El martes 6 de septiembre arrancará oficialmente en Puerto Rico la administración de la vacuna bivalente contra el COVID-19 -una dosis de refuerzo que promete protección contra variantes como el Ómicron-, acotó la Primera Oficial Médico del Departamento de Salud, Iris Cardona.

Aunque para Puerto Rico hay unas 24,000 dosis preordenadas, durante el fin de semana se hizo una entrega parcial de 5,100 dosis que serían distribuidas a diversos proveedores alrededor de la isla. Además, simultáneamente muchos hospitales, centros de investigación y cadenas de farmacia que mantienen contratos directos con el programa federal recibieron el producto los pasados días.

“Estamos listos para comenzar el proceso de vacunación el martes en la mañana. Los vacunadores, miembros entre los profesionales de la salud, deben ser los primeros en inocularse ese día. Asimismo, hay proveedores y farmacias de cadenas que están trabajando por el sistema de citas”, destacó Cardona quien también es infectóloga pediátrica.

En Puerto Rico, alrededor de 2.4 millones de personas serían aptas para recibir la dosis.

La semana pasada la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) modificó las autorizaciones de uso de emergencia (EUA, por sus siglas en inglés) de la vacuna contra el COVID de Moderna y de la vacuna contra el COVID de Pfizer-BioNTech para autorizar las formulaciones bivalentes de las vacunas para su uso como una dosis única de refuerzo al menos dos meses después del esquema principal de vacunación o de las dosis de refuerzo.

Las vacunas bivalentes, a las que también las autoridades se refieren como “refuerzos actualizados”, contienen dos componentes de ARN mensajero (ARNm) del virus del SARS-CoV-2, uno de la cepa original del SARS-CoV-2 y el otro en común entre los linajes BA.4 y BA.5 de la variante ómicron del SARS-CoV-2.

En Estados Unidos, las variantes BA.4 y BA.4.6 del Covid-19 son responsables del 11% de los casos registrados hasta el 27 de agosto. Según los CDC, la variante BA.5 compone el 89%.

Cabe señalar que la vacuna bivalente contra el COVID-19 de Moderna está autorizada para su uso como dosis única de refuerzo en personas de 18 años y mayores. Mientras, la vacuna bivalente contra el COVID-19 de Pfizer-BioNTech está autorizada para su uso como dosis única de refuerzo en personas de 12 años en adelante.

“Como siempre, nuestro llamado a la población es que se vacune, particularmente a las personas de 65 años o más que son las que están en riesgo de desarrollar una enfermedad severa y de mortalidad”, puntualizó Cardona.

De otra parte, explicó que la vacuna bivalente contra el COVID-19 se puede administrar con otras vacunas, incluyendo la de influenza. “Se pueden coadministrar a la misma vez en lugares anatómicos distintos: o sea, en un brazo una y en el otro brazo la otra. Lo importante es reconocer que ya la temporada de influenza comenzó y se prevé que será activa y que tenemos una transmisión alta de SARS- CoV-2 con una positividad por encima de un 20%”, subrayó Cardona.

Las personas que reciban una vacuna bivalente contra el COVID-19 pueden experimentar efectos secundarios comúnmente reportados por las personas que reciben vacunas monovalentes de ARNm contra el COVID-19 autorizadas o aprobadas. Entre esos efectos se incluye dolor, enrojecimiento e hinchazón en el lugar de la inyección, fatiga, dolor de cabeza, dolor muscular, dolor en las articulaciones, escalofríos y fiebre.

De otra parte, Cardona explicó que, con la autorización de uso de vacunas bivalentes, las vacunas monovalentes de ARNm contra el COVID no están autorizadas como dosis de refuerzo para personas de 12 años en adelante, por lo que se ordenó a separarlas de las nuevas dosis y esperar instrucciones específicas de las autoridades federales para su descarte. Al momento de la entrevista la doctora Cardona no pudo precisar la cantidad exacta de vacunas monovalentes que estarían retirándose en Puerto Rico.