Al principio no sabía lo que pasaba. Ahora se consuela al pensar que el vaso rojo atado a su imagen “cogió vida propia”.

Hace unos meses, la foto de Aníbal Acevedo Vilá portando el famoso vaso rojo se tornó tan viral en las redes sociales que hubo desconocidos que se le acercaron para pedirle que realice el brindis de boda. De igual forma, en el plebiscito del pasado mes de junio, el ahora famoso recipiente plástico se convirtió en símbolo para muchos de los que boicotearon la consulta.

Todavía el efecto de la imagen le sorprende al ex gobernador del Partido Popular Democrático.

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“Fue una foto (tomada) en las Fiestas de la Calle San Sebastián. No sé si era como la 1:00 de la mañana y (la foto) existe porque no tengo escolta. Estaba caminando con unas amistades y alguien tomó la foto. Empezaron de alguna forma a tratar de darle un toque de burla, pero de momento cogió vida propia”, relató Acevedo Vilá a Primera Hora.

Contó que enseguida empezó a recibir fotos de populares “del corazón del rollo” retratados con el vaso rojo. 

“A veces me cuesta trabajo entender lo que pasó. Cogió vida propia y me di cuenta de que era hasta algo que la gente lo hacía con respeto y con agrado. Me enviaban la foto y me decían: gracias por estar con nosotros. Cuando yo miraba, habían hecho un meme de la familia y yo estaba ahí con el famoso vaso rojo”, narró entre risas el exgobernador en una entrevista en su residencia en Río Piedras, en la que habló de su vida después de salir de La Fortaleza en enero de 2008.

“Trato de llevar una vida normal, de hacer las cosas que hace cualquier otro ciudadano y la gente siempre me ha recibido con mucho respeto”, dijo para subrayar que “lo más interesante” para él es que puede controlar su calendario.

Reconocido como un gran estratega, Acevedo Vilá se desempeña actualmente como consultor en asuntos de gobierno y de administración pública.

Es tuitero, bloguero, transmite en vivo en Facebook y este año debutó en una nueva faceta: es conductor de un programa de radio.

“Siempre me había atraído la idea de tener un programa de radio. Me toma mucho tiempo, pero me gusta mucho”, expresó sobre el espacio “Sobre la mesa” (RadioIsla 1320 AM), que arrancó el pasado 13 de febrero, día de su cumpleaños.

Cuando salió de La Fortaleza explicó que tomó dos decisiones: que no iba a buscar ningún contrato gubernamental con alcaldes, ni asesorar entidades gubernamentales; y que no iba a practicar el derecho desde el punto de vista de litigar.

“Me parecía que habiendo sido gobernador no quería que alguien interpretara que un juez estaba fallando en contra de mi cliente porque no fue nominado por mí y es de otro partido y viceversa”, sostuvo. 

Como consultor brinda asesoramiento de cómo funciona el gobierno a personas y entidades privadas, en y fuera de Puerto Rico. Tiene clientes en Panamá, República Dominicana y en Nueva York.

¿Hay margen para que en Puerto Rico nazca un nuevo partido?

“El fenómeno de los candidatos independientes no se ha examinado con detenimiento y creo que los partidos históricos tienen que internalizar qué fue lo que pasó en estas elecciones y ver lo que está pasando en otros lugares del mundo. Hay una crisis de las instituciones gubernamentales y no gubernamentales y eso podría ser terreno fértil para la demagogia, porque Donald Trump nace de eso; pero también para algún tipo de nueva entidad, sea partido o no, que le pueda presentar al País una hoja de ruta hacia el futuro”, opinó.

Sobre la figura de Trump dijo que el apoyo que recibió y que haya sido electo presidente de Estados Unidos “es la primera señal de un deterioro marcado en lo que todos hemos vivido: el imperio americano”.

“Todos los imperios terminan. No estoy diciendo que el imperio americano va a acabar mañana, pero creo que la elección de Trump con ese apoyo, es un reflejo de que se puede comenzar a dar un deterioro. Lo estamos viendo en el mundo entero. Estados Unidos se ha quedado solo en reuniones. Esa es una sociedad sumamente fuerte y ha tenido otros momentos de crisis, pero para mí es increíble que esa persona sea presidente de Estados Unidos”, expresó.

