El salario base de un empleado de comedores escolares es de $8.66 la hora, un jornal mucho menor al que puede ganar un trabajador similar en una cocina de un restaurante de comida rápida, que es de $10.50.

Esta diferencia, unida a otros conflictos obreros patronales relacionado al pago de horas en momentos de emergencias y a la movida del Departamento de Educación de recobrar días que aparecen como no ponchados llevará en la tarde de este viernes a los empleados de comedores escolares a manifestarse frente a la sede de la agencia, en Hato Rey. En esencia, expresarán su indignación y reclamarán justicia salarial, informó la presidenta de la Unión de Comedores Escolares, Nelly Ayala.

Ayala explicó que la Autoridad Escolar de Alimentos tiene unos 4,000 empleados, pero la Unión representa unos 3,000. Estos son los encargados de confeccionar los alimentos en las 856 escuelas.

Unos 1,150 empleados de comedores escolares cobran en la actualidad el salario mínimo asignado a esta función, de $8.66. Ayala precisó que esta suma representa que los trabajadores devengan $1,313 al mes, que luego de los descuentos se torna en unos $300 a $400 quincenales. Señaló que, del restante grupo de empleados, los más que devengan salario son los profesionales de servicios al alimento o lo que se conoce como el encargado del comedor escolar. Este grupo suele ganar entre $1,900 a $2,000 mensuales.

La líder sindical explicó que, aunque el gobernador Pedro Pierluisi aprobó una ley para aumentar el salario base a $12, la Junta de Supervisión Fiscal invalidó la regulación. Exigieron un plan de clasificación y retribución. Dicho plan fue entregado en junio pasado a la Junta y todavía está bajo evaluación.

“Nos están diciendo desde hace muchos meses atrás que están trabajando un plan de clasificación y retribución, pero no vemos que para ellos sea urgente y de prioridad. Los empleados llevan años con sueldos bajos y sin recibir aumento salarial digno que les ha impedido poder sobrellevar el alto costo de vida y poder cumplir con sus obligaciones”, se quejó Ayala.

Estableció que a los empleados de comedores escolares le urge un aumento salarial, debido al aumento en el costo de vida.

“Está más que justificado. Por los pasado cinco secretarios, a todos, hemos hecho propuestas para aumentar el salario a empleados y al día de hoy no lo han hecho. Les dieron aumentos a los ejecutivos, a los empleados de confianza. Por eso es el malestar”, precisó.

Añadió que muchos empleados se van de la agencia o hasta se marchan a los Estados Unidos y no es porque no quieran trabajar. Aludió a que “hay gente deseosa de que le paguen bien”.

Para responder al reclamo, el Departamento de Educación emitió unas declaraciones escritas. La misma establecía que el pasado 14 de junio sometieron el plan de clasificación y retribución a la Junta de Supervisión Fiscal.

“Se está en espera de los comentarios de la Junta y la asignación de fondos para su implementación. Todo este esfuerzo se ha llevado a cabo en coordinación con la Asociación de Comedores escolares y su presidenta, Nelly Ayala”, se indicó.

También se informó que “conscientes del valor del trabajo de los empleados de comedores, desde la pandemia del coronavirus han recibido en beneficios e incentivos la totalidad de $23,500 aquellos empleados que han cumplido con los requisitos requeridos según la ley. Además, se han invertido $6 millones en nueva flota vehicular. Por último, se han invertido sobre $10 millones en equipos para mejorar las áreas de trabajo y maximizar los recursos”.

Otro de los reclamos que realizó la líder sindical a favor de los empleados de comedores escolares es que todavía se le adeuda parte del pago por haber trabajado en la emergencia ocasionada por el huracán Fiona, registrada en septiembre de 2022.

Ayala alegó que un auditor de la Oficina del Inspector General hizo que le pagaran tiempo regular, cuando por convenio colectivo se supone que se le haya pagado a tiempo y medio. El reclamo llegó hasta el Departamento de Justicia, quien determinó que no se pagó como era debido. Pero, no se les ha desembolsado el dinero a los trabajadores.

“Esto me indigna muchísimo, porque los empleados de comedores son de los primeros en ser convocados a trabajar para alimentar al pueblo durante y luego de las emergencias y no los consideran primeros respondedores y no les pagan rápido y correctamente”, sostuvo Ayala.

Educación, por su parte, informó que ya la partida para hacer el pago fue identificada. La agencia está en el análisis de establecer cuánto adeuda a cada empleado para emitir el pago.

Entretanto, Ayala hizo otra denuncia contra la agencia, la cual dijo se une al malestar que sienten los empleados de comedores escolares. Alegó que desde 2014 reciben cartas de Educación para recobrar días en los que supuestamente la persona trabajó, pero no registra como ponchado. Alegó que algunas de las cartas buscan cobrarles a empleados hasta $80,000.

Señaló que con el salario tan bajo que tienen los empleados de comedores escolares, no es posible que una persona se haya ausentado a trabajar por más de cinco años sin que la agencia haya tomado acción.

Indicó que uno de los casos a los que buscan cobrar $80,000 es una empleada que se jubiló hace nueve años.

Estableció que la unión ha llevado varios pleitos judiciales, en los que se determinó que la agencia no había adiestrado a los empleados de comedores escolares a utilizar el ponche. Además, la funcionaria denunció que no se ha realizado el debido proceso administrativo para atender la situación, más allá de enviar cartas de cobro.

Ayala hizo constar que los empleados de comedores escolares no tienen derecho a la huelga, por lo que dijo que las controversias que tienen obreros patronales no afectarán el inicio de clases, programado para la próxima semana.