Han pasado 896 días desde que los huracanes Irma y María devastaron a Puerto Rico -ocasionando la destrucción de más de 70,000 hogares-, y al día de hoy ni una sola casa ha sido construida bajo los parámetros del Programa de Subvención en bloque para el Desarrollo comunitario-Recuperación ante Desastres (CDBG-DR).

Dos años y cinco meses después de ocurrida la tragedia natural de más impacto en la historia reciente de la Isla, miles de damnificados de los ciclones continúan a merced del gobierno para que se reconstruyan, reparen sus casas o, en algunos casos, ser reubicados a una zona más segura y resiliente.

En entrevista con Primera Hora, el recién confirmado secretario de Vivienda, Luis Carlos Fernández Trinchet, admitió que los esfuerzos de reconstrucción son el gran reto que enfrenta la agencia, un desafío que pretende encaminar en este mes de febrero con el proyecto más importante que se cobija bajo los fondos CDBG-DR: el programa de Reconstrucción, Reparación o Relocalización (R3), al que se destinaron $835 millones. Además del R3, los fondos federales contemplan otros 18 programas. De estos, Fernández Trinchet admitió que sólo hay ocho activos.

Este diario le inquirió saber por qué el proceso se ha dilatado por tanto tiempo, al extremo de que al día de hoy no se ha construido un solo hogar con los fondos federales, aun cuando los mismos fueron aprobados por el congreso hace más de dos años y el acuerdo con HUD (Departamento de Vivienda y Desarrollo Urbano de los Estados Unidos) fue firmado hace más de uno.

“Todavía bajo los programas no ha sido ninguna construida. Estamos claros que no ha sido construida una casa todavía. Pero hay que recordar que el primer plan se aprueba un año después de María… y uno tiene que poner en contexto la magnitud de esto. Esto no son 100 millones de dólares. Estamos hablando que entre el primer paquete aprobado ($1,507 millones) y el segundo ($8,221 millones) hay casi 10 billones de dólares… ¡10 billones de dólares!”, expresó al agregar que, por ejemplo, el programa comenzó con tres empleados y actualmente tiene más de 116, por lo que “se está logrando un impacto de desarrollo y actividad económica asociados al proceso”.

Defendió la lentitud en los trabajos -el que reiteró “no está detenido”- agregando que antes de iniciar las labores de reconstrucción hay que elaborar un plan estructural que está siendo vigilado constantemente por HUD. Además, dijo, las restricciones que la agencia federal le impone a Puerto Rico no son las mismas que en otras jurisdicciones de Estados Unidos.

“Para que tengas una idea, hay 16 entidades federales y locales auditando el programa”, sostuvo.

En un tono más alentador, Fernández Trinchet adelantó que tan pronto como este mismo mes “comenzaré a acelerar los programas” cobijados bajo los fondos de CDBG-DR. De hecho, mencionó que solo del programa de R3 se recibieron más de 28,000 solicitudes de personas que querían que sus viviendas fueran reparadas, reconstruidas o relocalizadas. De esta cifra unas 12,000 fueron evaluadas.

Su expectativa, es arrancar con la reparación de 50 casas antes de que finalice febrero. “Vamos a comenzar por el proceso más sencillo que es el de reparar… eso deber ir aumentando y para el verano deberíamos tener ya 1,000 unidades impactadas, algunas en procesos de reconstrucción”, agregó.

Cabe destacar que el programa R3 no le dará dinero a quienes soliciten la ayuda, sino que le pagará a compañías contratistas seleccionadas por el Departamento de la Vivienda para que hagan los trabajos.

El secretario explicó que la selección entre reparar, reconstruir y reubicar dependerá de unos parámetros. Por ejemplo, se considerarán para reparación aquellas viviendas cuyo arreglo cueste menos de $60,000 o de la mitad del valor de la casa actual. En esos casos se asignan hasta $60,000 para la reparación.

Las de reconstrucción se evalúan cuando arreglar la vivienda cuesta más de $60,000 o de la mitad del valor actual de la casa. Se asignarán en estos casos hasta $150,000 para la reconstrucción.

Mientras, la determinación de reubicar hogares dependerá si están en áreas denominadas como peligrosas, ya sea porque son susceptibles a inundaciones o deslizamientos. Si estas viviendas requieren mejoras sustanciales no serán arregladas y se le ofrecerá al beneficiario ubicarse “voluntariamente” en otro lugar, cuyo costo no exceda los $185,000.

El secretario no pudo determinar cuántas residencias en la isla están en zonas “vulnerables”, pero se comprometió en buscar el dato y ofrecerlo a este diario. Además, dijo desconocer también cuántas personas de las que solicitaron podrían confrontar problemas de elegibilidad por no tener títulos de propiedad.

Según datos provistos por FEMA, todavía quedan entre 20,000 y 30,000 viviendas con toldos azules.

Correrán paralelamente otros programas de ayuda

Fernández Trinchet dijo que simultáneo al programa R3 están corriendo otras ayudas. cobijadas bajo los fondos CDBG-DR.

Mencionó como ejemplo el Programa de Asistencia al Comprador, al cual se le asignaron $350 millones y está dirigido a ayudar a empleados de primera respuesta (bomberos, enfermeros, policías y maestros) para que puedan comprar o refinanciar sus viviendas. La ayuda fluctúa entre los $25,000 y $40,000.

En marzo también debe iniciar el Programa de Financiamiento a Pequeños Empresarios, que en una primera fase tiene $25 millones que se prevén utilizar para ayudar a personas que tengan interés de darle viabilidad a algún negocio en la isla. El plan es otorgar hasta $50,000 a los empresarios interesados.

“También tenemos corriendo el Programa de Subsidio de Alquiler que para nosotros es bien importante porque está dirigido a personas de 60 años o más residentes en viviendas cualificadas bajo el Programa de Ley 173”, dijo el titular.

Explicó que el Programa de Ley 173 en Puerto Rico subsidia el alquiler de miles de inquilinos de edad avanzada de bajos ingresos en 49 viviendas para personas 60 años o más alrededor de la Isla. No obstante, tras el impacto de los huracanes Irma y María, se han quedado sin ingresos y sin fondos para mantener todos sus subsidios.