Las Piedras. Independientemente de qué barrio o comunidad provienen, los pedreños están de acuerdo que este asunto los afecta a todos: las carreteras en todo el municipio están en un estado sumamente precario.

Esta fue la única queja de una empleada de la tienda Almacenes Topituka, quien compartió esta inquietud con Primera Hora bajo anonimato, señalando que, en su barrio, Pueblito del Río, la situación es grave.

“Las carreteras…(están) muy malas”, dijo.

“Paso por ahí todos los días (y están) muy malas. Hay que estar esquivando y esquivando. Está bien malo (y) casi nunca (se arreglan)”, agregó.

Su compueblana, Rosemarie Pérez, también coincidió con esta observación, señalando que es un problema que aqueja a todo el municipio, aunque especificó que se agrava en el barrio Boquerón.

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“En realidad, hay diferentes barrios que lo necesitan. Así que, diría en todo el municipio. Hay muchas carreteras que les falta o le tiran como un poquito de bollito de brea y ya. Parchitos y mal hechos, porque tampoco es que lo hacen bien; que los carros lo aplastan”, comentó.

Una empleada de la Farmacia del Pueblo, quien es residente del barrio, igualmente señaló que el mal estado de las carreteras en su comunidad es un problema de largos años.

“Ya está en tierra (la carretera del barrio Boquerón)”, aseguró. “(Los trabajos de asfalto lo dejan) a mitad. Es la misma historia”, lamentó.

A este reclamo también se sumaron dos residentes del casco urbano, de 30 y 79 años y quienes no se quisieron identificar, señalando los boquetes de la zona urbana del pueblo.

Además de las carreteras, Pérez también mencionó que el servicio del agua potable es inestable. Esto no se limita a una comunidad en específico, sino que se sufre en todo el municipio y es una problemática recurrente, aseguró.

“En muchos barrios a veces están sin agua varios días”, afirmó.

Cabe mencionar que, de los 35,180 residentes de Las Piedras- acorde a los datos provistos por el Buró del Censo de los Estados Unidos recopilados en el 2020-, el pueblo es el hogar de 9,514 personas mayores de 60 años.

Es precisamente a esa población que se le debería proveer transportación pública, señaló la joven de 30 años. Su queja se debe a que la gran mayoría de estas personas mayores de edad no cuentan con un vehículo o una persona que las pueda transportar a sus citas médicas o a llevar a cabo sus diligencias.

“Aquí lo que viven son personas mayores. (Se necesita) transportación para las personas mayores, que a veces no tienen hijos. Que haya guaguas públicas para ellos. No hay transporte público para ellos y a veces necesitan irse para las citas y eso y no tienen esa ayuda”, mencionó la fémina.

Por su parte, la septuagenaria que conversó con este medio sostuvo que a la administración municipal le falta ser más responsables en la recolección de desperdicios sólidos y escombros en la zona urbana.

“La basura que no la recogen”, mencionó.