En su mandato, Acevedo Vila decidió eliminar las escoltas a los exgobernadores por la crisis del cierre de Gobierno, la que dijo haber enfrentado desde La Fortaleza.

“Cuando tuve escoltas fueron policías muy respetuosos. Yo no tuve ningún problema con ningún policía. Entiendo que no se justifica, no la necesito y no he tenido ningún incidente, nunca. Lo más que te puede pasar es que tú entras a un restaurant, a un colmado, y ves que alguien te vira la cara”, sostuvo.

“Hago la compra en el colmado, voy a Plaza Las Américas, al cine, a los juegos, solo o con mis amigos, guiando, pero no he tenido ningún problema. Me tratan con mucho respeto y yo creo que a todos los exgobernadores, probablemente, los tratan así con mucho respeto”, afirmó Acevedo Vilá.

Sostuvo que “estaría hablando horas” de lo que no pudo hacer como gobernador, porque le tocó “un gobierno compartido” y recalcó que se arrepiente de haber firmado en 2006 la ley del Impuesto sobre Ventas y Uso (IVU). 

“En el escenario que yo tenía, parecía que era la única forma de evitar un tranque con la Legislatura penepé, porque el IVU era la propuesta de ellos y yo la acepté como un mecanismo de negociación”, dijo.

Dijo que también se arrepiente porque economistas “me decían que ir a un sales tax, al IVU, era mejor que el arbitrio, que iba a ser más eficiente y al año y me di cuenta que esa teoría era falsa”.

“Esa fue la decisión más difícil, combinada con realizar que el gobierno se iba a quedar sin dinero”, aseveró.

Las acusaciones que le radicaron las autoridades federales, ¿todavía tienen algún impacto en su vida pública? 

“Más allá de los fanáticos de la oposición o los que en las redes sociales llaman los haters, es un tema que ya prácticamente nadie me habla y cuando lo hablan, lo hacen desde una perspectiva positiva en el sentido de que quedó demostrado que no había ningún fundamento para lo que hicieron, que era una persecución contra mi persona y que pudieron ver cómo me pude enfrentar. Nunca abandoné mi función de gobernador y pude probar que eran unos casos que no tenían ninguna justificación”, sostuvo.

De La Fortaleza, extraña la terraza, y de su vida personal compartió que ahora tiene “mucho más tiempo” para su familia, amistades, salir a la playa y salir a comer.

Toda la vida ha sido cocolo y fanático del deporte. De las orquestas del momento, se confesó fanático de Pirulo y la Tribu. “A veces, cuando en uno de estos festivales públicos está Pirulo, voy. Yo escuchaba sus discos, pero cuando lo vi por poco me muero. Tu ser timbalero, cantar y dirigir la orquesta a la misma vez, me impresionó. Tito Puente no cantaba”, confesó el exgobernador de 55 años. “Nací en 1962 con El Gran Combo”, dijo.

Su canción favorita es “‘Mi desengaño’ y todas las de la época de gloria de Roberto Rohena”. No se cansa de oírlas.

En Nextflix recomienda la serie mexicana “Ingobernable” y “House of Cards”.

No es fanático de “Game of Thrones”, pero dijo que su casa se paralizaba los domingos y ahora “la voy a ver con toda la familia, porque ya estoy al día”.

Cuando salió de La Fortaleza vivió en una casa alquilada por dos años y medio. En ese momento, su madre muere y le compró la parte de la residencia que correspondía a sus dos hermanas, donde reside con la exprimera dama, Luisa “Piti” Gándara. Su hija Gabriela reside en Estados Unidos y Juan Carlos es maestro en una escuela pública Montessori en Puerto Rico.

“Llegué a esta casa cuando tenía cinco años, en 1967 es que mis padres se mudan aquí… No te voy a negar que llena a uno de mucha emoción estar en la casa donde nos criamos todos. En ese patio se celebraban los cumpleaños, los quinceañeros. Es un privilegio. El deseo de papi y mami era que la casa se quedara en la familia y así se hizo”, expresó.