La exsecretaria auxiliar en Administración del Departamento de Salud Adil Rosa, quien fue señalada por dos subalternas, como la responsable por el frustrado contrato de $42 millones para la compra de pruebas rápidas del Covid-19, se defendió con evasivas esta noche en su testimonio bajo juramento ante la Comisión de Salud de la Cámara de Representantes.

Rosa comenzó a declarar cerca de las 6:00 de la tarde y pasadas las 8:30 de la noche, la Comisión de Salud detuvo las vistas investigativas a petición del representante José Apote Hernández para que la funcionaria considerara la posibilidad de solicitar inmunidad para no autoincriminarse.

Luego de un receso, la mujer pidió tiempo y el presidente de la comisión legislativa, Juan Oscar Morales, le concedió hasta este jueves a las 9:00 de la mañana y le instruyó a “que venga preparada para una cosa o para la otra”.

Por su parte, el representante popular, Rafael “Tatito” Hernández calificó de prematura la solicitud de inmunidad. “Primero la testigo tiene que dar una oferta de prueba que vincule a una persona de mayor jerarquía en el esquema de corrupción”, indicó el portavoz de la delegación popular.

El representante independentista, Denis Márquez Lebrón reclamó a su vez, el derecho a interrogar a la testigo, pues cuando los trabajos de la Comisión se detuvieron los legisladores, salvo Morales, no habían tenido la oportunidad de hacer preguntas a la funcionaria.

“La responsabilidad es de usted, era usted la encargada del área de compras”, le advirtió Morales a la testigo desde el principio del testimonio ante las respuestas elusivas de Rosa en torno a su competencia como supervisora del área de compras en el Departamento.

“Eso de que no me tocaba a mí, que le tocaba a otro, no puedo ser, por eso es, que este País está como está”, la confrontó Morales. Le dijo que estaba a la defensiva cuando le cuestionaba sobre órdenes de compra y ella le replicaba incómoda que no las había visto o que el documento era responsabilidad del área fiscal.

El legislador novoprogresista le recordó a la funcionaria, que compareció con un abogado a la vista investigativa, que estaba bajo juramento y le pidió que contestara con la verdad.

Rosa admitió que ella le dio instrucciones a la “analista de compras” de Salud, Mariel Rivera para que evaluara la cotización de Juan Maldonado a nombre de la compañía Apex para la compra de un millón de pruebas a un costo de $42 millones, que éste rebajó a $38 millones y que finalmente, el contrato se canceló porque las pruebas no tenían la certificación de la Administración Federal de Drogas (FDA, en inglés).

La funcionaria, que cesa mañana miércoles en el Departamento de Salud, declaró que ella no conocía a Maldonado y que fue el director del Task Force Médico, Segundo Rodríguez quien le refirió su teléfono y le dijo que éste tenía equipos como ventiladores y rapid kits.

¿Por qué cuándo Segundo Rodríguez le dice, ‘llamen a Juan Maldonado para que nos cotice’, no utilizaron las otras compañías a las que ya le habían comprado pruebas?, le inquirió el legislador.

“Porque las fechas de entrega no estaban cercanas”, respondió Rosa, alegó que solicitaron otras cotizaciones, adicionales a la de Maldonado, pero no pudo dar fe de ello.

El Presidente de la Comisión le mostró una propuesta de otra compañía sobre la venta de unas 500 pruebas a $10.00 y no fue considerada.

¿Cómo es posible que le hayan solicitado a Juan Maldonado una cotización y en menos cuatro horas emitieron la orden compra?, le inquirió el legislador.

También Morales le preguntó si en medio de la emergencia el jefe de campaña de la gobernadora Wanda Vázquez Garced, Jorge Dávila había referido suplidores a Salud.

Rosa fungía últimamente como ayudante especial en el Departamento de Salud y dijo que cesa en funciones y regresa a su puesto de carrera en el Departamento de la Familia porque “no contaba con la confianza” del nuevo secretario de Salud, Lorenzo González Feliciano.

Rosa declaró que consideraba a la renunciante secretaria interina de Salud, Concepción Quiñones de Longo como una persona seria y que “aprendió mucho de ella”. Indicó no haber tenido diferencias con la exsecretaria , “más allá de una duda en una ejecución” y negó no haber reconocido las facultades de Quiñones de Longo cuando llegó para sustituir a Rafael Rodríguez en el cargo.

A preguntas del representante Morales, la testigo negó haber dicho en una ocasión que ella sólo recibía instrucciones de La Fortaleza.

“No creo que mienta, pero yo hablo por mí. Yo creería que no es capaz de mentir, pero no puedo decir si miente o no”, dijo sobre Quiñones de Longo.

Dijo que su relación con el exsecretario Rafael Rodríguez era “estrictamente profesional” y que llegó a la agencia recomendada por el exsecretario de la Gobernacion, Ricardo Llerandi.

Indicó además, que mantiene una relación profesional con la ex ayudante de Salud Mabel Cabezas, quien fue despedida por González Feliciano. “Era la chief of staff del Departamento, ella tenía el poder de dar cualquier instrucción por parte del Secretario o Sub Secretario. Yo la respetaba siempre la vi ejerciendo sus funciones mientras yo hacía las mías”, sostuvo.