Los dos feminicidios ocurridos hoy -en el fin de semana del Día del Amor- constituyen un doloroso recordatorio de que la lucha para erradicar la violencia de género persiste justo cuando los albergues para mujeres víctimas de violencia doméstica enfrentan una amenaza de recorte de fondos federales.

Directoras de albergues lanzaron un llamado al gobierno a apoyar económicamente a estas organizaciones y a desarrollar iniciativas de prevención de violencia.

“Ante la terrible noticia de dos feminicidios perpetrados el mismo día, tres en una semana que se supone está dedicada al amor, instamos a que se prioricen iniciativas de prevención y de servicios para víctimas y sobrevivientes. La violencia doméstica y los feminicidios no son incidentes aislados. Son violencias que hemos normalizado como país y que tenemos la responsabilidad de atender. Esa normalización de la violencia nos está costando la vida a las mujeres en Puerto Rico”, planteó Coraly León, presidenta de la Red Nacional de Albergues de Violencia de Género.

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Necesitamos que se prioricen, como hemos reclamado por años, iniciativas de educación y prevención. Además, es importante que los centros de servicios, incluyendo a los albergues para sobrevivientes de violencia doméstica, cuenten con los recursos necesarios para dar continuidad a servicios que salvan vidas”, indicó la presidenta.

“Actualmente estamos ante una situación de incertidumbre por potenciales recortes de fondos federales y es imperativo una respuesta desde el gobierno local, dar continuidad a servicios esenciales que salvan vidas todos los días. La emergencia por la violencia doméstica, los feminicidios y la violencia sexual continúa. Hacemos un llamado a la aprobación de la Resolución conjunta #11, que otorgaría un millón de dólares a los albergues integrantes de la red para poder apoyar a dar continuidad al único servicio que en estos momentos garantiza la vida de sobrevivientes y sus hijos el 100% de las veces”, declaró León.

Lisdel Flores Barger, directora ejecutiva del albergue Hogar Ruth, manifestó que “para abordar el problema de la violencia doméstica de manera efectiva, necesitamos más que discursos y expresiones de ocasión cada vez que una mujer es asesinada por su pareja. El 2024 cerró con 24 feminicidios íntimos y en lo que va de año ya sumamos cuatro, dos de estos hoy en el fin de semana que celebra las relaciones románticas en el Día del Amor. A pesar de los feminicidios frecuentes, la respuesta del Estado sigue siendo insuficiente, cuando lo que se necesita son medidas concretas y sostenidas en el tiempo”.

Lisdiel Flores
Lisdiel Flores (Suministrada)

“La prevención debe ser una prioridad, y esto implica educación desde la infancia para desmontar las bases de la violencia machista. No podemos seguir abordando el problema solo desde la respuesta a la emergencia; necesitamos políticas que garanticen la continuidad y fortalecimiento de los servicios para víctimas y sobrevivientes. Además, la violencia doméstica no es solo un problema de quienes la sufren directamente, sino un asunto que afecta a toda la sociedad. Visibilizar el problema, reconocerlo como una crisis de derechos humanos y exigir acciones contundentes es responsabilidad de todas y todos. No podemos permitir que estos números sigan creciendo en silencio. Es urgente que el gobierno tome un rol activo con estrategias reales de prevención, protección y justicia para las víctimas. Sin voluntad política y compromiso social, la violencia doméstica seguirá cobrando vidas”, añadió Flores Barger.

Deborah Maldonado, presidenta de Kilómetros de Cambio, un evento de 50 mujeres atletas en una carrera de relevo de tres días por todo Puerto Rico para recaudar fondos para los albergues, por su parte, reaccionó también con sus recomendaciones contra la violencia machista.

“Es crucial garantizar la continuidad de los albergues y las líneas de emergencia para mujeres en peligro. En este momento histórico, donde los fondos federales están congelados, la labor de estos espacios se ve amenazada, poniendo en riesgo la vida de muchas mujeres que buscan protección y apoyo. No podemos permitir que la falta de recursos limite la ayuda que tantas víctimas necesitan. No podemos seguir reaccionando solo cuando ocurre una tragedia. La prevención es clave, y eso comienza con la educación emocional, el acceso a ayuda antes de que la violencia se manifieste y el fortalecimiento de los servicios de protección”, planteó.

Maldonado también indicó que hay que llegar con campañas de prevención y con servicios a hombres que aprendan cómo manejar sus emociones sin llegar a la violencia.

Los hombres necesitan ayuda, y debemos ofrecerles herramientas antes de que sea demasiado tarde. Necesitamos espacios donde puedan expresarse sin ser juzgados, donde encuentren apoyo emocional y psicológico antes de que la frustración se convierta en tragedia. Es por esto que hacemos un llamado urgente a la creación de una línea de apoyo para hombres en crisis, donde puedan recibir ayuda profesional, orientación y acompañamiento. Además, instamos a la comunidad a estar atenta: si conoces a un amigo, compañero de trabajo o familiar que esté atravesando dificultades matrimoniales o emocionales, extiéndele la mano para prevenir más feminicidios. ¡Es momento de actuar! Salvemos vidas antes de que sea demasiado tarde”, concluyó.