El gobernador Pedro Pierluisi y el secretario de Salud, Carlos Mellado, repudiaron el uso de órdenes médicas obtenidas por Internet, pues lo consideran como un método para escabullirse del mandato de la vacunación para poder asistir a restaurantes, ir a una actividad masiva o irse de viaje.

Por tal razón, apoyaron que los laboratorios clínicos y las aseguradoras hayan determinado no darle paso a esta práctica.

“Comprar prueba por Internet no es correcto”, manifestó Mellado a preguntas de Primera Hora durante una conferencia de prensa realizada en La Fortaleza.

Pierluisi fue más lejos al revelar las verdaderas intenciones que tuvo al requerir, mediante orden ejecutiva, una prueba de COVID-19 realizada en un periodo menor de 48 horas para asistir a eventos masivos o poder entrar a la Isla por algún puerto, aun cuando se esté vacunado, así como el resultado negativo para acudir a un restaurante cuando no se está vacunado. La misma no fue para hacerle la vida fácil a las personas.

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“Yo he mantenido esa orden ejecutiva, precisamente, porque está funcionando como un disuasivo para que se den esas actividades. Tengo que admitirlo. O sea, yo no he cambiado esa orden para decir prueba de vacunación o prueba negativa, en parte, porque sé que sirve de disuasivo, porque no es fácil obtener una prueba, lo admito. Puede ser que tengan que hacer una fila por bastante tiempo y, por otro lado, puede ser que tengan que pagarla”, reveló.

Al hacer esta afirmación, el mandatario avaló que los planes médicos no costeen pruebas cuya finalidad no sea obtener un diagnóstico para conocer si la persona verdaderamente se contagió con COVID-19.

Las expresiones ocurrieron como reacción a la determinación tomada por las aseguradoras y los laboratorios de no aceptar pruebas compradas por Internet. Estas suelen costar entre $5 a $8 y se obtienen llenando una forma por varias páginas cibernéticas, como servidocpr.com y ordenesmedicas.com.

Poco ante, Mellado explicó que existen motivaciones específicas para que un paciente acuda a un laboratorio a realizarse alguna prueba de cernimiento. Especificó que todas deben ser evaluadas y promovidas por un médico que haya evaluado a la persona y que luego pueda someterle a un tratamiento.

“¿Para qué funciona la prueba de laboratorio o cernimiento? Porque queremos establecer una positividad o queramos descubrir más pacientes que quizás tengan la sintomatología leve y uno quiera saber si ese paciente tiene COVID o no, o diagnóstico, específicamente, un paciente que ya tenga la sintomatología que tú quieras entonces tener ese diagnóstico para establecer un tratamiento. En este momento, ¿cuál es la prioridad? La prioridad son aquellas personas que se le pueden dar tratamiento, que tienen síntomas de moderados a severos para evitar una hospitalización. O sea, yo no creo que sea justo que una aseguradora tenga que pagar por un servicio para una persona adquirir una prueba quizás para viajar o quizás para ir un restaurant, que no se quiera vacunar y utilice esa prueba. Para eso están los centros del Departamento de Salud”, puntualizó el secretario de Salud.

De paso, Mellado anunció que para la próxima semana se abrirían más centros para realizarse la prueba de COVID-19. Estos serán administrados por la Guardia Nacional.

El gobernador Pierluisi, por su parte, se unió al mensaje de Mellado y estipuló que las personas que no quieran hacer las largas filas en los 71 centros que tiene Salud a través de toda la Isla para realizar pruebas de COVID-19, que vaya a un laboratorio y las pague de su bolsillo.

“Es como bien lo explicó el secretario. Si quieren obtenerla libre de costo, vayan a facilidades del gobierno. Si no tienen una orden médica y esto es meramente porque no están vacunados y no quieren tampoco ir al centro de gobierno, pues van a tener que pagarla. Porque, como explicó el secretario, las aseguradoras, a menos que haya un diagnóstico médico que lo justifique, no están pagándola”, afirmó Pierluisi.