El secretario del Departamento de Salud, Carlos Mellado, le recomendó al gobernador Pedro Pierluisi retrasar el inicio de clases presenciales por, al menos, una semana en lo que se preparan para aumentar el por ciento de pruebas aleatorias de COVID-19 que se realiza en los planteles y el personal educativo recibe la dosis de refuerzo.

“Mi posición es que yo quisiera tener tiempo para hacer las pruebas” para identificar los casos positivos a tiempo y poder detener los contagios, sostuvo Mellado en conferencia de prensa desde La Fortaleza.

Añadió que “creo que, si él la pospone por una semana, no tendría ningún problema. Al contrario, nos da más tiempo de hacer los ajustes”.

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Dijo que hoy, martes, hay una reunión entre personal de epidemiología del Departamento y la Guardia Nacional para organizar todo el proceso de pruebas aleatorias en las escuelas, las cuales se realizan tanto a los estudiantes como al personal escolar.

Estas pruebas que se realizan en los planteles son de antígenos. Las lleva a cabo personal de Salud en las escuelas, tanto públicas como privadas.

Indicó que, ante el nuevo panorama que se vive con el repunte de casos de COVID-19, necesitarían tres días para preparar al personal que estaría realizando estas pruebas y un periodo no detallado para lograr conseguir las pruebas que se separarían para esta misión.

Mellado dejó claro que cuentan con pruebas de antígenos suficientes como para impactar las escuelas.

Actualmente, Salud realiza solo un 10% de pruebas aleatorias en las escuelas. Con esta cifra, se impactaban cerca de 4,000 estudiantes y personal educativo a la semana.

Pero, ante el repunte, dijo que ese nivel debe ser aumentado. No estipuló a cuánto se fijaría ese por ciento, ya que se evalúa en la reunión que realizan en la agencia.

Lo que sí estipuló Mellado es en la importancia de que las clases escolares sean presenciales. Mencionó que en el pasado semestre escolar el por ciento de contagio en las escuelas fue de “menos de 1%”. Sin embargo, hizo la salvedad que este panorama podría cambiar con la llegada de la variante ómicron. Pero, para conocer su efecto, es que se aumentaría la cantidad de pruebas para detectar el virus, según dijo.

“Dentro de la experiencia que hemos tenido dentro del proceso de las escuelas, el ambiente de las escuelas es mucho más seguro, porque tenemos el uso de la mascarilla, comedores escolares no se están utilizando”, sostuvo.

Enfatizó, además, que “desde punto de vista salubrista, para nosotros es importante que las clases sean presenciales y vamos hacer todo lo posible para que sea así”.

Mellado, de hecho, llegó a comentar que los estudiantes están más controlados en las escuelas de manera presencial que en sus hogares.

“En la escuela están más seguros. Por lo tanto, no podemos cerrar un sistema de educación y dejar que el niño vaya a un parque o una tienda, y lo digo con el mayor de los respeto”.

La decisión de si se retrasa o no el inicio de clases la informará mañana, miércoles, el gobernador.

Mellado dejó claro que la consideración principal que tendría en cuenta Pierluisi para retrasar el inicio de clases depende de factores administrativos del Departamento de Educación y no por las situaciones que pudiese o no enfrentar Salud con sus pruebas aleatorias.

Por otro lado, Mellado comentó que hoy mismo se tendría listo la revisión del protocolo que deben seguir las escuelas para lidiar con casos de COVID-19 ante la nueva realidad que representa la variante ómicron.

Recordó que ese protocolo está listo desde el pasado año, por lo que lo que necesitan es hacer ajustes y establecer cómo se implementarían.

“Siempre hemos establecido las clases presenciales como algo sumamente importante dentro del contexto de cómo se benefician versus el riesgo que pudieran tener. Ciertamente, el protocolo que nosotros hagamos iría dirigido a minimizar ese riesgo, verdad, y a poder identificar (los casos). Esa ha sido siempre la virtud del protocolo, el nosotros poder identificar a tiempo ese contagio y poderlo separar”, explicó Mellado.

Asimismo, dijo que le tocaría al gobernador determinar si se adelanta la fecha para que los niños entre cinco a 11 años deban estar vacunados para acudir a las escuelas. El día fijado hasta el presente es a finales de enero.

El titular precisó que hay unos 227,000 niños entre cinco a 11 años que requieren la vacunación. De este grupo, 103,880 han completado la primera dosis y 65,018 ya cuentan con su segunda dosis.