Seis alumnos del programa de Educación Especial de la Escuela Especializada en Bellas Artes Ernesto Ramos Antonini en Yauco no han podido recibir las destrezas requeridas para una vida independiente, pues su salón reubicado en la escuela Rafael Martínez Nadal, no tiene electricidad desde el pasado 30 de septiembre.

El problema energético ocurrió luego de la explosión de un panel, que dejó el plantel sin el servicio eléctrico -el mismo día que reiniciaron las clases, luego del paso del huracán Fiona- y, aunque la Oficina para el Mejoramiento de las Escuelas Públicas (OMEP) arregló el problema, todavía el área de Educación Especial continúa a oscuras.

Sin embargo, las razones que, presuntamente, brindó la oficina regional de OMEP en Ponce, dirigida por el exalcalde derrotado de Guánica, Santos Seda Nazario, no satisfacen del todo al personal escolar.

De acuerdo con Karla Cruz Lamboy, maestra del salón especial catalogado como Ruta 3, “OMEP alega que no han podido arreglarlo, porque se tenían que someter unas cotizaciones y que, para poder hacerlo, se tenía que aprobar un presupuesto que ellos no tienen. Que, aunque se aprueben y se adjudiquen esas cotizaciones, pues tienen que atender la situación de una escuela en Santa Isabel, primero que mi salón”.

La educadora aseguró que ha enviado cartas al secretario de Educación, Eliezer Ramos Parés; al director de la oficina regional en Ponce, Roberto Rodríguez Santiago; y al alcalde de Yauco, Ángel Luis Torres Ortiz, entre otros, para dar a conocer la situación que afecta a estudiantes entre los 15 a 22 años, diagnosticados con deficiencia mental, síndrome de Down, trastornos socioemocionales e impedimentos físicos. Pero sus reclamos no han sido atendidos.

“Mi salón es donde se trabajan destrezas de vida independiente En otras palabras, yo les tengo que enseñar a los estudiantes cómo ellos pueden manejarse dentro de su hogar, dado a que su capacidad cognitiva es bastante severa. Es lo que llamamos deficiencia mental de moderada a severa, pues se le enseña a cómo subsistir dentro del hogar y en una sociedad”, explicó.

“Por eso, tengo equipos como si estuviésemos dentro de una casa, entiéndase lavadora, secadora, estufa, nevera, juego de gabinetes, juego de cuarto, y obviamente, en el área educativa con unas mesitas, televisor, computadora, horno microondas y demás. Pero nada de eso se puede utilizar”, denunció.

Según Cruz Lamboy, -quien fue reubicada junto con otros maestros en la Escuela Rafael Martínez Nadal, tras los terremotos del 2020- el salón asignado también presenta problemas de conexión eléctrica 220, y de planta física. Por eso, sus estudiantes llevan mucho tiempo sin obtener las destrezas requeridas ni el acomodo razonable, violando las estipulaciones de la sentencia en el caso Rosa Lydia Vélez vs. el Departamento de Educación.

“No es nada más la luz, sino muchas cosas más con las que batallamos los maestros de Educación Especial. Se viola (la disposición de) el caso de Rosa Lydia Vélez, porque no se están cumpliendo con todas las destrezas estipuladas en el pleito. No se pueden cumplir con las destrezas de vida independiente ni adiestramiento, porque para eso es necesario el uso de los equipos que no se pueden conectar, como la lavadora, fregadero, ni la estufa ni la secadora”, argumentó.

“Inclusive, se podría decir que se viola con los acomodos razonables, porque aun cuando arreglen el salón, OMEP empezó a remover una pared y nunca terminó. Tengo un piso con una parte sin loseta, tengo un estudiante con problemas de movilidad que fue operada de los pies el año pasado, tengo un baño que rompieron el piso porque se rompió un tubo y dejaron el arreglo a mitad”, lamentó.

De otra parte, la educadora reveló que justo ayer (lunes), movieron su clase a la biblioteca, “pero no hay una fecha definitiva de arreglo de mi salón. Esto es hasta que alguien aparezca y arregle el salón”.

“Yo me muevo a donde me digan, sigo la directriz que me digan. Pero tampoco quiero quitarle el espacio a ningún compañero, yo tampoco quiero que piensen que esto es un lugar apropiado para impartir las clases”, insistió al admitir que el DE tampoco atendió las querellas hechas por la directora escolar Omayra Santiago.

“Tengo un estudiante que este año egresa, está en compensación de servicios. O sea, que el DE incumplió con él, está en compensación de servicios, tiene 22 años. Es un caso especial porque ellos egresan a los 21. No quiero que se gradué ni se vaya sin nunca haber tocado los equipos nuevos. Sin nunca haber aprendido a utilizarlos”, mencionó.

“La gente piensa que esto es cuestión de ponerlos en un salón y ya. Pero es difícil, porque también a ellos (estudiantes) no se les hace fácil estar cambiando de ambiente. Aquí no tengo todos los materiales a disposición, ni computadora ni impresora, ni dónde sacar copias. Prácticamente, estoy cargando con cosas y tratando de hacer lo mejor que pueda”, confesó.

Finalmente, Cruz Lamboy, reveló su frustración por no poder darle a sus estudiantes lo que por derecho les corresponde.

“Yo quisiera renunciar, pero no puedo porque tengo una familia que mantener. Pero me siento triste, porque sé que mis estudiantes merecen algo mejor. Sé que mis estudiantes merecen un lugar ideal. Llevo 20 años en el sistema y nunca he tenido un salón decente, que pueda decir que cumpla con los estándares del programa de Educación Especial”, contó.

“Lamentablemente, he tenido estudiantes, que han pasado por mis manos, que nunca han tenido la dicha de que verdaderamente el DE cumpla con todo lo que les tiene que proveer. Si nos dejamos llevar por el incumplimiento, mis estudiantes tendrían que egresar como a los 30 años para poderle restituir todo lo que les han quitado”, concluyó.

Maestra recibe buena noticia

A dos horas, aproximadamente, de publicarse este reportaje, la maestra yaucana recibió una llamada de la secretaria auxiliar de Educación Especial, Jessica Díaz Vázquez, para notificarle la aprobación de un presupuesto de $8,000 para corregir los problemas en el salón.

Además, le aseguró que reconectarán los equipos electrodomésticos que no se han podido utilizar, para beneficio de estos alumnos que requieren del servicio para adquirir las destrezas necesarias en su proceso hacia la vida independiente.

“Estoy aquí que, no sé si llorar o reír. Le di las gracias, porque es la primera vez que una secretaria asociada me llama en persona para atender una necesidad especial de mis estudiantes. Me dijeron que ya aprobaron el presupuesto de $8,000 para mi salón. Que van a conectar todos los equipos y, que incluso, si tengo una necesidad adicional la van a atender por el bienestar de los estudiantes”, expresó.

“Yo sé que, quizás a mucha gente no le haya gustado lo que hice, que lo hayan visto con otros ojos, que no sean los ojos de defender los derechos de mis estudiantes. ¿Qué clase de maestra o profesora universitaria sería yo, que doy cursos de Educación Especial, sino defiendo los derechos de mis estudiantes?”, sostuvo.

Aseguró que notificará cuando al fin reconecten el servicio eléctrico, inexistente desde hace cuatro meses.