El municipio de Barceloneta está celebrando haber registrado su nivel más bajo en la tasa de desempleo en los últimos 30 años, según los datos más recientes del Departamento del Departamento del Trabajo y Recursos Humanos, algo que su alcaldesa, Wanda Soler Rosario, atribuye a un esfuerzo colectivo de su equipo de trabajo y medidas fiscales dirigidas a promover el interés de empresarios y visitantes en el municipio.

Soler aseguró que en el municipio “estamos bien contentos” y detalló que los datos indican que el desempleó allí bajó a 10.2%.

En comparación, la tasa de desempleo en Barceloneta para 1991 era de 23.5%, y en 2012, año en que Soler asumió la alcaldía luego del arresto por corrupción de Sol Luis Fontánez, la cifra estaba en 16.8%.

“Hemos hecho un análisis y entendemos que hemos podido lograr bajarla (la tasa de desempleo) reinventándonos y haciendo una reinversión económica”, afirmó Soler.

La alcaldesa repasó que Barceloneta sufrió un fuerte golpe económico cuando se eliminó la sección 936 y el municipio perdió varias de las grandes industrias con que contaba y de las que dependía, puesto que generaban muchos empleos directos e indirectos y ofrecían buenos salarios.

“Lo que hemos hecho es reinventarnos. Establecimos unos incentivos contributivos más allá de los que ofrece el gobierno central, para atraer la atención de los comerciantes, traer actividad económica, traer turismo y generar empleos”, explicó Soler.

Agregó que también se ocuparon de rehabilitar el casco urbano del pueblo y embellecerlo, para hacerlo así más atractivo al turismo, “aprovechando la modalidad del chinchorreo”. Asegura que han logrado atraer comercios tanto al pueblo como a la costa, ofreciendo al visitante un casco urbano vivo y con lugares para retratarse.

Soler habló además de otras iniciativas como el ofrecimiento de adiestramientos, a través del Consorcio Manatí Dorado Norte Central, para empleos de más demanda como biotecnología, ventas, servicio al cliente, inglés conversacional, así ocupaciones relacionadas a la salud como asistentes geriátricos y enfermeras.

Asimismo, destacó la creación de una incubadora de negocios en la que pequeños empresarios reciben capacitación en mercadeo y planes de negocio, al tiempo pueden usar espacios en el edificio sede de la incubadora, aprovechando el pago a bajo costo de renta, luz, agua, teléfono, internet. Unos 15 negocios están activos en la incubadora, y otros seis ya evolucionaron fuera de ella. La incubadora trabaja además un acuerdo de intercambio con otra existente en Kissimmee, de manera que empresarios de ambos lados se puedan beneficiar y expandir sus actividades.

Otra de las estrategias, indicó Soler, fue establecer los arbitrios de construcción en 3.5%, “uno de los más bajos en la zona”, tanto para construcciones nuevas como ampliaciones de construcciones existentes. También revisaron decretos de industrias que antes no pagaban impuestos y negociaron que pagaran a una tasa baja y “además los hemos comprometido con adoptar áreas, canchas, escuelas”.

Asimismo, el municipio a llevado una política más agresiva en la recolección de impuestos. “Aunque son bajos, pero velamos porque los comerciantes cumplan y paguen los impuestos”.

“Somos muy enfáticos en los servicios. Ofrecemos el recogido de basura gratis a los comerciantes, que es algo que en otros lugares tienen que pagar. Pero a la vez garantizamos que cumplan con sus obligaciones de pagos. Saben que cuentan con una administración comprometida, pero de igual manera ellos tienen que tener el compromiso de pago de IVU, arbitrios, patentes”, insistió Soler.

La alcaldesa aseguró además que han fortalecido la seguridad en el municipio, que no experimentó asesinatos durante el pasado año, y han asfaltado la gran mayoría de las calles del municipio, de manera que sea más atractivo para vivir allí o visitarlo.

La estrategia parece haber rendido frutos, pues Barceloneta es de los pocos municipios que ha visto crecer su población recientemente.

Por si fuera poco, Soler cerró el último año fiscal con un superávit de $300,000, luego de haber superado la deuda de $10 millones que heredó de su predecesor, y lo consiguió sin hacer despidos ni reducir jornadas de trabajo. De hecho, pudo ofrecer un aumento de salario a los empleados municipales de hasta un tope de $1,200 al año, según las diferentes escalas salariales.

“Solo hemos tenido una reducción significativa en los servicios profesionales. Y hemos trabajado para hacer más con menos, comprando equipos usados. Pero sobre todo, hemos contado con la mano de Dios en todo momento. Ha sido mucho trabajo en equipo, con un equipo de trabajo comprometido, con un plan de trabajo desde 2012 hasta hoy que nos ha permitido lograr una solidez económica y un atractivo para invertir en Barceloneta”, aseguró la alcaldesa.