Bhatia admite visitó la mansión de Anaudi
“He ido a mil fund raiser. Fui en un momento a esa casa y estuve un total de 30 minutos”, dijo Bhatia.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 8 años.
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El presidente del Senado, Eduardo Bhatia, confirmó que visitó la lujosa residencia del exrecaudador del Partido Popular Democrático (PPD), Anaudi Hernández Pérez, quien al testificar en el Tribunal Federal ha revelado múltiples detalles sobre su relación con altos directivos de la colectividad estadolibrista.
“He ido a mil fund raiser. Fui en un momento a esa casa y estuve un total de 30 minutos”, dijo Bhatia a Primera Hora cuando se le preguntó si había acudido a fiestas en la mansión del ahora convicto empresario.
Bhatia, a través de una portavoz de prensa, agregó que de las actividades de recaudación encabezadas por Hernández Pérez no se hicieron donativos para su campaña como candidato al senado por acumulación.
Las fotografías publicadas hoy en El Nuevo Día, se refieren a una fiesta en la mansión de Hernández Pérez en las que se aprecia a Bhatia y a otros líderes populares disfrutando la celebración.
Hernández Pérez se declaró culpable por cargos de soborno, obstrucción a la justicia, lavado de dinero, conspiración para fraude electrónico y extorsión por actos cometidos desde el 2012 hasta el momento, que les rindieron un beneficio de más de $2 millones. La fiscalía federal señaló que Hernández Pérez y otros coacusados están implicados en un esquema en el que se crearon compañías después de las elecciones pasadas, muchas de las cuales no tenían el peritaje necesario para lo que fueron contratadas.
En ese grupo figuran la exjefa de la Administración de Desarrollo Laboral (ADL), Sally López Martínez; la exvicepresidenta de la Autoridad de Acueductos y Alcantarillados (AAA), Ivonne Falcón Nieves; su hermana Marielis Falcón Nieves; y el exayudante de la Cámara de Representantes, Glenn Rivera Pizarro, que enfrentan cargos por conspirar para cometer fraude electrónico, recibo de soborno, mal uso de fondos públicos o extorsión como parte del plan ideado por Hernández Pérez para usar sus conexiones políticas para agenciarse contratos gubernamentales, que totalizaron $2.1 millones.