El alcalde de Fajardo, Aníbal Meléndez Rivera, levantó preocupación sobre su salud al utilizar una silla de ruedas en sus apariciones recientes, y muy en específico en la convención del Partido Nuevo Progresista en Fajardo.

¿La razón? Sufrió una fractura en la parte superior de su pie derecho y no lo sabía.

“La lesión fue en el pie derecho, pero hace como siete años me lastimé el tendón de Aquiles del pie izquierdo y fui operado. En estos días di un mal paso en un escalón y el dolor fue tan fuerte que la pierna no resistía mi peso. No me caí, ni me di un golpe, pero decidí ir al médico y me pusieron un yeso para evitar que afirmara el pie. En las placas encontraron que el tendón de Aquiles del pie derecho se había lacerado un poco, pero los médicos insistieron en hacerme un MRI y se reflejó una fractura del hueso encima del pie”, explicó Meléndez Rivera.

Dentro de todo el proceso, al alcalde lo más que le sorprende de la fractura es que no hubo una caída o golpe que pudiera ocasionarla, por lo que entiende que su época como atleta le está pasando factura a sus 69 años de edad.

“Lo que me sorprende es que si me hubiese caído o me hubiese dado un golpe, pero solo perdí el balance en un paso. Entiendo que estoy padeciendo los efectos de que en mi juventud practicaba varios deportes, como pista y campo, jugué béisbol a nivel universitario y también jugué Clase A y Doble A, y recuerdo que me lastimaba mucho los pies. Pero me recuperaba y seguía jugando”, reflexionó el ejecutivo municipal.

A finales de este mes, Meléndez espera ser evaluado para saber cuánto tiempo tomará su recuperación, la que ya le adelantaron pudiera extenderse por los próximos tres meses. 

“Me pusieron este yeso y para finales del mes me van a chequear y hay posibilidad de que tenga que estar tres meses con el yeso para que sane bien. No tengo dolor, pero la incomodidad no es fácil con tanto ajetreo”, indicó el alcalde. 

No obstante, dijo que manejará ese periodo de recuperación prologando a la par con su agenda de trabajo como si nada hubiese pasado.

“Tengo las muletas, el andador y la silla de ruedas. En la oficina uso el andador porque es más pequeño y cómodo. En la calle salgo con las muletas, a menos que haya que caminar mucho, entonces uso la silla de ruedas. Pero, me seguirán viendo con el yeso. A mí no me para nada. Hasta Manatí he ido a los juegos de Doble A. He mantenido el mismo ritmo de trabajo a un paso un poco más lento.  Pero no he dejado las cosas, no he bajado la guardia, ni la voy a bajar”, aseguró.