En el olvido el reciclaje en Puerto Rico
Denuncian no hay metas ni un plan definido para mejorar la situación, mientras los vertederos se llenan principalmente de materiales reciclables.
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“Estamos a un paso del precipicio”.
Esta fue la descripción que utilizó el exdirector de la Agencia federal de Protección Ambiental (EPA, en inglés), el ecólogo e ingeniero Carl Soderberg, al describir las condiciones en las que se encuentra el reciclaje en la Isla.
La situación es tal que no existen cifras actualizadas sobre la tasa de reciclaje en la Isla desde el 2018. Sólo 14 municipios tienen planes de reciclajes.
Por décadas, no ha existido un plan concertado que desde el Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA) se dirija a los pueblos a encaminar esfuerzos de recuperación; cada vez son menos las empresas que transforman estos materiales reciclables en materia reutilizable, la gente está perdida sobre lo que puede o no reciclar y la lista de artículos de uso diario en las residencias en las que verdaderamente se recicla ha disminuido a cuatro.
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En general, expertos del tema entrevistados por Primera Hora apuntaron a que la caída del reciclaje en la Isla se dio con la eliminación de la Autoridad de Desperdicios Sólidos para fusionarlo con el DRNA.
Aunque, la historia apunta a que los esfuerzos nunca fueron suficientes para alcanzar la meta que se fijó con la Ley 70 para la Reducción y el Reciclaje de los Desperdicios Sólidos en Puerto Rico del 1992 para reciclar el 35% de los desperdicios sólidos que se producían.
La fecha de cumplimiento inicial se fijó para el 1995, luego se cambió para el 2000 y luego al 2006. Desde esta última fecha, la medida no se enmendó para fijar ninguna otra meta y la cifra nunca ha sido alcanzada.
Para el 2018, la cifra oficial que manejaba el DRNA sobre reciclaje apuntaba a una tasa de desvío de 14.5% y una tasa de reciclaje de 10.9%. El más reciente estudio de Caracterización de Desperdicios Sólidos del DRNA, realizado en el 2023 y publicado en enero de 2024 no actualiza estas cifras.
Stephanie Anderson Morales, representante de la Asociación de Reciclaje de Puerto Rico, mencionó que el estudio Closed Loop Partners 2020 ubicó la tasa de reciclaje en un 7%. Sin embargo, las cifras no son ciertas.
Francisco Aquino, de la organización Generación Circular, comentó que hay ocasiones en que el DRNA alega que se ha alcanzado hasta un 12% de reciclaje y organizaciones que alegan que no se llega ni a un 5%.
“Esa es la realidad. No hay número y eso es algo que nos debería indignar a todos”, sostuvo. Otra situación que muestra la urgencia de que la Isla recicle se debe a los problemas que presentan los vertederos.
Soderberg hizo constar que, de 23 vertederos para depositar los desperdicios sólidos que se generan, sólo unos 10 operan bajo el cumplimiento de leyes federales y estatales, y otros 10 tiene órdenes de cierre. Los restantes tres están en incumplimiento y amenazados a que también se le establezcan fechas de cierre.
Destacó, además, que en Puerto Rico no hay espacios disponibles para crear nuevos sistemas de relleno sanitarios. “Hay una ley que se aprobó en el 1992 y se empezó a posponer la fecha de lograr hasta un 35% de reciclaje y no hay ni fecha (de cumplimiento en la actualidad). Lo que te quiero decir es que habiendo una ley puertorriqueña que exige y ni con eso se cumplió. Hay que tener voluntad”, resumió el experto.
Este cuadro de la situación actual del reciclaje fue revelado ante la reciente expresión realizada por la gobernadora Jenniffer González de que, bajo su administración, se establecería como una prioridad la política del reciclaje, que incluiría “una campaña mediática para orientar a la ciudadanía sobre la importancia del reciclaje, no solamente como control de desperdicios sólidos, sino también como política de futuro para una Isla que no tiene vertederos suficientes para manejar estos residuos”.
Dijo que los esfuerzos no sólo se llevarán desde el DRNA, sino desde el Departamento de Educación.
Primera Hora solicitó entrevistar a la persona experta en asuntos de los desperdicios sólidos y reciclaje del DRNA, Antonio Ríos. Sin embargo, la agencia no concedió la entrevista para lograr verificar si se tiene información actualizada sobre la condición del reciclaje en la Isla.
En tanto, el exdirectivo de la EPA demarcó la grave condición en la que se encuentra la Isla en la actualidad.
