El “Verano del ’19” quedará grabado en los libros de historia, no solo porque se registró la primera renuncia de un gobernador electo -Ricardo Rosselló Nevares-, sino porque fue el momento en que el pueblo puertorriqueño se hizo escuchar.

Fueron los boricuas los protagonistas, los que ganaron su propia lucha y los que impulsaron el inicio de una transformación a favor del país. Lo hicieron cuando se atrevieron a gritar desde la calle a Rosselló Nevares y a la clase política en general “basta ya”, coincidieron expertos y políticos consultados por Primera Hora.

Se demostró que “hay cosas que el pueblo no está dispuesto a aguantar más y que se va a pelear en la calle como en otros lugares del planeta”, afirmó el catedrático en Ciencias Políticas de la UPR, Juan Marcano.

Relacionadas

Hasta ese julio de 2019, Puerto Rico se había mostrado al mundo como un pueblo “dormido”, que permitía que “le pasaran la aplanadora”. Marcano explicó que estas condiciones eran reflejo del “bagaje colonial cultural”.

Pero, hace un año, “aprendimos que es posible tirarnos a la calle, como otros pueblos se tiran, que es posible alzar la voz y que nos escuchen, y que es posible hacer política de acción directa en las calles”, demarcó el experto.

Mira el especial “Verano del 2019: Cuando Puerto Rico dijo basta”

El sociólogo y profesor emérito de la Unesco, Manuel Torres Márquez, expuso que las vivencias creadas a base de las protestas que se extendieron desde el 13 hasta el 24 de julio generaron un “banco de la esperanza para nuestra convivencia democrática”.

“Nos dimos cuenta hasta dónde nuestro pueblo, respondiendo a la indignación, a la incertidumbre y al atropello, activó fuerzas multigeneracionales, particularmente un significativo liderato de la juventud, para levantar a un país y pasar de la protesta a la propuesta. En este caso, la propuesta de sacar del país a un gobierno antiético, corrupto, insensible”, afirmó.

La marcha arrancará desde la Plaza Colón hacia la mansión ejecutiva, en el Viejo San Juan.

No obstante, el pueblo aprendió que más allá de presentarse en las urnas cada cuatro años, su rol está en la participación ciudadana constante y activa, planteó el expresidente del Colegio de Abogados, Julio Fontanet.

“Fue impresionante lo logrado, sin que surgiera violencia o muertes en ese proceso”, puntualizó.

Ceder a la presión de pueblo no fue fácil para Rosselló Nevares, reconoció el estadista Leo Díaz Urbina, quien estuvo cerca del renunciante exgobernador a la hora de cederle la victoria al pueblo. “Ricardo Rosselló hizo lo que yo nunca había visto a un gobernante hacer. De ordinario los gobernantes se aferran al poder, incluso si eso cuesta violencia y vida. Ricardo Rosselló puso cualquier aspiración e interés personal a un lado y estuvo claro en que tuvo que poner primero al pueblo, al ideal que defiende y a su partido… Sé el dolor y la angustia a nivel personal que le causó, pero también vi un hombre fuerte y convencido de que tenía que dar el paso que dio”, expuso.

Díaz Urbina dijo que de ese proceso también se aprendió. “Los niveles de cuidado que tiene que tener un gobernante hoy son dramáticamente más severos que años atrás y es una lesión para todos nosotros”, planteó.

“¿Qué no aprendimos?”, se cuestionó, entretanto, Fontanet. “No aprendimos que era imperativo hacer unos cambios en nuestro ordenamiento jurídico para propiciar mayor democracia, por ejemplo, establecer votos revocatorios…, una segunda ronda en las elecciones”.

Décimo día de manifestaciones en reclamo a la salida del gobernador de Puerto Rico.

El catedrático en derecho expuso que los movimientos para generar enmiendas constitucionales se desvanecieron y los candidatos a la gobernación no han promovido ninguna de las propuestas que se plantearon a raíz del levantamiento de pueblo. Los terremotos y la pandemia del coronavirus pueden ser causa de ese rompimiento que se generó entre la acción decretada, el lanzamiento de propuestas y la realidad.

“Tenemos que ser conscientes de que la pandemia nos ha privado no solo del abrazo, del beso, sino de poder ocupar los espacios públicos para manifestarnos de un estilo de gobierno que se sirve y que tiene la agenda de enriquecer a grupos de interés que los acompaña en su campaña política y se sirven de contrato por venta de influencias”, manifestó Torres Márquez.

El copresidente del Partido Independentista Puertorriqueño, Fernando Martín, tampoco percibe todavía un cambio significativo “ni en el comportamiento general de la población y mucho menos en el comportamiento del gobierno”.

Dijo que tendría que verse un colapso del Partido Nuevo Progresista y del Partido Popular Democrático para que aflore que existe una conciencia cívica más madura y dispuesta a empoderarse.

“Así que está por verse y muy pronto veremos si lo del ‘Verano del 19’ fue una cosa de coyuntura y pasajera o si representó un par de aguas decisivas de camino a nuestro futuro”, expuso, al referirse a las próximas elecciones generales del 3 de noviembre.

En tanto, el exgobernador Alejandro García Padilla destacó la importancia del voto inteligente para demostrar que verdaderamente el pueblo cambió y que decidió ganar después de dar una fuerte batalla en las calles.

“En la medida que el país asume con mayor madurez los ejercicios democráticos y los ejercicios políticos, podremos ver si el cambio que produjo el ‘Verano del ’19’ fue permanente. Si en las elecciones del 2020 volvemos a emitir votos inconsecuentes, no hemos aprendido nada”, argumentó.