En medio de la oposición de ciertos sectores, el recinto de Río Piedras de la Universidad de Puerto Rico se propone cerrar en las próximas horas resicampus, la residencia estudiantil interna del campus.

Los trabajos se informaron como impostergables en mayo de 2019

Mediante comunicado de prensa, el grupo identificado como Task Force Social del Pueblo (TFSP), y que reclama agrupra a unas cien organizaciones, describió la acción de la administración universitaria como “desalojar estudiantes de ResiCampus en medio de la cuarentena del COVID-19”.

Explicaron que la advertencia de “desalojo” de la administración universitaria está pautada para hoy 31 de mayo y que mañana lunes 1 de junio de 2020 muchos estudiantes pueden verse desprovistos de vivienda segura.

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“Es de particular preocupación que entre este estudiantado hay jóvenes de escasos recursos que no tienen otras opciones de vivienda segura. Esto es alarmante dada la emergencia de salud pública que vive el país y las condiciones económicas en que viven muchos/as de nuestro estudiantado. En varios comunicados estos/as estudiantes han expresado que a pesar de haber hecho gestiones de vivienda alterna no cuentan con el mismo lo cual resultaría en deambulismo y otras situaciones de riesgo. Esto es inaceptable para el Task Force Social. Algunos estudiantes han expresado que tampoco se ha dialogado sobre las posibles ayudas económicas a estudiantes-residentes que servirían para costear residencia temporera, alimentos y otros suministros necesarios para sobrevivir esta crisis”, aseguró el task force social mediante comunicado de prensa.

En un estudio realizado por Mentes Puertorriqueñas en Acción (MPA), organización que pertenece al Task Force Social del Pueblo se denunció que 67.3% de los universitarios participantes del estudio habían visto una reducción en sus ingresos mensuales durante la cuarentena.

Duro golpe a los estudiantes

Es imperante que la administración universitaria tome decisiones afirmativas para salvaguardar la seguridad de este estudiantado. Algunos/as de estos estudiantes viven en precariedad económica como lo hacen más del 57% de nuestra niñez y juventud según informes del Instituto de Desarrollo de la Juventud. Por su parte, el estudio de MPA reflejó que el 59.4% tenía un ingreso mensual por debajo de los $500.00 antes de la cuarentena. En medio de la cuarentena algunos/as de estos/as estudiantes han perdido sus empleos y por ende fuentes de ingresos. Para muchos/as de ellos y ellas este desalojo significa que gran inseguridad de vivienda, inseguridad alimentaria y posiblemente la incapacidad de continuar con sus estudios.

“Estas inseguridades de nuestra juventud estudiante de la UPR pone en peligro no su salud física sino también pone en precariedad su salud mental, la cual ya ha sido vulnerabilizada por los traumas que hemos vivido por los pasados 3 años. Estos eventos incluyen los Huracanes María e Irma, los sismos de inicios de año (y que continúan en muchos de los pueblos de procedencia de este estudiantado), la cuarentena del COVID 19 y creciente precariedad económica por los aumentos de matrícula y recortes a la Universidad de Puerto Rico”, menciona el Dr. Eduardo A. Lugo Hernández, Co Facilitador del Comité de Niñez y Juventud del TFSP.

La respuesta del recinto

La UPR respondió en declaraciones escritas de que no se trata de un desalojo, sino de un cierre es necesario para realizar mejoras en la institución. Dijo que desde marzo de 2019 están anunciando esta medida y que de 264 estudiantes que había en la institución solo quedaban hasta el viernes unos 85 por entregar la llave, y que se entendía que esa cifra seguiría bajando.

Los estudiantes que no entreguen la llave, serán objeto de “sanciones”.

A continuación, las declaraciones íntegras del campus:

"Quienes se alojan en la residencia universitaria de Resicampus, lo hacen dentro del marco de un CONTRATO DE ARRENDAMIENTO que expira siempre con el final de cada semestre académico. En ese momento, conforme el reglamento que rige la residencias universitarias y el contrato que firma cada estudiante al ser aceptado como inquilino, las habitaciones deben de ser desalojadas para estar disponibles para quienes cualifiquen para el siguiente ciclo académico. Este es el procedimiento todos los semestres.

En este caso, desde hace poco más de un año -el 31 de marzo de 2019- se le notificó a toda la comunidad universitaria -incluyendo los inquilinos de Resicampus- que la residencia será cerrada para su rehabilitación. Estos trabajos son posibles gracias a una asignación de $6.3 millones proveniente del Departamento de Educación Federal y una aportación de Administración Central de $3.7 millones -para un total de $10 millones. Los mismos deberán de estar completados en un lapso no mayor de dos (2) años, de lo contrario se pondría en peligro esa subvención federal y, con ello, la perentoria reparación de esa estructura.

Aunque en marzo de 2019 se había anunciado que el cierre sería a partir del semestre que inició en enero de 2020, para beneficio de sus residentes el plazo se extendió hasta el final del semestre que concluyó esta semana y así se notificó en diversas oportunidades a los estudiantes alojados en esa residencia.

Aún más, con la declaración de la emergencia debido al COVID-19 se planteó la necesidad del desalojo total de Resicampus para que sus inquilinos regresaran a sus hogares. Sin embargo, gracias al compromiso y trabajo -desde el 16 de marzo pasado- de la Decana de Estudiantes Gloria Díaz, y el decano auxiliar Darwin Marrero, quienes han acudido a la residencia a supervisar y ayudar con su limpieza y la repartición de bolsas de basura, mascarillas y guantes, y a velar por el bienestar de quienes ahí han permanecido, la Administración de Recinto pudo continuar apoyando a los estudiantes que decidieron permanecer ahí.

Durante la pandemia -desde el 16 de marzo pasado- se han enviado cuatro (4) comunicaciones a los residentes de Resicampus avisando de la fecha límite para la entrega de las llaves para dar el espacio a que los estudiantes internacionales se muevan a Plaza Universitaria y que no les cobre una quincena de mayo.

De 264 residentes en Resicampus, a la mañana de ayer -28 de mayo- solo faltaban 85 estudiantes por entregar su llave Ese número cambiará en la tarde de hoy viernes porque hay estudiantes que están sacando sus pertenencias. Al momento solo 12 residentes aparecen firmando la lista de qué están durmiendo en el edificio.

De los 14 estudiantes internacionales en Resicampus, ya varios habían entregado sus llaves cuando el Recinto cerró, quedando 9 y de esos ya varios firmaron en Plaza Universitaria. Uno se graduó y se va a Plaza Universitaria porque su país tiene el aeropuerto cerrado y dos están pendientes del trámite a Plaza Universitaria o la Residencia Turabo.

Asimismo, la Administración del Recinto ha ofrecido en reiteradas ocasiones apoyo para ayudar a que todos los estudiantes alojados en Resicampus que demuestren verdadera necesidad, encuentren alojamiento en áreas aledañas al Recinto. A la fecha de hoy, ningún residente ha solicitado esos servicios.

El domingo 31 de mayo a las 2:00 p.m. Resicampus será cerrado y a quien aún no haya desalojado -SEGUN LO ESTABLECE EL REGLAMENTO Y EL CONTRATO QUE FIRMÓ- se le aplicarán los recargos correspondientes y se someterán a la Junta de Disciplina del Recinto. A cada residente que no entregue las llaves, se le enviará un documento con las sanciones antes descritas.

El lunes 1 de junio, personal de OCIU entrará a Resicampus a limpiar y descartar toda propiedad y comida que quede en las habitaciones. Además, el Decanato de Estudiantes procederá al inventario del edificio para poder entregar la estructura para la remodelación".