“Aquí habrá un sistema judicial antes y otro después de Andrea Ruiz Costas”
Expertos analizan el revelador testimonio de la joven en momentos que acudió al sistema judicial del país para protegerse del agresor que, días más tarde, la asesinó.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 3 años.
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Durante ocho minutos ininterrumpidos Andrea Cristina Ruiz Costas le estuvo explicando a la jueza Ingrid Alvarado Rodríguez, en la Sala Especializada en Violencia Doméstica del Tribunal de Caguas, las razones que la llevaron a buscar auxilio en las autoridades de ley y orden a causa de un patrón de acoso, persecusión, maltrato emocional y violación a la intimidad a la que la sometía su expareja consensual, Miguel Ocasio Santiago, un hombre que semanas después terminó asesinándola y confesando los hechos.
El audio de los detalles ocurridos en una de las tres vistas en las que Andrea Cristina buscó protección en el sistema judicial fue revelado por el medio digital Noticel -que dice haberlo obtenido de fuentes no identificadas-, el mismo día en que el Tribunal Supremo reiteró que no se harían públicas las grabaciones totales o parciales de las vistas judiciales a las que acudió la víctima y que habían sido peticionadas de manera individual por la Asociación de Periodistas de Puerto Rico (ASPPRO) y por la Overseas Press Club (OPC).
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Una solicitud de reconsideración de la OPC también fue declarada con un “no ha lugar” en la sentencia emitida por el tribunal donde se especificó que los casos de violencia doméstica son de naturaleza sensible y se debe salvaguardar el mandato de confidencialidad. La determinación tuvo opiniones disidentes de la juez presidenta Maite Oronoz Rodríguez y de los jueces asociados Luis Estrella y Ángel Colón Pérez.
Fue la noche del 26 de marzo, específicamente a las 7:50p.m., que dio inicio la videoconferencia en la que la jueza debía determinar si encontraba o no causa para arresto contra Ocasio Santiago, a quien Andrea Cristina señalaba de un patrón de acoso luego de haber culminado una relación consensual por ocho meses. El hombre también participó en la videoconferencia.
“¿Algo más dama?... Por la prueba presentada y creída, el tribunal determina no causa en esta etapa del procedimiento. Eso sería todo por mi parte. Que tengan buenas noches”
-Jueza Ingrid Alvarado Rodríguez
Cabe destacar que los primeros minutos del audio, cuya duración es de 12 minutos con 36 segundos, se escucha a la jueza reclamar al policía que sometió el caso -con una boleta del Ministerio Público, pero en ausencia de un fiscal- el por qué se radicaba el caso a esa hora de la noche. El agente le explicó que el caso fue consultado con el Ministerio Público el día 26 de marzo, pero aclaró que el día anterior (25) la víctima había solicitado uan orden de protección que le fue denegada.
Posteriormente, Andrea Cristina procedió a narrar los hechos que la llevaron a buscar ayuda. Dijo que tras culminar su relación, el hombre no cesó de buscarla en su casa y en su trabajo.
“Nunca dejó de textearme, de llamarme... decía que quería volver conmigo y yo le decía que no... no deja de llamarme y de parar en mi trabajo tampoco”, explicó la mujer que laboraba en una boutique del centro comercial Montehiedra, donde también trabajaba el agresor como guardia de seguridad.
Sostuvo que el acoso se extendía también a sus amigas y compañeras de trabajo y mencionó que un vecino era testigo de lo ocurrido. Además, detalló que Ocasio Santiago tenía copia de la llave de su auto, la cual se negaba a entregarle.
Relató la angustia que tuvo días antes cuando supo que el agresor habia accedido a unas imágenes y vídeos íntimos, con las que aparentemente, trató de persuadirla y amenazó con divulgar a través de una falsa cuenta de Facebook.
La mujer se puso a disposición de la jueza para detallar los mensajes con las amenazas. En cambio, tras escuchar a Andrea Cristina, la jueza emitió en segundos su determinación de “no causa”.
“¿Algo más dama?... Por la prueba presentada y creída, el tribunal determina no causa en esta etapa del procedimiento. Eso sería todo por mi parte. Que tengan buenas noches”, fueron las últimas palabras escuchadas en el audio.
Ante lo acontecido la familia de Andrea Cristina emitió un comunicado de prensa expresando estar al tanto de que una de las grabaciones en los casos, ante el tribunal de Caguas, había salido a la luz pública, al tiempo que lamentaron que fuese de esa forma que se divulgara lo ocurrido, pues como familia habían solicitado la información.
“Precisamente, nuestra solicitud a los Tribunales del país era esta. Lamentamos que no fuese por medio del tribunal que se divulgara esta información que solicitamos mediante declaración jurada el pasado 7 de mayo. Aun así, confiamos en que haya transparencia y se haga la justicia que nuestra Andrea merece”, lee el escrito enviado por los parientes de la víctima, de 35 años, cuyo cuerpo fue encontrado parcialmente calcinado en el área de Guavate, en Cayey, la mañana del 29 de abril.