Dijo que el tema no se ha convertido en una controversia, porque “como recogen la basura una vez en semana o cada dos semanas, creemos que no hay problema”.
Llenos de material reciclable
Lo que reveló el reciente estudio de caracterización del DRNA es que los sistemas de relleno sanitario se están llenando, principalmente, de materiales que pueden ser reciclables.
El estudio apunta a que, para el 2023, se generaba un promedio de 55,064 toneladas de desperdicios por semana, lo que equivale a unas 4.9 libras diarias por persona.
Establece, además, una presencia “significativa” de materiales reciclables entre esa basura, particularmente, plásticos, papel, metales y material compostable.
Según una gráfica del estudio, la gran parte de la basura la compone materiales orgánicos, con un 30%. Le sigue el papel con un 20.2%; el plástico con un 17.3%; otros materiales, como textiles, pañales y productos sanitarios con un 16.8%; material de construcción y demoliciones con un 5.5%; metal con un 5%; cristal con 2.9%; electrónicos con un 1.5%, así como baterías y otros equipos biomédicos con un 0.6%.
Esta división apunta a que, al menos, los primeros tres componentes de la basura, el material orgánico, el papel y el plástico, pueden disminuirse con actividad relacionada al reciclaje, reuso o con su eliminación.
Pero, “la manera en que está, en que corre ahora mismo el sistema, es que es más fácil hacer lo incorrecto y termina siendo más económico para muchos tirar las cosas al vertedero que hacer las cosas correctamente, como con desviación, composta. Lo que se necesita es más esfuerzos”, argumentó Anderson Morales.
Pero, Soderberg explicó que lo que antes fue una industria establecida de reciclaje se dejó caer. A modo de ejemplo, mencionó que entre Bayamón y Cataño había una fábrica que convertía la chatarra de autos en varillas.
Sin embargo, la empresa cerró, porque se prefirió importar varillas baratas que darle apoyo a esta empresa local. “Decían que no era competitivo, pero no incluían el costo de construcción de rellenos sanitarios que cumpliera con requisitos estatales y federales”, comentó.
Así también se perdieron industrias para reciclar el vidrio y el plástico. Hasta que se comenzó a exportar estos materiales.
El exfuncionario de la EPA comentó que el plástico, “en un momento dado todo se enviaba a China, que dejó de recibir. Luego a Vietnam y Tailandia, mercados que ya cerraron. Luego a Malasia y cerró. No está claro qué está pasando con el plástico y yo creo que no se está reciclando y punto”.
A revertir el problema
Para revertir este problema, Aquino llamó a cambios en el manejo de residuos de los hogares, industrias y comercios.
Pero, aceptó que el gobierno debe proveer alternativas para esos materiales que se pueden separar y reciclar.
Urgió a que se ponga en vigor la eliminación del plástico de un solo uso.
En la actualidad, esta prohibición de uso de cucharas, vasos y platos de plástico no reutilizables están paralizadas por el tribunal, tras una demanda de la Asociación de Restaurantes (Asore).
Este aumento del uso del plástico, la cual se percibió en la caracterización de la basura que hizo el DRNA, se debe en gran medida a todos los cambios que se introdujeron con la pandemia del COVID, dijo la representante de la Asociación de Reciclaje.
Comentó, a modo de ejemplo, que los restaurantes se acostumbraron a utilizar el plástico y las fuentes de agua cerraron en los lugares públicos, lo que llevó al aumento del consumo de agua embotellada.
Esta situación, según dijo, llevó a que entre 2003 al 2023 la presencia de plásticos en los vertederos aumentara de aproximadamente 10% a 17%.
“Hay que volver a lo tradicional, a la vajilla reusable. Hay que volver a comer con calma, hay que volver a tener fuentes de agua, hay que pensar como siempre se hacían las cosas. Ahora el plástico es un invento nuevo y nos malacostumbramos a desechar en vez de lavar”, soltó Anderson Morales.
También pidió separar los residuos de alimento para preparar composta con la que se puedan sembrar plantas y así purificar más el aire.
Los expertos también coincidieron en que se necesitan más empresas que se dediquen a reciclar, que se les dé incentivos y que se disminuya el costo de la energía eléctrica, para que puedan abaratar costos.
“Se mejora con toda la sociedad trabajando junta, gobierno, compañías privadas y los ciudadanos… Necesitamos liderato, un liderato positivo”, afirmó Anderson Morales sobre lo que sería la clave para comenzar a mejorar.