La despenalización de la marihuana sigue ganando terreno en Estados Unidos y en muchos países del mundo, mientras en Puerto Rico, más allá del cambio generacional, el debate divide a la gente entre liberales y conservadores.

El cannabis medicinal es legal en la Isla desde el 9 de julio de 2017 y en la Legislatura también se han hecho intentos por despenalizar el uso recreacional de la marihuana, pero no han prosperado. El cuatrienio pasado, un proyecto a tales fines, pasó el cedazo en el Senado, pero se quedó en la Cámara.

Hay que desarrollar una visión reflexiva y crítica sobre algo que en este momento se maneja como la hipocresía más grande del mundo. El cannabis ya está recreacional, pero dentro de una sábana de eufemismos llamadas dispensarios médicos”, expresó el senador independiente y salubrista, José Vargas Vidot.

“Aquí las personas tienen una doble moral, la gente entra a la vida política diciendo que son los más liberales del mundo y de momento se convierten en la Santa Inquisición. La realidad es que están negando la posibilidad de que el mercado clandestino -que genera más $500 millones al año en Puerto Rico nada más-, que no tapa un hoyo, que no construye una escuela, que no hace nada por un hospital, que no compra ni un aparato de diálisis, siga teniendo todas esas ganancias y nosotros se las sigamos brindando en esa clandestinidad. Por eso hay que despenalizar”, aseveró.

El fundador del Proyecto Iniciativa Comunitaria, quien ha propuesto legislación en el pasado para que se despenalice hasta cinco gramos de marihuana para uso recreacional, sostuvo que más del 60% de la gente que está en las cárceles “está allí por lo que se llama un crimen no violento” en su mayoría relacionados con el uso problemático de drogas y el cannabis. Agregó que la realidad es que “nadie se muere de una sobredosis de cannabis, no existe talcosa’.

Añadió que al despenalizar se establece un uso personal y hay una discreción del juez para determinar si la cantidad que le encontraron a la persona es para el uso personal o si tiene razones para creer que es para tráfico.

“Aquí se han hecho estudios donde se habla de que casi el 70% de la población en algún momento ha probado cannabis o lo usa y el dispensario ha venido a ser como una máscara para obviar ese momento de despenalizar una sustancia que no produce ninguna de las cosas que las que la demoniza dice que produce”, indicó Vargas Vidot.

“Soy de los que creo que una persona debe tener la oportunidad, como en cualquier otro país, de tener por lo menos tres plantas de cannabis si es que es un usuario usual. Igual que la gente tiene un bar en su casa, las tres plantas certificadas por el Departamento de Agricultura, que es una auto provisión, sería algo que iría desinflando, pero drásticamente el clima clandestino que propende a la violencia que hay entre puntos de cannabis”, dijo.

Para el portavoz de la minoría novoprogresista y expresidente de la Cámara, Carlos “Johnny” Méndez Núñez “por años se ha intentado” en la Legislatura despenalizar la marihuana, pero “cuándo le preguntas eso al pueblo de Puerto Rico, abrumadoramente la opinión es en contra”.

“Cuando tú hablas con la gente de la calle, especialmente con exadictos, lo que nos dicen a nosotros es que ellos comenzaron fumándose un cigarrillo de marihuana y obviamente fueron creciendo y fue aumentando su dependencia de la marihuana y eso les causó grandes problemas en su vida, perdieron su juventud, muchos cayeron en la cárcel y perdieron sus trabajos”, dijo Méndez Núñez.

Sostuvo que el cannabis medicinal “se ha dañado, precisamente con la reglamentación del Departamento de Salud que ha ampliado de tal manera el uso indiscriminado”.

“La despenalización lo que busca es eliminar el que por la posesión de ese narcótico no se tenga que cumplir ningún tipo de convicción. Pero la pregunta que nos tenemos que hacer, es un hecho reciente, palpable, cuatro jóvenes estaban dentro de un carro con un bebé haciendo uso de esa droga, ¿debemos mirar hacia el lado?, ¿no debemos exigir responsabilidad?, ¿debemos sencillamente como sociedad mirar ese hecho como uno normal? Esa es mi pregunta y mi contestación, la mía es que no. Creo que en una sociedad de ley y de orden tenemos que seguir exigiendo responsabilidad por nuestros propios actos”, sostuvo el legislador novoprogresista.

Creo que debemos movernos hacia adelante en la discusión de la despenalización porque el enfoque punitivo al uso de sustancias ha fracasado y hay alternativas de miradas y abordaje de índole preventivo y salubrista que demuestran ser más efectivas y más correspondientes con los cambios sociales a nivel local y a nivel internacional”, expresó, por su parte, el representante José Bernardo Márquez Reyes, del Movimiento Victoria Ciudadana (MVC).

