Aunque el gobernador Pedro Pierluisi tomó en consideración las sugerencias que realizaron los miembros de la Coalición Científica que asesora al gobierno para establecer planes de contención contra el COVID-19; la organización hizo público un informe con una serie de recomendaciones que se deben atender con premura para poder frenar la crisis salubrista y que incluyen descartar el regreso a clases presenciales hasta que se demuestre disminución de casos y muertes por la enfermedad.

El documento de 11 páginas -publicado en la red social Twitter por Daniel Colón Ramos, presidente de la Coalición- detalla 26 recomendaciones al gobierno y hace hincapié en que hay que tomar con “cautela” las estrategias de reapertura y que las futuras órdenes ejecutivas deben estar acompañadas de medidas que mejoren las estrategias de cernimiento, los sistemas de monitoreo del virus, las campañas educativas y la transparencia en la información que se le lleva a la ciudadanía.

Tomando como base la situación actual de la isla- donde se percibe una tasa de positividad del virus de un 10%, el cual excede los niveles recomendados por la Organización Mundial de la Salud (OMS)- el grupo recomendó a Pierluisi no ejecutar cambios mayores en el decreto que anunció ayer y que entrará en vigor a partir del viernes 8 de enero.

Sin embargo, la Coalición, que fue creada en noviembre pasado a instancias del Primer Ejecutivo y la cual cuenta con seis grupos de trabajo (Comité de Rastreos, Comité de Pruebas, Comité de Vacunas, Comité de Protocolos y Educación, Comité de Datos y Comité de Apertura y Capacidad), advirtió sobre otras recomendaciones a las que hay que prestar atención y que incluyen: atender con “urgencia” la situación de salud mental en el país; continuar incentivando las actividades de trabajo remoto; descartar las clases presenciales en el sistema privado y público hasta que se evidenciee una disminución sostenida en casos únicos reportados y en fallecimientos; y fiscalizar y velar por el “cumplimiento cabal” del plan de cernimiento en los puertos.

“Estas recomendaciones incluyen campañas de educación sobre prevención y vacunas, expansión de acceso a pruebas del virus y mejoras a los sistemas de datos. Estas estrategias fueron conceptualizadas como mejoras que beneficiarán al pueblo puertorriqueño, no solo en esta pandemia, sino en futuras situaciones salubristas”, expresó por escrito Colón Ramos, quien favoreció la apertura de playas y marinas.

De hecho, el informe expone que solo 51 casos de 61,248 que fueron investigados por el sistema de rastreo se vincularon a transmisiones en playas o marinas. “Conforme a estudios científicos que muestran el beneficio y so de espacios abiertos; y conforme la importancia de la salud mental del país, recomendamos la flexibilización de uso de parques, playas y otros recursos naturales bajo condiciones que mantengan el distanciamiento social y otras consideraciones salubristas”, se destaca en el documento firmado por el también profesor de neurociencia y biología celular en la Universidad de Yale.

“Nuestro rol es asesorar, no implementar, y publicaremos informes adicionales con sugerencias de implementación por las agencias pertinentes”, agregó al destacar que aún cuando la vacunación masiva es la estrategia biomédica para el control de la pandemia, el proceso recién acaba de comenzar, y se debe continuar con el uso de mascarillas, lavado de manos y mantener el distanciamiento físico.

A continuación, presentamos diez puntos relevantes del informe presentado por la Coalición:

