“Me siento consternado, nervioso, preocupado, porque notros vivimos quincena a quincena”. 

Así se expresó ayer Víctor Mejías, empleado del municipio de Toa Baja, al no cobrar su cheque de esta quincena

Esa situación la viven 884 empleados  luego que el Servicio de Rentas Internas (IRS)  congeló las cuentas municipales para obligar al pago de una deuda millonaria.

El alcalde Jorge Ortiz dijo  que los empleados cobrarán en  noviembre, pero no descartó que la dilación en pago de sueldos se repita.

Indicó que la deuda es de $1.5 millones y evitó culpar por la crítica situación en las arcas municipales al exalcalde Aníbal Vega Borges. 

Mientras, Mejías, padre de dos hijos, indicó  que con esta quincena él paga su casa, pero si no  cobra no va a poder hacerlo.

Ortiz, por otro lado, dijo que que al municipio le han congelado  poco más de $2 millones entre fondos que están en el Banco Gubernamental de Fomento (BGF) y otras cuentas.

Aseguró que llevan tiempo gestionando que el BGF libere los fondos del municipio para liquidar la deuda con el IRS.

De su parte, el aspirante a la alcaldía de ese pueblo por el Partido Nuevo Progresista (PNP), Bernardo "Betito" Márquez, expresó tristeza por la situación municipal y condenó la "administración irresponsable que derrochó dinero a diestra y siniestra".

"Aquí están los resultados. El municipio está quebrado, tiene un déficit acumulado, no se paga a los suplidores, así que los empleados no pueden cobrar", sentenció Márquez, quien derrotó en primarias a Vega Borges, actual comisionado electoral del PNP.

Reiteró que cuando asuma el cargo hará una auditoría "para saber más allá de la punta del iceberg con qué nos vamos a encontrar y discutirlo con  todos los empleados y con el pueblo".

El reportero Osman Pérez Méndez colaboró en esta historia.