La aprobación del Farm Bill HR-002 de la Cámara de Representantes de Estados Unidos representaría un golpe mortal para la industria de peleas de gallos en Puerto Rico.

El proyecto de ley que se debate en el Senado federal prohibiría la práctica de las peleas en el País y eso tendrá fatídicas consecuencias que conllevaría el cierre de sobre 60 galleras.

De eso ocurrir, significaría la pérdida de unos 25,000 empleados y, además, $87 millones anuales en ingresos. Sin embargo, Víctor Cruz Jr., quien durante las pasadas décadas ha estado ligado a la crianza de gallos de pelea en Juana Díaz, se aferra el optimismo de que las enmiendas radicadas van a impedir que se obtengan los votos necesarios.

Relacionadas

El proyecto de aprobó la Cámara de Representantes con votación 213-211 establece la política pública y los subsidios agrícolas. Una propuesta similar fue derrotad el pasado mayo. En el Senado, no obstante, el proyecto de ley ha sufrido sustanciales cambios. De hecho, el demócrata de Oregón, Ron Wyden, fue el propulsor de la idea para incluir a Puerto Rico y los demás territorios estadounidenses en la prohibición de las peleas de gallos.

“Han presentado unas 148 enmiendas y eso puede ser una señal que no lo aprobarán. Tiene que haber consenso unánime o de lo contrario el proyecto muere”, indicó Cruz Jr. “No hemos perdido la esperanza ni la vamos a perder”.

“Tenemos que organizarnos mediante una asamblea para decidir qué haremos. Las leyes en Estados Unidos van por encima de las de Puerto Rico, así que, si aprueban la prohibición de las peleas de gallos, no tendremos muchas alternativas. Sería una muerte anunciada”, sostuvo.

Cruz Jr. teme que la prohibición vendrá acompañada por otras consecuencias.

“Se van a crear unas confrontaciones. Tengo sobre 100 animales y no voy a permitir a que venga la Policía ni a nadie a matarme los gallos. La mayoría de los galleros queremos y tratamos mejor a los animales que ninguna otra persona”, advirtió.

Cruz explicó que los ingresos del Gobierno se verán afectados. Cada gallera activa paga $3,000 por una licencia, además de patentes municipales y licencias de los jueces. Asimismo, venden comida, bebidas, pagan a empleados e incurren en gastos operacionales.

Los galleros, por su parte, invierten en los centros agrícolas locales comprando comida y medicinas para los animales.

La Ley de Gallos de Puerto Rico fue firmada en 1948 y es considerado una de las prácticas de mayor tradición en la isla.

“Las Naciones Unidas reconoce las peleas de gallos como un deporte cultural”, concluyó Díaz Jr.

Por lo pronto, los galleros tienen en agenda establecer los planes de acción que incluye realizar manifestaciones en el Capitolio.