  • Debido a que el periodo de incubación del virus es de 2-14 días, existe un consenso en la Coalición de que las nuevas medidas que se implementen deben tener una vigencia de un mes (30 días) para que pueda evaluarse el efecto de estas en la propagación del COVID-19 en Puerto Rico. Si la nueva orden entra en efecto el 8 de enero de 2021, se recomienda que se mantenga al menos hasta el viernes, 7 de febrero de 2021.
  • Se recomienda que las órdenes se anuncien con antelación, para que la sociedad civil pueda prepararse para los cambios a implantarse.
  • En situaciones de clara emergencia (tendencia de aumento en casos, hospitalizaciones y muertes por mas de tres días), se sugiere cambios a las órdenes para tener mayor control, inclusive en el periodo entre los decretos. No se recomienda esta misma práctica para las flexibilizaciones, ya que las mismas dependen de un patrón emergente epidemiológico que toma más tiempo determinar.
  • Deben incentivarse todas las actividades de trabajo remoto en todas las industrias y agencias gubernamentales.
  • Se reitera la urgencia de atender como prioridad la situación de salud mental en el país, tomando como punto de partida la necesidad de incluir expertos de salud mental en los grupos de trabajo de la Coalición y la flexibilización de las órdenes en el uso de espacios abiertos como playas, marinas y parques. El grupo destaca que estudios científicos demuestran que espacios abiertos aumentan la dilución de concentración del virus, posiblemente limitando el riesgo de contagio. En cambio, se recomienda monitoreo de uso para limitar aglomeraciones. Estas medidas pudiesen incluir: no llevar neveras de playa (para limitar el tiempo en las áreas recreativas y los tamaños de los grupos), marcar áreas específicas para permitir distanciamiento físico y reducir los tamaños de los grupos a núcleos simples de familias inmediatas por periodos específicos de visita a las áreas recreativas (2-4 horas) y no permitir uso de alcohol. Explícitamente se recomienda el cierre o limitación de espacios cerrados que promuevan agrupaciones de personas como lo son comedores de restaurantes, centros comerciales, barras, gimnasios, casinos, cines, teatros, iglesias, entre otros.
  • En cuanto a los colegios privados y las escuelas del sistema público de enseñanza, la asistencia presencial a clases durante el semestre escolar 2021 no puede ocurrir hasta tanto se evidencie una disminución sostenida en el reporte de casos confirmados y fallecimientos diarios por COVID-19 en Puerto Rico. En estos momentos, Puerto Rico se encuentra en niveles de transmisión comunitaria 3 y 4 (CT3-CT4), representativo de una alta incidencia de casos dispersos en la comunidad por más de 14 días). Ante estos niveles de transmisión comunitaria, la OMS recomienda restricciones para reapertura de escuelas. Se delega en el Departamento de Educación y en sus grupos asesores en conjunto con el Departamento de Salud el desarrollo de guías específicas sobre este particular. De igual manera, la preparación de los planteles escolares debe atenderse como asunto prioritario, tomando en cuenta que hay municipios en el sur donde no existen planteles escolares debido a eventos sísmicos del 2020. Es importante que el Departamento de Educación en conjunto al Departamento de Salud, establezcan comunicación con la Coalición Científica para poder ofrecer recomendaciones puntuales basadas en datos sobre la reapertura de escuelas, incluyendo criterios de riesgo asociados a la localización de las escuelas en sectores de alta incidencia.
  • El periodo de la vigencia de las medidas de la actual orden ejecutiva debe ser aprovechado para trabajar en mejorar la disponibilidad de pruebas de diagnóstico para la población y en las deficiencias que se tienen al momento en la disponibilidad de los datos epidemiológicos y estadísticos de casos, de rastreo de contactos, hospitalarios y fallecimientos por COVID-19. Esta información debe presentarse periódicamente, de manera pública, y transparente y accesible, para poder tener panoramas claros previo a recomendaciones futuras. Además, se reitera la importancia de la fiscalización continua de la entrada de datos por los laboratorios clínicos y las compañías intermediarias que proveen la transferencia de estos datos al BioPortal del Departamento de Salud, y coordinación con los hospitales para integración de sus datos al sistema de la agencia. No sugieren en estos momentos creación de nuevos sistemas informáticos que pueden resultar redundantes, sino la integración a sistemas existentes con puntos de entrada simples, automatizados e integrados con sistemas de cumplimiento a nivel de Puerto Rico y a nivel federal.
  • El plan de cernimiento para visitantes a través de los puertos de entrada al país deben fiscalizarse y se debe velar por la implementación y cumplimiento cabal, tanto del plan como del rastreo. Están llegando sobre 11,000 personas diariamente a Puerto Rico durante el invierno, de lugares en Estados Unidos donde los niveles de contagio son altos y donde existen nuevas variantes del virus con mayor capacidad infecciosa. En estos momentos se desconoce los resultados del monitoreo que se realiza en el aeropuerto, por lo que se requiere por parte del Departamento de Salud un informe semanal sobre la vigilancia de viajeros. Este informe permitirá emitir recomendaciones para mejorar las estrategias.
  • Se recalca la importancia de integrar a los municipios en la vigilancia del cumplimiento de todas las medidas y en el rastreo de contactos. Se destaca como “extrema urgencia” que se aseguren fondos para la continuidad de los sistemas de rastreo municipales, además del sistema central, para poder monitorear posibles brotes.
  • Se insta a extender el sistema de monitoreo epidemiológico a uno que incluya la vigilancia genómica que permita definir las variantes genéticas que están circulando en Puerto Rico.