Ponce. En 2010, Playa Pelícano, de arena blanca y aguas cristalinas de tonalidades turquesa en el islote Caja de Muertos, llegó a tener la codiciada clasificación mundial de Bandera Azul.

Miembros del Cuerpo de Vigilantes de la Playa de Ponce denuncian que el islote está a la merced de vándalos y de personas que ignoran su importancia ecológica.

Desde hace un año, Caja de Muertos, pese ser una importante reserva natural de anidaje de tortugas marinas, manatíes y de aves migratorias, no recibe ningún tipo de vigilancia del Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA).

No se llevan bitácoras del desove del carey, una de nuestras especies más preciadas en peligro de extinción.

La estructura en concreto de la reserva, donde pernoctaban los vigilantes asignados al lugar, se afectó con el huracán María el 20 de septiembre de 2017 y luego recibió el impacto de los fuertes terremotos de enero de 2020. Desde ese momento, los vigilantes fueron sacados de la reserva, aunque continuaban dando patrullaje marítimo al islote.

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Sin embargo, el año pasado, la única embarcación que quedaba en pie en la Unidad Marítima del Cuerpo de Vigilantes de la Playa de Ponce se dañó y desde entonces Caja de Muertos no tiene ningún tipo de vigilancia. El precioso islote, que en una época de gloria se abrió al turismo de forma controlada, ahora está a merced de vándalos y de personas que ignoran la importancia ecológica del ecosistema.

Varios vigilantes que hablaron desde el anonimato con Primera Hora confirmaron que desde diciembre de 2019, cuando comenzaron los temblores en el suroeste, no ha habido manejo de un biólogo que certifique los nidos y el desove de las tortugas marinas. También dijeron que la residencia no ha sido reparada y está totalmente vandalizada.

“Eso da pena. No hay lanchas. En el área de bañistas se colocan boyas para que la gente no entre botes ni jet ski, pero la gente las corta porque no hay vigilancia y meten los botes y las motoras acuáticas hasta allá”, denunció uno de los vigilantes.

“Esa playa es una reserva, era bandera azul, que para darle ese premio tenía que estar entre las mejores del mundo. Ahora la gente acampa allí y los vigilantes no vamos porque no tenemos embarcación”, lamentó.

Relató que en la Unidad Marítima de Ponce, el Cuerpo de Vigilantes tenían tres embarcaciones, pero finalmente les quedaba una, que mandaron a arreglar, pero no pudieron utilizarla.

“Diría que hace un año que los vigilantes no van a Caja de Muertos porque al bote después que vino de arreglar, le explotó otra cosa, se le dañó el timón y lo tienen en Boquerón para arreglarlo, pero eso tarda”, dijo.

“Estamos como si no le importáramos allá en San Juan, como si fuéramos enemigos del mismo Departamento porque nosotros hacemos el trabajo, pero cuando enviamos los casos allá a la División Legal, se quedan allí, no hacen nada”, sostuvo para agregar que hay desánimo entre los vigilantes.

“Tenemos una patrulla después de tanto tiempo; estuvimos un tiempo largo también sin patrulla. Los chalecos anti balas están expirados y nos sentimos desmoralizados”, expresó.

Dijo que Caja de Muertos está vandalizada según se puede apreciar en fotos que le hacen llegar. “Se metieron allí y rompieron todo. Es como si esa isla no existiera para ellos. Está abandonada y es una reserva natural”, denunció el vigilante que labora hace muchos años en el DRNA.

Relató que en lo que se conoce como Playa Larga había 25 estaciones de anidaje del carey a una distancia de 100 pies y los nidos se marcaban en un libro de novedades, lo que no se está haciendo hace casi tres años.

“No se sabe qué ha pasado con el carey”, dijo otro de los vigilantes contactados por este diario. “(Hay) Una guarida detrás de la isla, que la llamamos la vereda submarina que ahí se supone que no se pesque porque está protegida, pero ahora me imagino que habrá algunos pescadores que hacen y deshacen. Ahora mismo estamos en la veda del pez sama, pero no hay manera de bregar con eso porque no estamos en el agua y no vemos la pesca”, indicó.

Agregó que los vigilantes hacían intervenciones en el islote porque la gente “ponía el ancla a orilla de la playa y se supone que sea a 15 pies, por donde rompe la ola”.

También dijo que hasta Caja de Muertos llegan “los piratas que llevan gente cobrando a los cayos sin concesión y es otra cosa con la que se estaba bregando”.

Otro vigilante confirmó que “se están dando actividades ilegales” en la reserva.

“Hay gente acampando los fines de semana y se hacen actividades”, dijo al mencionar una que se está promocionando en las redes sociales para este próximo sábado 9 de abril denominada “3ra Regata Familiar en Caja de Muertos”, saliendo a las 8:00 a.m. de la Bahía de Salinas.

“Nos mandaban a dar patrullaje a diario o cada dos días, pero hace un año no vamos porque no tenemos embarcación”, consignó.

El DRNA indicó a través de su oficial de prensa, Joel Seijo, que la Reserva Caja de Muertos se cerró al público después de los terremotos de enero 2020 y que la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA) aprobó $1.2 millones para la reconstrucción de infraestructura.

“En estos momentos estamos a la espera de la adjudicación del contrato”, dijo Seijo.

Explicó que la agencia sometió a FEMA una propuesta para planos y diseño estructural de la infraesctructura afectada de la Reserva. Añadió que “en todos los edificios hay rótulos de advertencias de áreas peligrosas y afectadas por el terremoto”.

En torno a la embarcación, el portavoz del DRNA dijo que desde enero de 2020, “se le ha dado mantenimiento a la Reserva cuando la lancha del Cuerpo de Vigilantes está disponible”

La Reserva Natural Isla Caja de Muertos es un islote de 412 cuerdas, aproximadamente, ubicada a 8 millas al sur de la costa de Ponce. Es un área importante de anidaje de tortugas marinas en el Caribe; además, incluye recursos como el bosque seco, arrecifes y praderas de hierbas marinas, pequeñas cuevas y un faro construido en 1887. Es una de las 34 reservas naturales administradas por el DRNA.