El Departamento de Salud confirmó este jueves que los contagios con el COVID-19 detectados en personas relacionadas al concurso internacional Miss Mundo se elevó a 38 casos y de estos 23 son en candidatas.

Mientras, las infecciones asociadas a los conciertos del exponente urbano Bad Bunny se elevaron a 423 y de estas 77 fueron en estudiantes de escuelas públicas y privadas que disfrutaron del evento musical.

Así lo informó la Primera Oficial de Epidemiología, Melissa Marzán, al destacar que Salud no ordenó la cancelación del evento Miss Mundo -el cual se efectuaría esta noche y reunía a más de 98 candidatas- sino que fue la organización la que tomó la decisión de posponer el certamen por tres meses.

“La organizacion decidió cancelar la actividad. Desde inicio de esta actividad el equipo de vigilancia del aeropuerto estuvo apoyando y contestando preguntas de protocolos que estableció la organización y siempre estuvimos en comunicación. Esta semana cuando comenzó el aumento de casos en la organización el sistema estuvo día a día haciendo varias actualizaciones. Finalmente, se les habían dado algunas opciones... y la organizaicon decidió cancelar”, expresó Marzán al indicar que las 23 candidatas contagiadas tienen que estar en aislamiento por 10 días. El miércoles trascendió que había 17 contagios vinculados al concurso.

De otra parte, a preguntas de Primera Hora, la epidemióloga dijo que se identificaron 423 casos entre asistentes al concierto de Bad Bunny. La mayoría pertenecen a la región de salud de Bayamón. Asimismo, se identificaron 77 contagios entre estudiantes de escuelas públicas y privadas que asistieron a los conciertos. La agencia había informado el miércoles 176 infecciones vinculados al espectáculo artístico.

El artista realizó conciertos el pasado viernes y sábado en el estadio Hiram Bithorn, en Hato Rey. Simultáneamente, ambos días, hubo un evento especial relacionado al concierto en el Coliseo de Puerto Rico. Se estima que entre todos los eventos hubo una asistencia cercana a las 100,000 personas.

¿Los asistentes pudieron haber llegado contagiados?, se le cuestionó.

“Es muy probable”, respondió Marzán al destacar que de la investigación de casos que se realiza mediante entrevistas a los afectados surge información de personas que fueron con síntomas al evento.

“Durante ese proceso sabemos que hubo gente que fue con síntomas...mucha gente piensa que tiene una monga, pero esa monga puede ser COVID”, dijo la epidemióloga.

Sobre la posibilidad de sancionar a quiénes optan por acudir a un evento multitudinario a sabiendas de que pudieran estar enfermos, Marzán expresó lo siguiente: “desde el punto de salud pública más que penalizar es que comprendan que esto es un asunto en el que sus acciones inciden en lo que pasa en sus comunidades. Podemos dar multa de $5 mil o la que decidamos, pero lo importante es la prudencia ciudadana y entender que hay acciones que impactan a los demás“, acotó.

Trascendió que durante los eventos de Bad Bunny se emitieron 213 multas por concepto del uso de mascarillas. Estas multas son por $100. Asimismo, se intervino con una persona que presentó una tarjeta falsa de vacunación.

Estos brotes coinciden con los 39 reportados esta semana entre miembros de la Liga de Béisbol Profesional Roberto Clemente.

Estos brotes surgen tras registrarse un alza en una semana de 2.2% a un 7.6% en la positividad de pruebas de COVID-19 en la isla y luego de confirmarse la presencia de la variante Ómicron en el archipiélago. Ante el panorama, diversos sectores de profesionales de las ciencias -incluyendo la Coalición Científica que asesora al gobierno-, han hecho un llamado para que se reconsidere el estatus de persona completamente vacunada, incluyendo en el requisito prueba de la administración de la dosis de refuerzo.

También sugirieron que para eventos multitudinarios que pudieran provocar aglomeraciones, se exija este requerimiento de dosis de refuerzo. La dosis de refuerzo se recomienda luego de los seis meses de la segunda dosis en aquellos que se pusieron los productos de Pfizer y Moderna y luego de dos meses de haberse inyectado la unidosis de Janssen. Estudios científicos validan que luego de este periodo la efectividad del fármaco se reduce dramáticamente y aumentan los riesgos de infección, hospitalización y muertes.