En un plan delineado por la Coalición de Vacunación de Puerto Rico VOCES y la Administración de Vivienda Pública, hoy, miércoles, comenzó el proceso de vacunación contra el COVID-19 en los 332 residenciales públicos y que demorará cuatro meses en culminarse.

El inicio se dio en el residencial Luis Llorens Torres, en Santurce, donde se llevaron 2,000 dosis de la vacuna de Moderna, explicó la directora de VOCES, Lilliam Rodríguez Capó.

La próxima vacunación programa será el miércoles, 21 de abril, cuando los voluntarios de la organización llegarán a inocular entre 2,000 a 3,000 en varios residenciales. Estos son Arístides de Chavier en Ponce, Villa España en San Juan y Franklin Delano Roosevelt de Mayagüez.

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La proyección, según el plan presentado, es que cada miércoles se visite entre dos a cuatro residenciales para inocular a los ciudadanos. Las citas se concederían en la oficina administrativa de los residenciales.

“Para nosotros es un honor hacer realidad lo que es la misión de la organización, darle acceso y cobertura a las personas que no han podido tener movilidad... Necesitamos equidad y eso es lo que estamos logrando en el día de hoy”, afirmó Rodríguez Capó en una conferencia de prensa.

Por su parte, el secretario de Salud, Carlos Mellado, informó que igual iniciativa la tendrían en “los campos” de la Isla para llevar la vacuna a lugares remotos y donde las personas no han logrado tener acceso. No indicó cuándo se realizaría.

Este inicio de la vacunación en los residenciales se da en momentos en que la Administración de Drogas y Alimentos (FDA, en inglés), paralizó el uso de la vacuna de Johnson & Johnson porque ocasionó en seis mujeres el desarrollo de coágulos, de un total de 6.8 millones de personas vacunadas con este medicamento.

Mellado indicó que en la Isla hay en la actualidad unas 32,000 dosis detenidas en espera de una decisión de las autoridades federales para poderlas usar, unas 6,000 dosis que se supone llegarían esta semana detenidas y unas 47,000 adicionales que se supone debían ordenar para la próxima semana.

Aceptó que esta limitación de vacunas se registraría en un impacto de 10,000 personas que se quedarían sin la posibilidad de vacunarse por semana.