Justo cuando los maestros están inmersos en la administración de exámenes finales o en los preparativos de graduaciones, entre otras tareas propias de la culminación del semestre, directores u otros portavoces del Departamento de Educación (DE) han comenzado a reunir a grupos de docentes para notificarles sobre el potencial cierre de sus planteles.

Algunas de esas reuniones se han producido ya esta semana, pero en otras escuelas rurales cuya matrícula no excede los 200 alumnos la intriga impera entre los profesores porque no reciben información certera del DE, según señalan fuentes vinculadas al magisterio, así como familiares de algunos estudiantes de planteles donde los rumores de cierre fomentan un ambiente de incertidumbre.

En los casos en los que los cierres ya han sido notificados verbalmente por los directores, la resistencia de ciertas comunidades escolares redunda en planes de protesta, como es el caso de los padres, madres y tutores de los alumnos de la escuela Rosa L. Rivera Serrano, ubicada en el barrio Río Arriba de Arecibo.

Portavoces de ese plantel anunciaron que mañana, jueves, a partir de las 10:30 a.m. realizarán una protesta frente a la sede del DE para repudiar el posible cierre de la escuela rural.

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Según los organizadores de la protesta, la comunidad Río Arriba es una aislada y tendrían que matricular a sus hijos en planteles muy distantes de sus residencias. Al cierre de esa escuela se oponen los senadores novoprogresistas José Pérez y Ángel "Chayanne" Martínez, cuyos relacionistas convocaron a los medios a la manifestación. Ambos legisladores anunciaron que asistirán a la protesta. 

El caso de la escuela de Río Arriba es solo uno de varios planteles de la región de Arecibo que se especula serían cerrados y no estarán operando el próximo semestre. En Dorado, por otro lado, se rumorea que la escuela Teresa Préstamo sería cerrada y que los alumnos del aula tendrían que matricularse en un plantel de Río Lajas u otros barrios. El alcalde popular de ese pueblo, Carlos López, se pronunció en contra del cierre del aula y a través de emisarios ha fomentado que la comunidad escolar realice algún piquete para oponerse al cierre, que tampoco ha sido notificado oficialmente por escrito a los maestros, según una fuente de esa comunidad. 

Según el secretario del DE, Rafael Román, para determinar el cierre de planteles se toman en consideración condiciones de la planta física, el rendimiento académico, la cercanía de otras escuelas y la reducción proyectada en la matrícula.

Hace un año el DE identificó para potencial cierre 149 escuelas, pero luego, ante críticas y protestas de ciertas comunidades, redujo la cifra. 

De acuerdo a la agencia en todas las escuelas preseleccionadas para cierre ya identificaron alternativas para los estudiantes dentro de un radio menor a cuatro millas o sea que a esa distancia ubica el plantel en el que se reubicarían a los alumnos. 

Sin embargo, algunos padres y maestros han expresado preocupación de que ante los cierres de planteles se agudice el problema de hacinamiento por grupos, entre otros problemas que pueden afectar el ambiente de aprendizaje adecuado en los centros docentes.