Celador de líneas trasladado a puesto de guardia de seguridad: “Nos están matando por dentro”
Empleados de la AEE ofrecen emotivos testimonios en la Cámara.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 3 años.
PUBLICIDAD
Con voz quebrada, ojos llorosos y clamando por ayuda psicológica celadores de líneas denunciaron hoy que la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE) “los dejó solos” tras notificarles las cartas de movilidad a puestos como guardias de seguridad o de servicios de escolta en otras agencias para dar paso a la entrada de LUMA Energy el primero de junio.
“Nos están matando por dentro. Yo lloro, en las noches no puedo dormir, me preocupo y entiendo que esta movida, así a lo loco era para cumplir. Tampoco pensaron en nosotros. Nos están desechando después de tantos años de servicio, de ser primera cara de la Autoridad ante el pueblo y de levantar el País”, dijo Héctor Torres Santaella, celador de líneas 1V de la Central Monacillos en Río Piedras con casi 27 años de servicio.
Torres Santaella y el también celador de líneas IV, Iván Acevedo Fernández, del Despacho de Bayamón, vestidos con sus uniformes de trabajo. así como, otros empleados técnicos y clericales de la AEE ofrecieron emotivos testimonios esta tarde en una vista pública ante la Comisión de Energía de la Cámara, que preside el representante Luis Raúl Torres.
“Nadie está siendo sensible con nosotros… Vivo con una tía de 89 años y no encuentro como decírselo. Tengo dos hijos adolescentes que todos los días me llaman y desde que recibí esta maldita carta el ojo izquierdo y el labio me tiemblan por el estrés. La oficina de Ayuda al Empleado (PAE) está cerrada. Nos tiraron a la deriva”, expresó Torres Santaella, quien dijo que está próximo a cumplir 50 años de edad y en la carta, con fecha del 27 de abril, se le notificó que a partir del primero de junio laborará como agente de seguridad en la Administración de Servicios Médicos, en San Juan.
“Se le aprieta a uno el corazón”, sostuvo al describir el momento en que abrió la misiva firmada por el director ejecutivo de la AEE, Efrán Paredes Maisonet y la directora de la Oficina de Administración y Transformación de los Recursos Humanos del Gobierno de Puerto Rico, Zahira Maldonado Molina. “La salud mental de nosotros a nadie le ha preocupado”, agregó el celador.
También dijo que les preocupa cómo serán recibidos en los puestos a los que han sido transferidos, “pues algunos de esos compañeros tienen un salario menor al de nosotros”. Torres Santaella sostuvo que LUMA no les dio “ninguna garantía” de empleo.
“Estamos tristes y desmoralizados porque yo, como muchos de mis compañeros hemos dado la vida por este trabajo, por el pueblo y en emergencias, en huracanes, ahí hemos estado dando el máximo, el cien por ciento por nuestro País. Es una decepción como nos han tratado, como ha dispuesto de nosotros como si fuésemos basura”, dijo Acevedo Fernández, quien también fue trasladado a servir como guardia de seguridad en el Departamento de Salud en San Juan.
“Donde nos pongan nosotros vamos a hacer el trabajo que haya que hacer, pero ha sido un golpe bajo, indigno pues cuando entramos a esta agencia entramos con una ilusión de tener un retiro digno, tener un buen empleo y sostener a nuestras familias. Ha sido bien difícil aceptar esta movilidad en contra de nuestra voluntad”, sostuvo el celador con 16 años de servicio en la AEE. “Esto es un plan orquestado, demonizando la unión y la Autoridad con el fin de destruirla. No fuimos nosotros los que decidimos no hacer el trabajo, sino la política envuelta en estos asuntos”, agregó.
Carmelo Ortega también se ha desempeñado como celador de líneas por 20 años y fue transferido al Centro Médico en San Juan como enfermero asociado. “Estudié enfermería hace 20 años, pero nunca lo ejercí. Ahora mismo no tengo licencia, no tengo clases continuas, ni colegiación ni nada. La licencia está vencida desde el 1998. Esperando en Dios que esto se pueda resolver”, dijo Ortega, quien laboraba en la subestación comercial de Puerto Nuevo. “No he recibido llamada alguna y lo que he oído es que tengo que volver a estudiar y en esta etapa de mi vida yo no voy a estudiar nuevamente”, agregó el celador, quien es padre de una universitaria y de otra estudiante y dijo que su esposa es paciente de cáncer.
Orlando Díaz Correa narró que laboró por 30 años como “probador de contadores” y especialistas en mediciones eléctricas en el Centro de Mediciones, una labor que describió como altamente técnica. “Es el equivalente a la caja registradora de la Autoridad”, describió Díaz Correa, cuya carta de traslado indica que tiene que reportarse como “escolta” en el Centro Médico.
Por su parte, el sub director de la Oficina de Administración y Transformación de los Recursos Humanos (OTARH), Gustavo Cartagena justificó el proceso de reubicación de los empleados de la AEE.
A preguntas del representante independentista, Denis Máquez Lebrón dijo que los traslados se hicieron tomando en cuenta varios criterios como, la clasificación del empleado, domicilio, lugar geográfico donde prestará servicios, el convenio colectivo, si el trabajador es unionado o no y la procedencia de los fondos para cubrir los salarios.
El funcionario indicó que como parte del proceso se comparó el plan de retribución de la Autoridad con el de las agencias del gobierno y como resultado de ello, se determinó enviar cartas de movilidad a unos 4,200 empleados.