El designado secretario de Estado, Elmer Román, confía en que la investigación que se sigue en la Legislatura sobre la manera en que el gobierno manejó la crisis por los sismos en el sur no lo afectará porque dijo que “tengo la verdad de mi lado”.

En un aparte con la prensa, antes de participar de un homenaje póstumo a policías caídos en el cumplimiento de su deber, Román aseguró que tiene documentos y testigos que pueden corroborar cómo se hizo el trabajo que involucró a agencias estatales y federales.

La Comisión Especial de la Cámara de Representantes investiga -dentro de la emergencia por los sismos- el escándalo del almacén con catres, agua y otros suministros develado el pasado 18 de enero en Ponce, mientras cientos de refugiados dormían a la intemperie en los pueblos afectados del suroeste.

El pasado 12 de febrero, el destituido comisionado del Negociado de la Administración de Manejo de Desastres y Emergencias (AMEAD), Carlos Avecedo, ofreció bajo juramento un testimonio ante la comisión especial.

Algo que salió a relucir en la vista a puerta cerrada -según el representante independentista Denis Márquez Lebrón- fue que tanto él como Román “estaban atendiendo una crisis y a la misma vez una batalla de lucha política interna”, en referencia a los bandos primaristas de la gobernadora Wanda Vázquez Garced y de Pedro Pierluisi, por la candidatura del Partido Nuevo Progresista a la gobernación para el 2020.

También que Acevedo había sido degradado por Román.

El exsecretario de Vivienda, Fernando Gil Enseñat, reconoció ante la misma comisión especial que quien llevaba la voz cantante “y el papel técnicamente protagónico” en las reuniones de esfuerzos de recuperación que se celebraban en el Centro de Operaciones de Emergencia (COE) era Román.

“Mi trabajo era organizar la estructura de la respuesta. El trabajo operacional siempre era del comisionado. Aquí nunca se degradó a nadie de sus funciones”, expresó desde el ala sur del Capitolio.

Aseguró que si entrevistarán al personal que trabajó en el COE sabrán que “el proceso fue como tenía que ser”.

Mencionó que parte del protocolo incluía la participación de Acevedo en las reuniones del COE en la mañana y luego este viajaba a Ponce.

Negó que fuese él y el secretario del Departamento de Seguridad Pública (DSP) Pedro Janer quienes decidían qué se hacía.

“Él dijo su perspectiva. Si ustedes miran los récords… toda las decisiones operacionales las tomo él”, insistió al decir que no se le daban instrucciones de cuántos catres había que enviar a tal lugar, y sí, quien necesitaba qué.

Su trabajo, mencionó, “era mas ejecutivo” y el de Acevedo, “la parte operacional. De que él entendió que se le degradó, esa no era la intención, no era el proceso, no era mi rol”, aseguró.

Román reconoció que los primeros tres días que trabajaron con la emergencia “hubo desorganización… porque era un terremoto”, pero el pueblo recibió la atención que necesitaba.

De su parte, Janer expresó que su rol en la emergencia fue como secretario de Seguridad pública y ser coordinador del estado con los municipios y la Agencia Estatal para el Manejo de Emergencias (Fema).

Sobre si eso era lo mismo que le correspondía a Román, Janer sostuvo que el primero “era el representante de la gobernadora. Ese rol que el secretario de Seguridad Pública asume inmediatamente después de la emergencia son dos roles que se relacionan el uno con el otro”.

Aseguró que él tenía “un buen entendimiento” con Román “y básicamente dividíamos las labores…".