Márquez Reyes, sostuvo que a nivel de las jurisdicciones de Estados Unidos, a nivel internacional y en el propio Puerto Rico va ocurriendo una evolución de cómo se valoran socialmente ciertas conductas. “Me parece que el uso de la marihuana, por ejemplo, es uno en el que amplios grupos y particularmente, personas con trayectoria y experiencia en el tratamiento de sustancias coinciden, en que no debe ser uno por el cual una persona esté procesada criminalmente”, dijo para agregar que los recursos públicos y sociales se deben invertir en prevención, educación y en otro tipo de estrategias pueden ser más efectivas.

El representante popular José “Narmito” Ortiz Lugo, es paciente de cannabis medicinal pero, estableció que no favorecería una propuesta de despenalización sino, que el pueblo decida en un referéndum.

En términos generales yo estoy a favor de un proyecto que sea una consulta al pueblo y yo estaría apoyando la decisión del pueblo. Yo estoy apoyando ese proyecto para que se consulte al pueblo en términos de la despenalización. En ese proyecto (la propuesta de Héctor Ferrer Santiago) yo no estoy de acuerdo porque creo que debe ser una decisión colectiva del pueblo”, indicó Ortiz Lugo.

-¿Siendo usted paciente de cannabis, podría profundizar en por que no cree en la despenalización de la marihuana?, preguntó Primera Hora.

“Yo sí creo en el cannabis medicinal por experiencia propia. Llevo siete años con un padecimiento de cáncer porque como digo, crucé el charco y regresé porque no me quisieron allá arriba y gozo de una excelente salud, gracias a ese excelente medicamento. Pero, tengo mis preocupaciones en términos del uso desmedido, como diríamos por ahí en términos recreativos que conlleven otras consecuencias”, dijo el legislador popular por el distrito de Guayama.

Para la representante del Proyecto Dignidad, Lisie Burgos Muñiz, “este tipo de medidas busca abrir la puerta para legalizar, no solo el cannabis, sino que también otros tipos de drogas, sin tomar en cuenta las consecuencias ulteriores que traerán a la sociedad a corto, mediano y largo plazo”.

La legisladora dijo que “es un hecho que el uso de marihuana es la puerta al consumo de otras drogas ilícitas más adictivas y dañinas y que la despenalización de las drogas aumenta la violencia y delincuencia en la sociedad”.

“La despenalización o legitimización es crear una sociedad de autómatas, enajenada de las realidades cotidianas; es hacerse de oídos sordos a lo que la experiencia científica ha demostrado por años; es asumir una actitud derrotista y abonar a una industria ilícita fomentando la violencia en nuestras calles, los problemas laborales, familiares y sociales que su uso indiscriminado podría crear”, dijo Burgos.

“Me reitero que la legalización y/o despenalización de las drogas es la forma más cobarde e inefectiva de atender este grave problema que tenemos como país. Facilitar el acceso a las mismas, no es la solución, especialmente cuando ya hemos visto que nuestras agencias gubernamentales concernidas, fracasan una y otra vez en atender el problema”, indicó.

Mientras, el representante Denis Márquez Lebrón dijo que en Puerto Rico no se ha profundizado en este tema ni en las discusiones salubristas de otras drogas, tanto en el tráfico ilegal de drogas como de drogas recetadas.

“Ya estamos en unos pasos en que si la sociedad ha reconocido el uso de la marihuana desde el ámbito medicinal se está regulando incluso unas protecciones en el mundo del trabajo, continuar con estas políticas de incluir penas de cárcel, aunque en la práctica se utilicen los desvíos, es una política que a la altura del siglo 21 hay que transformar y adelantamos más como sociedad. Estamos en los pasos iniciales de la discusión y falta camino por recorrer, pero hay que insistir en la discusión del tema”, sostuvo el legislador del Partido Independentista Puertorriqueño.

“Esta es una discusión de muchos temas. No estamos hablando de descriminalizar ni de legalizar, estamos hablando de un tema primario, d que ya hubo un paso en Puerto Rico en cuanto al ámbito medicinal con los otros asuntos que trae eso”, indicó.

Sostuvo que si se elimina la visión penal por la mera posesión para uso personal de la marihuana “me parece que adelantamos mucho como sociedad ante la realidad de un uso que está presente en la sociedad, que es conocido en la sociedad y si hay unos sectores de la población que están autorizados a utilizarlo y por qué para otros sectores que la usan tiene que incluirse una pena de cárcel según está tipificado”.