El consumo de energía eléctrica descendió drásticamente desde el pasado 15 de marzo, cuando el gobierno impuso una cuarentena de obligatoria a causa de la pandemia del coronavirus, informó el presidente de la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE), José Ortiz.

Pero más allá de esta crisis de salud pública que se atraviesa, la corporación pública espera un descenso general en el uso del servicio de luz en este año.

“Nosotros estimamos que, conservadoramente, entre 3% a 5% va a estar la demanda por debajo del año pasado”, informó Ortiz en entrevista con Primera Hora.

La baja más drástica que se registró en el uso de energía eléctrica fue durante en el primer periodo en que se impuso, mediante ejecutiva, un toque de queda y la orden de permanecer en casa para evitar el contagio con COVID-19. Esto fue del 15 al 31 de marzo.

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“El año pasado fue un año de mayor consumo que este año. Este año llegamos a estar hasta un 15% por debajo. En el primer ‘lockdown’ se bajó en un 15% la demanda”, expresó el funcionario, al exponer que el cierre de centros comerciales, hoteles y cines fue lo más que impulsó esta baja en el uso energético.

Comentó que, con la apertura de nuevos negocios y la llegada del calor, ya la baja en el consumo que se registra aumentó un poco. Ahora está entre un 5% a un 8% por debajo de lo que fue el pasado año.

El gasto común de energía eléctrica para este periodo representa un uso de 2,400 megavatios en las horas picos, que es alrededor de las 6:00 p.m., precisó el funcionario.

Con esta baja en consumo, la AEE también ha registrado una disminución de clientes con problemas de energía eléctrica.

De los 1,500,000 abonados que tiene la corporación, lo común era que unos 3,500 clientes diariamente enfrentaran problemas con el servicio. Ortiz destacó que esta cifra descendió después de los terremotos de enero pasado a entre 200 a 300 clientes con problemas de energía diariamente, “que es una décima parte de los que teníamos antes”.

El directivo adjudicó esta baja en incidentes a los efectos del programa agresivo de mantenimiento y desganche de árboles que han impuesto, así como que la AEE cuenta con más inventario para reparación. A modo de ejemplo, expuso que para el 2017, cuando el huracán María devastó el sistema eléctrico, habían $22 millones en inventario. Actualmente, hay $130 millones. Esto ha provocado que el tiempo de respuesta para reparar averías sea menor.

“Ha habido muchísimo mejor servicio. Esos son los números”, enfatizó Ortiz.

Preparados para el verano

Esta baja en el consumo de energía eléctrica y la reducción del número de personas que se quedan sin luz llega en momentos en que la Central Costa Sur, en Peñuelas, está fuera de servicio a causa de los daños que sufrió por varios sismos registrados enero en la zona suroeste del país, así como en momentos en que la Central Aguirre, en Salinas, no opera en su máxima capacidad.

Ortiz informó que en las próximas dos semanas se espera que entren al sistema 450 megavatios, cuando estaría en funciones la unidad 2 de la Central Aguirre. Esta ha estado por el pasado año fuera de operaciones, debido a que se dañó un transformador en marzo de 2019.

“Costa Sur lo debemos tener para mediados de julio. Tenemos como julio 18 la fecha para prenderla. Ahí, empezamos a hacer pruebas. Dependiendo cuántas cosas encontremos, puede estar (en funciones) para temprano en agosto o tal vez tarde el mismo julio. Pero, realmente sería reserva adicional, porque nosotros esperamos más o menos para el mes de agosto tener 3,500 megavatios con una necesidad de 2,800 (megavatios por ser época de verano)”, informó.

Ortiz precisó que reparar a Costa Sur tendrá un costo de entre $10 a $12 millones. Esto será costeado por el seguro que tiene la corporación.

Reveló que esta semana están en el proceso de contratar a empresas especializadas, pues se encontró asbesto y plomo en la central.

“La planta es viejísima, pero tiene la bondad de usar gas natural, que es una para el ambiente. Con los arreglos que se le están haciendo puede mantenerse hasta cinco años más en funciones”, reveló.

Ortiz indicó que para el 2025, fecha en que se contempla que Costa Sur tendría que salir de funciones, se espera que ya hayan entrado unos 1,800 megavatios de energía renovable.

En general, Ortiz planteó que “no me cabe duda que tendremos capacidad de más para antes y después del verano”, periodo en que tradicionalmente se registra un aumento en el uso de energía eléctrica.