Evidente el fallo del sistema en el caso de Andrea
Primera Hora consultó las incidencias del audio trascendido con el abogado y exfiscal estatal, Ernie Cabán, quien opinó que la narración de hechos emitidas por Andrea Cristina demostraban una cintila de evidencia para que se encontrara causa para arresto contra su agresor. Asimismo, describió como un “abuso de impresión” por parte de la jueza el hecho de que no haya sido capaz de identificar el maltrato psicológico que denunciaba la víctima, quien se amparó en el artículo 3.1 de la Ley de Violencia Doméstica para buscar ayuda.
“La jueza tenía total discreción para preguntar y aclarar cualquier duda si es que del testimonio de Andrea no surgía para ella suficiente evidencia... pudo haber indagado. Pero de lo que se escucha, no había duda que Andrea hizo una narración en la que se podía encontrar esa cintila de evidencia”, dijo Cabán.
Aunque reconoció que la ley no obliga a que haya un fiscal en la radicación de cargos de maltrato psicológico el abogado entiende que el sistema judicial tendrá que revisarse.
“Aquí habrá un sistema judicial antes de Andrea Ruiz Costas y otro después de Andrea Ruiz Costas. Entiendo que este caso demuestra la necesidad, por un lado, de que comparezca un fiscal a presentar casos de violencia doméstica y, por otro lado, el asunto de que hay que establecer una presunción en las vistas civiles de órdenes de protección, a fin de que un juez, como cuestión de hechos, le otorgue esa orden a las víctimas que buscan auxilio del tribunal en lo que se lleva a cabo una vista evidenciaria donde el querellado puede presentar prueba, ser contrainterrogado y dar su versión para que no se expida esa orden de protección final. Mientras, se les debe conceder a las víctimas y esto no afecta en nada al querellado porque eso no va a récord criminal”, explicó.
Por su parte, la licenciada Amárilis Pagán, directora ejecutiva del Proyecto Matria, reconoció tener sentimientos encontrados porque si bien es cierto que defiende el acceso a la información y transparencia en procesos judiciales, también le preocupa la mirada “noticiosa” que se le pudiera dar a los detalles íntimos revelados por Andrea Cristina cuando abrumada por el acoso de su agresor solicitó ayuda en las autoridades.
“Se trata de qué cosas se pudieron haber dicho en la vista y que pudien convertirla en objeto de un juicio público... habrá gente que la va a culpabilizar a ella por las fotos o vídeos y dejarán fuera el análisis de lo que ocurrió y el hecho de que nada daba derehco a ese hombre de acosarla, chantajearla ni, finalmente, asesinarla”, sostuvo.
Precisamente, explicó que los casos de violencia doméstica se dan en el contexto de una relación sentimental (pasada o presente) y ese escenario de por sí es una situación confusa para las víctimas.
“Por eso entran y salen de la relación en varios momentos porque se sienten atraídas, aman a esa persona que la maltrata, pero a la vez saben que es una situación de peligro. Por eso este tipo de casos es bien complejo”, agregó.
De otra parte, analizando el contenido del audio dijo que fue evidente la honestidad con la que Andrea Cristina habló. “Fue un patrón concreto de acoso, persecusión, maltrato empocional... con elementos de letalidad bien claros y me refiero a esas transgresiones que el tipo tuvo en varias ocasiones, esas banderas rojas que la jueza debió haber visto y no las vio”, manifestó.
“Es que la jueza ni siquiera le hizo preguntas. Emitió una determinación sin reflexionar. Fue una respuesta automática y eso para mí es bien preocupante”, agregó.
Aseveró que casos como el de Andrea Cristina se ven a diario en los tribunales y por eso es importante que las víctimas estén acompañadas de una abogada, fiscal o intercesora legal durante los procedimientos.
“Las organizaciones llevamos décadas diciendo que las mujeres no deben ir solas al tribunal para este tipo de casos. Hay recursos que sirvan de intermediarios entre esa mujer, que esta en una posición de fragilidad. Es importante ese acompañamiento para que pueda darse un testimonio completo y se pueda emitir una decisión favorable”, puntualizó.
Por su parte, la licenciada Mayra López Mulero, dijo que el caso de Andrea Cristina “llora ante los ojos de Dios” y adjudicó responsabilidades en la policía como en el Ministerio Público.
“Fueron figuras decorativas en este caso. En un momento dado del audio se le pregunta al policía que si tenía algo más que agregar y en ese momento él pudo haber presentado más pruebas y no lo hizo... el policía ni siquiera averiguó quién era Rivera Ocasio, quien ya tenía un patrón de violencia doméstica. Sencillamente, aquí no se investigó nada. Y el Ministerio Público brilló por su ausencia. Aquí todo el mundo lo tomó bien livianito y después están exigiéndole a los jueces que hagan el trabajo que debieron hacer policías y fiscales”, dijo.
Recientemente, el gobernador Pedro Pierluisi, dijo estar a favor de que se divulgaran los videos de las vistas del caso de Andrea Cristina. De hecho, el Primer Ejecutivo reconoció públicamente que el sistema le falló a la víctima.
“No hay que ser abogado ni exsecretario de Justicia para ver que aquí tenían una víctima bien vulnerable, que necesitaba del Estado... y el Estado le falló”.