Las muertes vinculadas al paso del huracán Fiona por Puerto Rico aumentaron este miércoles a 23, informó el Departamento de Salud a través del Portal de Emergencias de Puerto Rico (PREPS, por sus siglas en inglés).

Según se detalló, ocho de los decesos están confirmados. Se trata de una muerte directa y siete indirectas. Mientras, se indicó que otros 15 casos están bajo evaluación.

Las dos muertes incluidas en el informe emitido este miércoles son dos mujeres de más de 65 años.

A ayer, martes, cuando había 21 muertes asociadas a Fiona, el informe precisaba que estos primeros casos eran de 14 hombres y siete mujeres mayores de 45 años.

Del total de 23 muertes, sobresale que en la región donde más decesos se acumulan es en la metro-este con siete personas.

Le siguen las regiones de Mayagüez y de Ponce con cuatro muertes cada una.

Mientras, los adultos mayores de 65 años figuran en el renglón con más decesos. Estos suman 16.

Cabe destacar que los casos incluidos en las estadísticas no incluyen a un bebé de cuatro meses y residente de Aibonito, que se alega murió por no haber recibido atención médica a tiempo en momentos en que azotaba el huracán.

Este caso fue revelado por la directora del Instituto de Ciencias Forenses, María Conte Miller, la semana pasada. Pero, cuando Salud asumió el control de las estadísticas no se incluyó a ninguna persona menor de 45 años.

Conte Miller explicó a Primera Hora que el deceso no se ha relacionado a Fiona, ya que todavía no hay informe de autopsia.

“El patólogo no ha establecido causa y manera de muerte. No puede hacer una relación ni puede hacer la asociación ni tampoco puede desvincular la muerte al evento”, precisó.

Comentó que los casos infantiles demoran más tiempo en completarse, ya que se debe seguir un protocolo. El mismo incluye pruebas radiológicas, toxicología, genética y de tejidos, entre otras cosas. Dijo que se demora el conocer los resultados de esa “batería de pruebas” que se deben realizar.

No obstante, Conte Miller informó que el cadáver fue entregado a la familia para que pudiesen realizar el velatorio.

Por otro lado, la explicación publicada en el PREPS expone que los casos de muertes confirmadas son aquellos que “en el certificado de defunción se hace referencia al Huracán Fiona, o su equivalente, como un factor en la causa de muerte”.

Se precisó que un deceso es directo cuando es “directamente atribuible a las fuerzas del desastre o por las consecuencias directas de estas fuerzas, como colapso estructural, escombros voladores o exposición a radiación o sustancias químicas”.

Entre los ejemplos del tipo de muertes se mencionan las quemaduras, aplastamiento, ahogamiento, electrocución, caídas, envenenamiento por radiación o químicos e inhalación de gases o humo por fuego.

‍Las muertes indirectas son cuando “las condiciones inseguras o insalubres están presentes durante cualquier fase de un desastre (es decir, antes del evento o preparación para el desastre, durante el evento del desastre o después del evento durante la limpieza después de un desastre) y contribuyó en la causa de muerte”.

A modo de ejemplo, se detalló que la exacerbación aguda de enfermedades crónicas, la pérdida o interrupción de servicios públicos y la limpieza después de un desastre, entre otras, forman parte de las causas de estas muertes indirectas.