Las brigadas de campo de LUMA Energy comenzaron a eso de las 11:00 a.m. del miércoles a inspeccionar los daños provocados desde la noche del martes por el paso de la tormenta tropical Ernesto, evento que –según datos oficiales– había dejado en horas de la tarde a un pico de 735,000 clientes sin servicio, poco más del 50% del universo de abonados.

“Un poquito antes de las 11:00 a.m. ya nuestras brigadas estaban saliendo a hacer las primeras inspecciones de campo. Esto quiere decir que, en la medida que mejoren las condiciones del tiempo, continuaremos despachando brigadas para hacer las inspecciones y evaluaciones de daño iniciales y comenzarán las reparaciones”, sostuvo Hugo Sorrentini, director de comunicaciones de LUMA.

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El portavoz confirmó que las brigadas se despacharon en las seis regiones operacionales de LUMA, incluyendo la de San Juan, que abarca los pueblos del este y las islas municipio, más cercanos a la trayectoria del ojo de Ernesto.

En el caso de Vieques y Culebra, Sorrentini precisó que el consorcio energético dialogó con la Autoridad de Transporte Integrado (ATI) para permitir que empleados de LUMA se dirijan a las islas municipio en las primeras embarcaciones que partan desde Ceiba, para unirse a las brigadas que se habían destacado en ambos pueblos durante el ciclón. Sin embargo, no se espera que las lanchas reanuden los viajes hasta, al menos, el jueves.

“De la información que tengo disponible, la región de Arecibo fue de las primeras que pudo enviar brigadas al campo a inspeccionar. Parte de las consideraciones que se está teniendo es que esas brigadas de las regiones de Arecibo, Mayagüez, o algunas de Ponce, que puedan estar disponibles, puedan ser movidas a otras regiones de operaciones para apoyar. No vamos a dejar brigadas sin trabajo”, dijo Sorrentini a El Nuevo Día.

LUMA, según ha informado, cuenta con 1,536 empleados disponibles para atender la emergencia.

Averías en 35 líneas de transmisión

Sorrentini, de otra parte, precisó que se habían contabilizado cerca de 35 líneas de transmisión eléctrica con segmentos fuera de servicio. La mayoría de ellas, dijo el oficial de prensa, son líneas de 38 kilovoltios (kV), las de menor voltaje en el sistema de transmisión, que también cuenta con líneas de 115 y 230 kV, que son las que se interconectan directamente a las centrales de generación.

Una de las líneas de 38 kV que salió de servicio fue la 4800, que electrifica a los municipios de Aibonito, Coamo y Santa Isabel y ha estado bajo la lupa ante los problemas que ha experimentado la subestación de este último municipio desde inicios de junio.

Entre los cables de 230 kV, Sorrentini detalló que solo se había identificado una avería, en la línea 50800, que transcurre entre Yabucoa y Sabana Llana, en Carolina.

En conferencia de prensa a eso del mediodía del miércoles, el presidente de LUMA, Juan Saca, y el coordinador de los centros de operaciones regionales, Alejandro González, precisaron que, de momento, las brigadas solo estaban realizando inspecciones terrestres, hasta que se recibiera el permiso federal para sobrevolar las líneas en helicópteros.

Una vez se autoricen los sobrevuelos, “vamos a empezar a ver un incremento de energización más continuo y rápido”, señaló González, detallando que las inspecciones aéreas son necesarias para corroborar que las líneas no sufrieron daños adicionales al posible contacto con la vegetación durante el ciclón.

Según Sorrentini, dentro de las siguientes 24 a 48 horas, LUMA podría presentar un panorama más claro del estimado de daños y las proyecciones para la restauración del servicio eléctrico tras el paso del evento.

“No quiere decir que en 24 a 48 horas vamos a tener todos los daños, pero es una ventana razonable para tener una idea más clara de cuáles son los esfuerzos de restauración que tenemos que hacer”, subrayó Sorrentini, aclarando que, dentro de ese periodo, igualmente se atenderían las averías según se identifiquen.

Impacto sobre los hospitales

Ante reportes de la Asociación de Hospitales de que, al menos, 25 de los 69 hospitales del país estaban dependiendo de generadores eléctricos, Sorrentini acentuó que los centros de salud se encuentran al tope del listado de “cargas críticas” que LUMA debe restaurar ante eventos de emergencia.

“Nuestro personal de cuentas claves hace reuniones trimestrales con los clientes de cargas críticas, y particularmente los hospitales, para conocer los planes de contingencia, si tienen o no generadores. Toda esa información la tenemos de nuestro lado y podemos tomar decisiones informadas en cuanto al orden de prioridad de reconexión”, expresó el oficial de prensa.

En horas de la mañana, de otra parte, la alcaldesa de Naguabo, Miraidaliz Rosario, denunció que no tenía “ninguna persona contacto” en LUMA para conocer el detalle de los planes de trabajo. Posteriormente, la ejecutiva municipal indicó a este diario que sostendría una reunión virtual con personal de LUMA a la 1:00 p.m.

Sorrentini, en tanto, defendió que LUMA ha organizado, tanto el martes como el miércoles, reuniones a nivel regional con los alcaldes para discutir las contingencias ante la emergencia.

“No existe tal cosa como un contacto único para los alcaldes, sino que cada alcalde tiene su contacto de cuentas clave que lo va a atender y que son personas que conocen la región de operaciones, que tiene contacto directo y trabajan de la mano con nuestro personal de operaciones”, puntualizó el portavoz.