El posible cierre de labores de la administración municipal de Comerío en junio próximo debido al tranque con la Junta de Supervisión Fiscal para el presupuesto del próximo año fiscal, significaría una “catástrofe, comparable con el paso de otro huracán de intensidad mayor”, según palabras del pastor Jorge Santiago Reyes, líder de la Iglesia One Church y quien sirve a decenas de comunidades pobres del pueblo.

”En Comerío la pobreza es bien grande, casi de un 75% de la población y muchas de esas personas son mayores de edad que diariamente necesitan de la distribución de alimentos que el municipio les brinda, además que muchos de esos ancianos necesitan transportación a sus citas y tratamientos médicos. Si no se logra un acuerdo sobre el presupuesto, serían miles de comerieños que nos perjudicaríamos grandemente”, declaró el líder religioso, quien desde el desastre por el huracán María, se ha dedicado hasta el presente en la reconstrucción de techos y viviendas.

Contrariado por sus compromisos inmediatos en la reconstrucción de viviendas, el pastor Santiago Reyes, asegura que “si ocurriera una barbaridad como esa, el trabajo para nosotros sería doble o hasta muy limitado y lento, porque el municipio nos ayuda en la transportación de materiales y en la aportación de personas diestras en electricidad, plomería y otros servicios que requieren las personas que servimos”.

“Son también muchos niños los que se verían perjudicados con esta situación, porque dependen de la transportación escolar municipal y de los centros de cuido”, comentó.

Para Santiago Reyes, una de las preocupaciones mayores que manifestó pensar ante el posible cierre es la dificultad que tendría en proporcionar agua a las comunidades pobres que se sirven de un pozo que ubica en las facilidades de la iglesia que administra en el barrio Naranjo de Comerío.

“Cuando el huracán Fiona, fueron centenares de personas que vinieron hasta la iglesia para abastecerse del agua del pozo que tenemos, bañarse con agua caliente en nuestras instalaciones y cargar las baterías de sus celulares gracias a un generador eléctrico que funciona con diésel, el cual se llenaba para esos propósitos con la colaboración del municipio. Si esta cadena de ayuda se rompe, la situación sería demasiado lamentable para este pueblo”, aseguró.

Ante la fecha límite para solucionar la controversia del presupuesto municipal, el pastor hizo un llamado urgente “al gobernador (Pedro Pierluisi) para que atienda esta situación con urgencia, porque se no va la vida en esto. También apelamos a la solidaridad de nuestros hermanos de otros pueblos, para que aporten lo que puedan en ayuda de nuestro pueblo comerieño en caso de suceder una tragedia como la que se espera”, finalizó.