Asegura que acoso sexual es la orden del día en Guaynabo
Abogada del municipio narró a Telenoticias el patrón de hostigamiento y ambiente hostil al que son sometidos a diario.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 7 años.
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Por momentos seria y en otros entre lágrimas, la abogada Lillian Roig, empleada desde hace 16 años en el municipio de Guaynabo, le narró en exclusiva a la telerreportera Ivette Sosa, de Telenoticias (Telemundo) el patrón de acoso y ambiente hostil que reina en el ayuntamiento.
“Él (Héctor O’Neill, alcalde de Guaynabo) no ha renunciado, pero él sabe todo lo que ha ido pasando”, aseguró Roig.
La abogada llegó a querellarse ante la Comisión para la Igualdad de Oportunidades en el Empleo (EEOC) en 2009 por un patrón de atropellos. “Para mí es un sufrimiento levantarme e ir a trabajar todos los días en el municipio, porque él avala todo hostigamiento, toda represalia, todo maltrato”, reveló la abogada.
“El que haya un jefe con una secretaria, o con otra empleada, eso es normal en todos los departamentos. Tu podías entrar en la oficina del licenciado Russe y encontrabas a la secretaria sentada en la falda de él, besándose”, le aseguró a Sosa.
Cuando denunció el ambiente hostil, o le daban demasiado trabajo o muy poco y llegaron a trasladarla al Departamento de la Vivienda en el municipio. Finalmente, la vicealcaldesa Aurialis Lozada Centeno “quiso llegar a un acuerdo” y cuando Roig le dijo que lo que quería era que no le hicieran daño, la mandó a trabajar al día siguiente a la División Legal.
Retiró la querella ante la EEOC, pero volvió a activarla en 2013 por sufrir ansiedad, ataques de pánico y fibromialgia.
Durante el reportaje, Roig también reveló que la abogada Inés Jelú Iravedra, quien lleva un caso en la corte federal contra el hijo de O’Neill, Héctor O’Neill Rosa por hostigamiento sexual, supuestamente obtuvo su puesto porque sostenía una relación con el director de Recursos Humanos, Eduardo Faría.
“Quien entraba constantemente a la oficina de ella todos los días, y entraba, y se encerraba, era el licenciado Faría, visto por estos ojos”, aseguró.
Roig comentó que le han dicho que por qué no renuncia, y su respuesta ha sido que O’Neill tiene muchas conexiones y no hay forma de conseguir trabajo en otro lado.
“Los que somos honestos, los que somos personas decentes, esos nos hostigan, nos aplastan, nos humillan, nos maltratan, nos discriminan, toman represalias contra nosotros”, apuntó.