Mabel Cabeza, la ayudante del exsecretario de Salud Rafael Rodríguez Mercado, se defendió esta noche sobre señalamientos que la involucran con el paradero y distribución de 500 pruebas rápidas de coronavirus.

Mediante declaraciones escritas, Cabeza, quien fue destacada a trabajar con el Task Force médico del COVID-19, indicó que la controversia es una "totalmente fabricada" y la emprendió contra quienes "insisten en tergiversar la verdad para aparentar algo indebido".

La semana pasada, salió a relucir información sobre la presunta pérdida de 500 pruebas “rapid test” para detectar la enfermedad. Mediante un comunicado de prensa, un portavoz del Task Force médico detalló que las mismas fueron distribuidas por regiones. No obstante, ayer a través de varias entrevistas televisivas, quien hasta el pasado jueves fuera la secretaria interina del Departamento de Salud, la Dra. Concepción Quiñones de Longo, indicó que quien recibió las 500 pruebas -según la persona que las entregó- fue Cabeza.

“No tuve ni he tenido inherencia alguna en la determinación de a dónde se enviaban y a quiénes se les distribuía”, manifestó Cabeza en su escrito.

“Es un hecho que Dra. Quiñones de Longo fue mal informada lo que ha provocado que haya estado por medios atacándome a mí por circunstancias y situaciones con las que no tengo nada que ver e incluso que distan mucho de las declaraciones que me hizo a mí personalmente cuando me destacó en el Centro Médico y personalmente me dijo que entendía que era una mujer trabajadora, valiosa y con mucha iniciativa que podía aportar muchísimo en el trabajo encomendado al Task Force de Salud desde Centro Médico”.

A continuación, las expresiones íntegras de Mabel Cabeza:

Desde el pasado viernes 27 de marzo he sido víctima de una ofensiva de información y ataques falsos y difamatorios, los cuales se han presentado sin evidencia alguna y con la única intención de mancillar mi nombre y mi reputación. Los cuales me han afectado a mi familia y en especial a mi hija. Como madre soltera me veo en la obligación de defenderme públicamente y proteger a mi familia para de esta forma aliviar sus preocupaciones ante estos señalamientos infundados, medias verdades, mediáticos, coordinados y sin dudas con agendas políticas partidistas.

Soy una mujer exigente en mi trabajo y extremadamente trabajadora, pero sobre todo íntegra y honesta.

Desde el inicio de la Administración en el 2017 ocupó el puesto de Ayudante Ejecutiva en el Departamento de Salud. Mis funciones siempre han sido claras, enmarcadas siempre en dar seguimiento intenso a las directrices del Secretario y en ningún momento con poder de toma de decisión alguna y todo bajo total cumplimento de las normas, reglamento y leyes. Nunca he pertenecido a la Junta de Subastas ni nunca he tenido la firma delegada del Secretario para poder autorizar nombramientos o contratos; ni tan siquiera el poder de recomendar contratación. Nunca he tenido inherencia alguna en el proceso de contratación de la agencia más allá de dar seguimiento al solicitado por las dependencias de Salud, quienes identifican la necesidad y originan las contrataciones, o por petición del Secretario. Jamás me he dedicado a mover intereses de nadie como han querido acusar para demonizar a una persona simplemente por afinidad o por quienes son mis amistades en el plano personal. Es total y absolutamente falso insinuar de alguna manera que yo era la “Secretaria de Facto”. Quienes conocen al Dr. Rafael Rodríguez Mercado conocen que fue un Secretario que tomaba sus propias decisiones a base de sus propios criterios sin permitir que nadie lo presionara. No tuve ni he tenido nada que ver con la contratación de “Manpower”, contratación que se originó desde la administración de Luis Fortuño. La que se mantuvo con otras administraciones como la pasada Secretaría de Salud, Dra. Ana Rius .Desde el día uno, ante la más mínima apariencia me he inhibido de procesos. Por lo que, tampoco tuve nada que ver con la contratación de mi hermana.

Ella, como cualquier otra profesional, participó y pasó por un proceso de entrevista en un ente externo y fue contratada por su propio mérito. En mis funciones me he inhibido de todo lo que tenga que ver con ella para eliminar hasta la posible apariencia de conflicto. Desconozco las razones por las cuales la Dra. Quiñones de Longo hablo con ira o de la manera que respondió en sus entrevistas, siempre mi relación profesional fue muy buena con ella. Ella nunca emitió un escrito o me envío un memo señalando alguna falla de esta servidora pública. Siempre la respete por su experiencia y prerrogativas.

Al ser desatacada a trabajar con el Task Force médico del COVID-19, mis funciones eran estrictamente administrativas. No determino política pública ni doy instrucciones, doy seguimiento a las determinaciones del Task Force. La “controversia” de las 500 pruebas es una totalmente fabricada y a pesar de que fue desmentida de manera inmediata con prueba documental, insisten en tergiversar la verdad para aparentar algo “indebido”. Si desean más información llamen a los recipientes de las pruebas y validen el hecho de la entrega.

Entiendo que también existen motivaciones políticas y otros intereses de varios sectores con el único objetivo de hacer daño a la administración de turno fabricando noticias falsas, diciendo medias verdades y que son ajenas a mi persona, pero que en estos momentos me usan como subterfugio para atacar. El 26 de marzo el Dr. Salgado, parte del Task Force de Salud, llamó al Sr. Ribas de “Quest” alrededor de las 4pm desde manejo de emergencias para que las pruebas se le entregaran allí ya que el “Task Force” tenía un plan de

distribución ya preparado para ejecutar el 27 de marzo. Las pruebas llegaron y quien las recibió fue la Secretaria Auxiliar de Administración de Salud, quien tiene toda la autorización legal para recibirlas y firmó el recibo de las mismas. El próximo día y según planificado por el Task Force se entregaron las pruebas tal como determinó el Task Force. Yo no tuve inherencia alguna en la decisión de dónde se entregaban y tampoco a quién se le distribuían las pruebas. El 27 de marzo las pruebas salieron a su destino según la determinación del “Task Force” escoltadas por la Policía de Puerto Rico y choferes del propio Departamento de Salud. Nuevamente, no tuve ni he tenido inherencia alguna en la determinación de a dónde se enviaban y a quiénes se les distribuía.

Es un hecho que Dra. Quiñones de Longo fue mal informado lo que ha provocado que haya estado por medios atacándome a mi por circunstancias y situaciones con las que no tengo nada que ver e incluso que distan mucho de las declaraciones que me hizo a mí personalmente cuando me destacó en el Centro Médico y personalmente me dijo que entendía que era una mujer trabajadora, valiosa y con mucha iniciativa que podía aportar muchísimo en el trabajo encomendado al Task Force de Salud desde Centro Medico. Basta con ver la prueba documental con seriedad y no hay otra determinación que no sea que la “controversia” de las 500 pruebas es una falsa y completamente difamatoria.

Como de costumbre y como mujer de ley estoy disponible para cualquier proceso de investigación. La verdad es una, tampoco descarto demandar por difamación aquellos que me han causado daño.