¿Cómo puedo adquirir una propiedad de la UPR?
Conozca los pasos que debe seguir, los beneficios y los posibles problemas que enfrentaría.
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Si está en proceso de búsqueda de una vivienda, un apartamento o hasta una finca, sepa que el inventario de propiedades inmuebles de la Universidad de Puerto Rico (UPR) puede ser una buena opción.
Pero, se le anticipa que necesitará paciencia para someterse al largo y estricto proceso que se debe cumplir para beneficiarse de la compra o alquiler una propiedad “al precio de tasación”.
La directora de la Oficina de Desarrollo Físico e Infraestructura, Miriam A. Román, señaló que el proceso que conlleva adquirir una propiedad de la UPR suele demorar de tres a nueve meses. Esto se debe a todos los pasos que se deben seguir, incluyendo el que la Junta de Gobierno de la institución avale la transacción.
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La funcionaria detalló que, en ciertos casos, también se requiere la autorización de la Junta de Planificación, lo que extiende más el periodo de concluir con la transacción.
Mire aquí la lista de propiedades disponibles
“Esto es un proceso que es más largo que si fuera un banco… O sea, que no es una venta que es rápida”, aceptó Román.
Lo primero que tiene que hacer un ciudadano interesado es escribir un correo electrónico a la dependencia, odfiac.inmuebles@upr.edu/ac. Debe establecer cuál propiedad que desea, o dar a conocer que interesa una propiedad en cierto municipio. Es que, si no hay disponibilidad, se le mantiene en un expediente en espera a que surja un caso.
Román comentó que, de vuelta, la persona recibirá un correo electrónico con el formulario que debe completar e información relacionada al proceso.
La funcionaria explicó que las propiedades que tengan disponibles las ponen en venta o en alquiler con opción a compra por un periodo de 30 a 45 días.
“Todo es por escrito para evitar problemas. Se envía un correo electrónico diciéndole el término de días que tiene para hacer las ofertas, se le envía el formulario, se le envía los requisitos para hacer la oferta y se le indica que, si quiere ver la propiedad, pues que nos envíe su disponibilidad para, entonces, nosotros mostrarle la propiedad”, detalló Román.
La Universidad acepta ofertas desde un 10% menor al precio de tasación hasta por encima del precio de tasación.
“Si el por ciento es menor al 10%, pues ellos (la Junta de Gobierno de la UPR) entran en ese proceso de evaluación y pueden devolvernos la propiedad. Decir ‘no’ a ver si aparece alguien que dé más”, indicó.
Son las primeras dos ofertas con el mayor precio ofrecido por los ciudadanos interesados los que se someten a la Junta de Gobierno para su evaluación. Los compradores deben haber anticipado si comprarán la propiedad en efectivo o si requieren financiamiento de un banco. Si utilizan esta última opción, deberán contar con una precualificación bancaria.
Román aceptó que, por lo general, la Junta de Gobierno tiende a favorecer transacciones que no involucren a un banco.
“Si las primeras dos ofertas están muy cerquitas y una es con financiamiento y otra es en efectivo, la Junta de Gobierno va a aprobar la que es en efectivo, obviamente para evitar el proceso de ir al banco”, expuso.
Sin embargo, la funcionaria informó que cuatro de las 18 ventas que han realizado desde el 2019 han sido bajo financiamiento de bancos y cooperativas.
Otro aspecto que Román destacó es que una vez se identifiquen a los dos probables compradores, a estos se les requerirá un largo listado de documentos gubernamentales, que incluyen:
- Certificación de no deuda con el Departamento de Hacienda
- Últimas cinco planillas de contribuciones sobre ingresos
- Certificado de buena conducta
- Certificados de no deuda con el Centro de Recaudación de Ingresos Municipales (CRIM) y la Administración del Sustento de Menores (Asume), entre otros.
Una vez que la Junta de Gobierno seleccione al que será el comprador o se le extenderá un contrato de alquiler con opción a compra, llega el momento para que se firme un acuerdo entre el beneficiario y la UPR.
Román explicó que todos estos requisitos se deben a que “somos una corporación pública y, al ser una corporación pública, pues, también tenemos nuestras propias regulaciones y tenemos las auditorias del Contralor. Por eso es que las ventas no son igual de rápido que con un banco o igual de rápido que con un corredor. O sea, nosotros no funcionamos como los corredores de bienes raíces. Nosotros pues, vendemos las propiedades que tenemos disponibles”.