Las reacciones a un proyecto que otorga a la junta el poder de dictar la última palabra sobre el presupuesto de la Isla, así como para rechazar contrataciones gubernamentales e incluso ir por encima de  sobre leyes estatales recibió repudio de tono diverso.

Las reacciones fueron desde el total rechazo hasta posturas más moderadas, como las del gobernador Alejandro García Padilla y la del comisionado residente en Washington, Pedro Pierluisi.

En los dos partidos hubo consenso, sin embargo, en que despojar de poderes a la Legislatura y al Ejecutivo puertorriqueño es objetable. La propuesta junta no electa por los puertorriqueños tendría facultad sobre el plan fiscal al que estaría sujeto el país.

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García Padilla dijo que el Proyecto de la Cámara 5278 es mejor que la versión anterior, pero aún contiene “desventajas con las que hay que trabajar”.  “Cada vez será más difícil lograr cambios y cada vez hay menos tiempo”, indicó el mandatario, quien ve con buenos ojos que el proyecto incluya la reestructuración de la deuda “que evitaría  el colapso de Puerto Rico”.

Pierluisi, también aludió colapso para referirse a la situación de la Isla y dijo que el país ha sido víctima de malas decisiones de parte de su liderato político. Por eso, consideró “que se ha tornado inevitable que cualquier legislación federal para reestructurar la deuda establezca también una junta”. 

"Esto no me agrada de ninguna manera. Me avergüenza que Puerto Rico haya llegado a este punto”, agregó  el también precandidato a la gobernación por el PNP 

Su rival por la candidatura a la gobernación en la colectividad estadista, Ricardo Rosselló Nevares, opinó que el proyecto ahora  “es peor que el anterior y no debe  aprobarse como está”. Apuntó que la medida limita los poderes de Puerto Rico de autogobernarse y que también tiene otro problema grave: si la Junta federal tiene injerencia sobre los contratos, eso evitará que vengan inversionistas a la Isla, ya no habrá ninguna certeza de que les cumplirán los acuerdos.

El presidente del Senado, Eduardo Bhatia, consideró la propuesta como totalmente desproporcionada y antidemocrática. Sentenció que no hay razón para aceptarla.

Mientras, la representante estadita  Jenniffer González dijo que como está el proyecto no se pued e avalar porque los  poderes de la junta tornarían la  Legislatura boricua en un organismo inoperante.