Con la misma rapidez que el director ejecutivo de la Autoridad para el Financiamiento de la Infraestructura (AFI), Humberto Marrero Recio, se llenó de lujos al asumir el cargo, así mismo el presidente de la Junta de Directores de AFI, José Ortiz, le pidió la renuncia ayer tras una investigación exclusiva de Primera Hora sobre sus gastos alegres, que incluían escolta privada con fondos públicos.

La avalancha de críticas en contra del funcionario no se hizo esperar ante las revelaciones de Primera Hora sobre cómo Marrero Recio llevaba las cuentas de AFI, lo que gastó en guaguas lujosas, muebles a la medida, entre otras finuras, y cómo consintió el evidente conflicto de intereses en los contratos.

Varios alcaldes también alzaron su voz de protesta y contaron que Marrero Recio no pagó por proyectos terminados.

Ortiz dijo en rueda de prensa convocada de emergencia que a partir de la publicación de Primera Hora ordenó al Banco Gubernamental de Fomento, “que es el que tiene los recursos para hacerlo”, que inicie una investigación administrativa para evaluar el contrato -que de inmediato quedó cancelado- de Marrero Recio con Innovation Security Group, una empresa privada que le ofrecía servicios de seguridad personal, por más de $125 mil en menos de un año.

“La investigación es para todo el manejo de los fondos de AFI”, aseguró Ortiz.

¿Nadie sabía nada?

El presidente de la Junta de Directores de AFI negó hasta la saciedad que supiera sobre las escoltas.

En los nueve meses que se ha extendido el servicio de seguridad privada, la cabeza de la Junta de Directores de AFI dijo que nunca vio al hoy ex jefe de la corporación con sus bodyguards, a pesar de que se reunían con frecuencia tanto en Fortaleza como en el BGF.

El también director de la Autoridad de Acueductos y Alcantarillados (AAA) insistió en que siempre veía a Marrero Recio dentro de salones en Fortaleza o el BGF, y nunca fuera de esas instalaciones.

Enfatizó que, de haber tenido conocimiento sobre el contrato para las escoltas -y sus cinco enmiendas para aumentar el monto a pagarles-, “la Junta nunca se lo hubiera aprobado”.

Reconoció que hay formas sutiles de que contratos pasen desapercibidos ante el ojo examinador de la Junta de Directores, en especial cuando en un inicio se mantienen por debajo del límite de $125 mil.

“Podemos ser más agudos”, al pasar revisión sobre los contratos, aceptó, sin descartar que haya ajustes a la forma en que se evalúan las transacciones en AFI.

Silencio sepulcral de Marrero Recio

Una llamada ayer temprano a AFI diligenciada a través de la directora de prensa, Wilneris Rivera, apuntaba a que Marrero Recio estaba dispuesto a defenderse “con pruebas” sobre cada señalamiento de Primera Hora y que mostraría una querella que al final nunca apareció sobre una supuesta amenaza de muerte en su contra.

Sin embargo, al presentar su renuncia, a eso de las 11:30 de la mañana, Marrero Recio pareció cambiar su disponibilidad y se quedó sin dar explicaciones sobre la pertinencia de tantos gastos.

Ortiz, en cambio, dijo que Marrero Recio le insistió en que había una amenaza de muerte en su contra y que “hizo acercamientos a la Policía y al FBI... y al ver que no se hacía nada”, entonces decidió pagar con fondos de AFI por sus vigilantes privados.

El superintendente de la Policía, José Figueroa Sancha, había dicho cándidamente a Primera Hora que ni se acordaba cuál corporación era AFI.

Figueroa Sancha nunca dijo que hubiesen acercamientos de Marrero Recio por amenazas contra el funcionario. Al contrario, confirmó que no había querella de amenaza alguna sobre el hoy ex jefe de AFI.

Fuentes de Primera Hora han dicho que las consultas que Marrero Recio alega que hizo ante agentes del FBI no eran de carácter oficial, sino que el funcionario tiene muchos amigos en ese Negociado con los que tiene múltiples salidas sociales.

Reincidente

Otras fuentes aseguran que no es la primera vez que Marrero Recio intenta estar acompañado de guardias.

Cuando el funcionario era administrador de la Administración de Reglamentos y Permisos (ARPE), también intentó agenciarse una escolta privada.

En ese momento, se aseguró a Primera Hora, aducía ante conocidos suyos que, debido a una demanda en su contra por discrimen político presentada en el foro federal, era necesario contar con seguridad.

Mea Culpa

Ortiz agregó que se investigará el patrón descubierto en AFI para aumentar el monto de los contratos de poquito en poquito y así pasar desapercibido ante la Junta.

“Siempre se tiene que aprender de todas estas cosas”, reconoció Ortiz. “Y lo vamos a examinar todo”, agregó.

Nuevo incumbente

Ante la fulminante renuncia de Marrero Recio, se nombró de manera interina a Manuel Bermúdez Pagán, quien sólo lleva un año y tres meses en la agencia y hasta ayer se desempeñaba como director de ingeniería de la corporación.

La noticia del nuevo nombramiento y de la renuncia de Marrero Recio cayó como un balde de agua fría entre empleados y contratistas de AFI.

Algunos hasta lloraron al saber la información.

“Se sentía el ambiente bien pesado. Aquello era como un cementerio, lleno de muchas caras largas, pero nadie se atrevía a decir nada”, relató un empleado a este rotativo.

El descontento con las labores de Marrero Recio fue patente. Alcaldes penepés y populares se quejaron por igual de que el funcionario no atendía sus reclamos y era un “prepotente”.

El alcalde novoprogresista de Aguada, Luis Alberto Echevarría, dijo que “la mayoría de los alcaldes de la Federación pidieron una acción, y no se hizo, de que se atienda esa denuncia de mal uso de los fondos públicos, que no son para darse buena vida, como hace este caballero’’.

El alcalde popular de Quebradillas, Heriberto Vélez, dijo que Marrero Recio le prometió reembolsarle $118 mil para la reparación de un puente y nunca se los dio.

 

Maelo Vargas Saavedra colaboró en esta historia