Como “cordial y productiva” describió el comisionado residente en Washington D.C. electo, Pablo José Hernández Rivera, la primera reunión que sostuvo este miércoles con la gobernadora electa, Jenniffer González Colón en la capital federal.

“La impresión que nos hemos llevado es que, tanto ella como yo, somos personas bastantes directas. Así que, podría haber buena comunicación (en el futuro)”, indicó Hernández Rivera a Primera Hora.

Según detalló el abogado, el cónclave comenzó con “temas livianos”, como la transición gubernamental y la vida entre Washington y Puerto Rico. Luego, continuaron con “temas sustantivos”, como la paridad de fondos federales, el riesgo de perder las ayudas de Medicare y Medicaid, el Farm Bill y la transición al Supplemental Nutrition Assistance Program (SNAP), la reforma contributiva que aplicaría el presidente electo de los Estados Unidos, Donald Trump, posibles recortes a fondos al Departamento de Educación y el tema de energía y posible cancelación del contrato de LUMA Energy.

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González Colón publicó un vídeo en sus redes sociales, recapitulando la discusión que sostuvo con el comisionado residente electo y asegurando que “están en la misma página, en la misma dirección”.

Sin embargo, Hernández Rivera especificó que fue en el tema de la reforma contributiva que González Colón en el que divergieron, pues la gobernadora electa “quiere reintroducir” proyectos que trabajó con el senador Marco Rubio.

Vamos a tener que armonizar posturas en cuanto a iniciativas que queramos impulsar en cuestión de la reforma contributiva de los republicanos. Queremos el desarrollo económico para Puerto Rico y no voy a dejar que diferencias de esa naturaleza nos descarrile o nos divida. Así que, vamos a tratar de buscar, obviamente, la manera de que podamos remar en la misma dirección. Es un punto que tenemos que analizar con más profundidad en los próximos días o semanas”, desatacó.

Pese a la diferencia de cómo se reaccionaría a esta reforma que promete Trump bajo su administración venidera, ambos coincidieron en el enfoque de “impulsar medidas de desarrollo económico”, cancelar el contrato de LUMA mientras se avanza con la reconstrucción de la red eléctrica y mantener los fondos de salud.

El tema del estatus de la Isla no surgió en esta primera reunión. Sin embargo, ya ambos han demostrado estar en desacuerdo, pues González Colón considera que es “un mandato electoral como funcionario electo” en promover la estadidad en el Congreso de los Estados Unidos.

Pero Hernández Colón, quien ya ha establecido que no buscará la estadidad para la Isla, reiteró que “honestamente, el ambiente para atender el estatus, con un congreso republicano y un presidente republicano, es tan adverso, sobre todo para la estadidad”.

“Si ella y otros penepés quieren venir acá (a Washington) a impulsar este mandato yo no voy a tener que hacer absolutamente nada para contradecirlos. Eso va a caer por su propio peso”, expresó.

Ya Hernández Rivera comenzó la orientación que debe recibir para ocupar el puesto, el que demorará 10 días. Allí, dijo que ya está estableciendo “buenas relaciones” con otros congresistas entrantes.