleados de la agencia ya tienen el refuerzo”, agregó.
Buscan descartar sublinaje
De otra parte, el gerente de investigación del Fideicomiso de Salud Pública de Puerto Rico, Marcos López Casillas, resaltó la importancia de que se establezca una vigilancia genómica entre las muestras de contagiados en las cárceles. Al mismo tiempo, subrayó que hay que analizar los hallazgos de las investigaciones de casos que hace el equipo de rastreo epidemiológico.
“Hay que descartar que no haya un sublinaje de la Delta, los que han sido bastante inoportunos... en ese sentido, junto a Salud estamos recogiendo muestras para hacerles secuenciación y saber qué características pudiera tener este repunte. No esperamos nada diferente a la Delta, pero ya estamos viendo algunos sublinajes. Eso debe evaluarse junto a lo que se recoja en la investigación de casos y de ahí establecer qué fue lo que quizá pasó, respecto a estos brotes, y mejorar protocolos o tomar medidas remediativas para proteger a la población”, sostuvo.
El científico explicó que actualmente se han identificado 152 sublinajes de la variante Delta. De estas, 25 han sido detectadas en Puerto Rico. Agraciadamente, el sublinaje AY.4.2 de la Delta -identificada por primera vez en Inglaterra durante el mes de julio- no ha llegado a Puerto Rico.
“Este sublinaje es más transmisible y está compitiendo con la Detal original. Ahora mismo el 15% de las muestras de Inglaterra son de este sublinaje... por eso tenemos que estar vigilantes”, explicó.