Confinados de la cárcel 501 de Bayamón amenazan con hacer una huelga de hambre a partir de esta semana como reclamo a denuncias que van desde deficiencias en el manejo de servicios médicos y tardanzas en la llegada de alimentos hasta la falta de talleres de rehabilitación que se vieron afectados durante la pandemia.

Los reos, que se comunicaron a la redacción de Primera Hora, exigen una reunión con la secretaria del Departamento de Corrección y Rehabilitación (DCR), Ana Escobar, así como con el senador William Villafañe, quien visitó el pasado sábado la institución correccional. En cambio, los reclusos alegan que no pudieron expresar sus preocupaciones al legislador.

El grupo exige que tanto la secretaria como el político se reúnan con la población correccional y no con un grupo elegido por la agencia.

Los confinados alegan que los reclamos incluyen condiciones extremas de aislamiento para los reos que reciben tratamientos médicos fuera de la institución, al extremo que supuestamente se les obliga a permanecer en cuarentena hasta por 25 días aun cuando están vacunados y arrojan negativo a las pruebas de COVID-19.

“Hay presos que necesitan operarse y no se atreven porque ese protocolo es inhumano... nos dejan con los mismos calzoncillos”, sostuvo uno de los denunciantes.

“Otra cosa es que si surge una emergencia no hay intercom (sistema de comunicación). Los mismos guardias están molestos. Además, seguimos con los problemas de alimentos. Los desayunos, por ejemplo, están sirviéndolos tarde y fríos. Somos confinados, pero somos humanos”, destacó otro de los reclusos.

Afirmaron, además, que aunque se prometió que se reiniciarían los cursos de rehablitación que se suspendieron por la pandemia, esto no ha ocurrido.

“Si vienen por ahí verán esas computadoras cogiendo polvo. Los cursos y talleres no se están dando, ni el de barbería que es uno de los que nos gusta mucho”, expresó uno de los ingresados en la cárcel. “Tampoco nos permiten ir a la biblioteca que eso es algo que uno hace para prepararse a la hora de ir a los tribunales”, agregó.

Alegaron también que la comisaria no está funcionando y que en su lugar se están realizando ventas especiales en semanas alternas, pero que no llenan las necesidades de los reclusos.

“Necesitamos que nos escuchen. Que la señora secretaria venga y que el senador William Villafañe también venga a conocer lo que de verdad está ocurriendo... y haremos huelga de hambre hasta que nos escuchen”, dijeron.

Reacciona la secretaria de Corrección

Por su parte, la secretaria de la agencia reiteró que durante la visita que realizó con el legislador durante el fin de semana sí hubo espacio para conversar con los confinados de diversas viviendas, excepto con los del Edificio 2 quienes está en un proceso disciplinario tras ocurrido un percance en el que resultaron agredidos dos oficiales correccionales que se disponían a realizar un registro en el área.

“No entramos a esa sección en específico para salvaguardar a los visitantes... optamos por continuar visitando todas las demás áreas y recogimos el inzumo de la mayoría de los confinados que sí interesaron conversar con nosotros”, sostuvo Escobar al indicar que la visita con el senador Villafañe se extendió por un periodo de cinco horas.

Con relación a las alegaciones de medidas extremas de aislamiento con los reclusos que salen de las instituciones a procesos médicos o de tribunales, la funcionaria dijo que es una situación que se requería por disposición del Departamento de Salud y de Salud Correccional. En cambio, desde la semana pasada los periodos de cuarentena se cancelaron para todos aquellos confinados que han completado el proceso de vacunación. Actualmente, el 92% de la población correccional y el 95% de los empleados están inmunizados contra COVID-19.

“Tenemos cerca de 400 personas de la población que no está vacunada. En esos casos si alguno de ellos tiene que salir a recibir servicios médicos en la comunidad o a alguna gestión en el tribunal tiene que pasar por el proceso de cuarentena”, indicó Escobar.

Sobre el reclamo de que no se han reanudado los cursos presenciales, detalló que autorizó a que se llevarán cabo y, de igual forma, se reestablecieron las salidas de brigadas para trabajar en los municipios y el Departamento de Educación.

“Sobre el asunto de la comisaria debo decir que sí se ha visto afectado a como estaba funcionando normalmente”, explicó.

Dijo que la dinámica del equivalente a un colmado -donde los confinados pueden comprar comestibles y artículos de primera necesidad- ha sido sustituido por unas “ventas especiales” mientras se lleva a cabo el proceso de transición con la empresa Carolina Catering, compañía a la que se adjudicó el contrato de servicio de alimentos, lavandería y operación de la comisaria. Las “ventas especiales” de algunos artículos se llevan a cabo en semanas alternas. La agencia se espera por la autorización de la Junta de Supervisión Fiscal (JSF) para autorización y firma del contrato.

“Pero le hemos dado la oportunidad a familiares a que puedan proveer productos. Hemos autorizado la entrada de artículos de primera necesidad, alimentos y vestimenta, sin que esto conlleve que haya un exceso de propiedad en las áreas de vivienda”, puntualizó la secretaria al agregar que el control de artículos se hace para cumplir con reglamentaciones impuestas por el Cuerpo de Bomberos.

Asimismo, la titular expuso que siempre ha tenido apertura para establecer conversaciones con los confinados. “En mis años de servicio siempre me gustaba visitar viviendas y hablar con la población. Y ahora más todavía”, sostuvo la funcionaria.

De otra parte, el senador Villafañe se comunicó con Primera Hora para reafirmar que “por razones de seguridad” no pudo visitar todos los módulos pero, aseguró, atenderá los reclamos expresados por los confinados.

“Pude recoger un insumo bastante completo de las necesidades que tienen los confinados en dicha cárcel. Esto me será muy útil para trabajar legislación. Estoy en la mejor disposición de visitar los pocos módulos que faltaron cuando el Departamento lo entienda seguro”, señaló Villafañe.