Celeste Benítez “no se puede callar”
Opinó que se necesitan voces claras y firmes. (Ve vídeo)
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 14 años.
PUBLICIDAD
La voz de Celeste Benítez es sonora y clara cuando habla del Partido Popular y de Puerto Rico, del aquejado Puerto Rico de hoy.
La ex senadora, ex candidata a la alcaldía de San Juan y a comisionada residente en Wa-shington habla, desde el retiro, de su partido, y aconseja que, de camino a las elecciones, el PPD debe asumir una actitud de “inclusión”; que el nuevo liderato de esa colectividad tiene que buscar unir a un pueblo, a todas sus tendencias ideológicas y no prescindir de talentos como el de los ex gobernadores Sila M. Calderón y Aníbal Acevedo Vilá.
Del último, dice que en estos momentos es el mejor líder que tiene el partido, pero no cree que él esté buscando renominarse para la Gobernación; tampoco Calderón.
No descarta, tampoco, una primaria; incluso dice que a veces piensa que sería bueno que se celebrara.
“Los partidos existen para sumar y multiplicar y ésa debe ser la actitud que asuma el nuevo liderato”, acota Benítez, en vísperas de que el PPD advenga a las manos de una nueva jefatura, la del senador coameño Alejandro García Padilla.
La también ex secretaria de Educación habla del futuro del Partido Popular, pero ahora desde una posición de privilegio.
En ella se conjugan, después de tantos años de militancia, la experiencia y también la posibilidad de mirar desde una distancia prudente el quehacer político de la Isla.
Ya no incide en ella el frenesí político-partidista en que vivió por tantos años, y desde allí es que opina que las tres alas ideológicas en el PPD -la derecha, el centro y la izquierda- deben aglutinarse en un mismo propósito, “de mejoramiento del país”.
Benítez, de 76 años, ve esa necesidad ante un Puerto Rico sumido en depresión, ante un Puerto Rico que dice que atraviesa, quizás, por su momento más difícil desde los años cuarenta, cuando ese mismo Partido Popular se dio a la tarea de ayudar a transformar a un país, para aquel entonces pobrísimo.
Insiste en que la Pava, camino a las elecciones de 2012, tiene que “sumar gente a su gestión; contar con todo el mundo, incluso, con fuerzas fuera del partido”.
“Abrir las puertas de par en par”, dice, tras sostener que no hay otra opción que el PPD; que éste es la única alternativa real que existe para derrotar al gobierno del Partido Nuevo Progresista. Otras formaciones políticas las rechaza, señalando que, en el pasado, partidos como el de Renovación Puertorriqueña, del ex alcalde de San Juan Hernán Padilla, fracasaron.
¿Y el status? ¿De lo que usted habla es de volver al “status no está en issue” de Luis Muñoz Marín en el cuarenta? ¿El PPD no tiene que definirse ideológicamente?
La educadora habla con avidez sobre el tema y asegura que el status político de Puerto Rico “sí esta en issue”; que ése es un asunto a resolver, pero a través de una asamblea constituyente.
Benítez conversó extensamente con Primera Hora en su apartamento de Río Piedras, un apartamento pequeño, en el que ella sacó espacio para los libros y hasta para un minihuerto casero.
El tema de la transición de liderato del PPD es una realidad de la que Benítez no puede sustraerse, por su rol de analista política.
“Yo quisiera oír más voces dentro del PPD”, precisa Benítez, cuando se le cuestiona si está contenta con la labor de fiscalización de los populares.
Acota que el Partido Nuevo Progresista “ha abusado” de la minoría del PPD, que le limita hasta la expresión en la Legislatura, pero aun así, hay que hablar con “más fuerza”.
¿Alguien que aspire a gobernar el país debe ser bien vocal? Los publicistas pretenden que los candidatos a la Gobernación apenas hablen. ¿Usted se imagina a un Muñoz Marín calladito?, le preguntamos ante las críticas a García Padilla y “su silencio”.
En la situación que vive Puerto Rico -contesta sin mencionar a nadie por su nombre- se necesitan voces firmes, voces claras y valientes... que digan: “Por aquí es que vamos”.
La ex senadora, que una vez se enfrentó al fogoso líder estadista Carlos Romero Barceló, destacó que urgen “voces que le digan al país, día a día, que existe una virtud que se llama valentía; que hay que hacerla realidad”.
“Por eso yo admiro a los estudiantes de la Universidad de Puerto Rico”, acotó, tras describir a un país que también se está tragando, callado, sus penurias.
Celeste Benítez opinó que la crisis que vive el país se debe, en gran parte, a la polarización política creada por la alternancia de gobiernos populares y novoprogresistas, que ha resultado “desastrosa”.
“Llevamos 43 años en una guerra continua”, atrapados, según su opinión, por la politización, y ahora, además, por “una política de barbarie”.
La ex secretaria de Educación criticó, además, al gobierno de Luis Fortuño por intentar “desarticular a las minorías”, algo que dijo “hace susceptible al país de caer en un estado de dictadura”.
Las voces que se “rebelan” ante ese escenario, a excepción de los estudiantes de la Universidad de Puerto Rico, son casi inexistentes, afirmó.
“Yo siento un dolor bien grande cuando veo lo que está sucediendo en Educación y en la UPR, las dos instituciones donde se forja el futuro del país. Ambas están abandonadas y manipuladas”.
La sobrina del ex presidente de la Universidad de Puerto Rico Jaime Benítez reiteró su admiración por el movimiento estudiantil, “por su dignidad y valentía”, y también por ser la única oposición “de verdad” que ha enfrentado al Gobierno.
“El único grupo que ha levanto su voz con fuerza y energía ha sido el de ellos”, insistió, tras recriminar a otros sectores, como el movimiento obrero.
“¿Qué han hecho las uniones en Puerto Rico para defender a una clase tan abusada como la de los trabajadores?”, preguntó, al recordar el despido de miles de empleados públicos.
Benítez, quien se ayuda a caminar con un andador y quien dice que, ahora mismo, lo más que le satisface en la vida es recibir a sus hijas en casa para comer, piensa que al país le llegó la hora de “ponerse de pie”, de que -en plural- “salgamos en defensa de sus derechos”.
“Ésa es una asignación que está pendiente todavía”, reclama. “Este país no puede olvidar. No puede callar... Aquí la gente tiene que expresarse. Hay un llamado a la militancia”, asegura.