Director ejecutivo de la AEE reconoce que servicios “no son óptimos... y no es lo que merecemos”
Además, lamenta no poder prometer a los clientes que no habrá aumentos en sus facturas de luz en los próximos meses.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 3 años.
PUBLICIDAD
El director ejecutivo de la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE), Efran Paredes, sostiene que desde “lo más profundo” de su corazón quisiera prometer que no habrán más aumentos a la factura de la luz, al tiempo que reconoció que los servicios de la corporación “no son óptimos, no son los mejores y no es lo que merecemos”.
Ayer trascendió que el Negociado de Energía de Puerto Rico aprobó un aumento de .81 centavos por kilovatio-hora (kWh) en la factura de luz la cual ya comenzó a implantarse en las tarifas de enero y se extenderán hasta marzo, lo que comprende el primer trimestre del año. El impacto será de $6.52 adicionales o 4.7% para los clientes residenciales no subsidiados de la AEE que tienen un consumo promedio de 800 kWh al mes.
El Negociado de Energía aprobó el aumento el pasado 31 de diciembre, debido a que la AEE pudo justificar los costos de combustible y energía incurridos, según explicó ayer a Primera Hora el comisionado del organismo, Ángel Rivera de la Cruz.
¿Qué le tiene que decir a la gente que está molesta porque le subieron la tarifa de la luz pero reciben un servicio que no es óptimo por parte de la AEE?, le cuestionó este diario este miércoles a Paredes.
“Estoy de acuerdo con ese ‘statement’ de que los servicios de la Autoridad no son óptimos, no son los mejores y no es lo que merecemos”, manifestó.
Durante las vistas de transición de gobierno salieron a relucir las ineficiencias de la AEE, incluyendo, por ejemplo, que cuando se va la luz los clientes están sin servicio por un periodo promedio de 732 minutos (623 más que otras industrias en Estados Unidos), según información provista por el director de la Autoridad de Alianzas Público Privadas (APP), Fermín Fontánez.
Se alegó, además que en Puerto Rico el promedio anual es de 4.5 interrupciones, cuando en el resto de la industria es de 0.98. El servicio al cliente también tiene un bajo perfil pues cuando una persona llama al cuadro teléfonico para repotar algún incidente se demoran 13 minutos en responder. En otros empresas es de 1 minuto.
Paredes reconoce el pésimo escenario y el malestar colectivo por estas incidencias, a la vez que se perciben alzas en las tarifas, pero alegó que no puede prometer a los clientes que no habrán más aumentos en los próximos meses pues es imposible pronosticar los costos de combustible y la manera en que se utilizarán dentro de la Autoridad.
“En lo más profundo de mi corazón quisiera decirte a cuántos centavos por kilovatio-hora estará los próximos meses en la próxima conciliación, pero la realidad es que no puedo… yo pronostico dejándome llevar por el mercado y en cuánto me puede costar el combustible y en cómo la puedo utilizar dentro de mis máquinas. Puede que utilice más o menos del pronosticado y siempre va a haber un error y eso es lo que queremos minimizar. No es nada simpático, pero la función nuestra es mantener la corporación pública y presentar los números que son para evitarnos este tipo de calenturas”, acotó.
En cambio, el director ejecutivo insistió en que “una nueva realidad” es posible -incluyendo mejores tarifas a los clientes- a través de la revitalización del sistema eléctrico de la isla. Pero la espera para ese gran momento es de una década, mínimo.
“Habiendo dicho eso ya encaminamos los planes para empezar a invertir el dinero de los fondos federales para cambiar esa realidad”, agregó en referencia a que la confianza de la corporación está puesta en el Programa de Revitalización de la Red Eléctrica de Puerto Rico, un proyecto que será financiado con $10.7 billones que otorgó la Agencia Estatal para el Manejo de Emergencias (FEMA).
El plan de modernización – que inició en una primera fase el pasado 1 de enero en proyectos alrededor de la isla- se desarrollará en un periodo de 10 años y está enfocado en reconstruir el sistema eléctrico de la isla a “la altura de los estándares vigente que permitan resistir cualquier desastre natural”. Las mejoras deberán incluir el reemplazo de miles de millas de cables de transmisión y distribución, subestaciones eléctricas y sistemas de generación.
“El sistema que tengo hoy día es el que me trae tener estos costos… tenemos que mejorar el sistema eléctrico y con esa inversión de dinero federal podemos ir viendo cómo nos vamos a ir moviendo a implementar tecnología más moderna, a energía renovable, a mejorar la red de comunicación. Será un sistema robusto, confiable y generará un precio más estable del que tenemos ahora”, auguró.
De otra parte, Paredes recalcó que la posibilidad de otro aumento tarifario a raíz del contrato de una APP con la empresa LUMA “no está vislumbrado ahora mismo bajo mi incumbencia”. Detalló que cualquier alza planteada por la empresa debe someterse al Negociado y se debe garantizar un proceso en el que se escuche al pueblo y a otros sectores de interés.