Aunque los reportes de casos de COVID-19 han bajado durante las últimas semanas, Puerto Rico continúa en un nivel alto de transmisión del virus y son los municipios de la región de Ponce –casualmente, la más impactada por el huracán Fiona- los que más casos registra. Y el escenario se agudiza considerando que las personas de 80 años o más son los más afectados y los que, desafortunadamente, continúan muriendo.

Así se desprende del último informe de Situación de Epidemia del COVID-19 en Puerto Rico que emite semanalmente el Departamento de Salud y cuyo boletín correspondiente a la semana 39 (25 de septiembre al 1 de octubre) hace énfasis en la tendencia de casos que se está reportando en la región sur y suroeste de la isla, donde el SARS-CoV-2 sigue haciendo escante en poblaciones vulnerables.

Si bien es cierto que la positividad general para Puerto Rico se ubicaba durante la semana del análisis en 14.17% -la isla llegó a sobrepasar el 40% en los pasados meses- el Departamento de Salud levanta bandera para indicar que en la región de Ponce la positividad estaba en un 25.86%. Los pueblos con mayor tasa de incidencia de casos en esta zona son Jayuya, Patillas, Guayama, Yauco, Adjuntas, Guayanilla, Santa Isabel, Guánica y Salinas.

“Durante esa semana, el grupo de edad con mayor positividad fue el de 80 años o más con 18.8%”, advierte, además, el informe de situación epidémica.

Precisamente, este grupo demográfico de adultos mayores ha sido el que históricamente más muertes ha reflejado durante la pandemia. Datos del BioPortal del Departamento de salud indican que hasta el 9 de octubre se habían reportado 5,183 fallecimientos asociados al coronavirus y de estos el 38.7% (2,006) corresponde a hombres y mujeres de 80 años en adelante. De hecho, los últimos datos de la agencia informan que las últimas dos muertes por COVID-19 reportadas en Puerto Rico son las de un hombre de 95 años y una mujer de 101 años. Ninguno tenía las vacunas al día.

Salud intensifica acción en hogares de cuido prolongado

De cara a la situación de emergencia que se ha identificado, el equipo de vigilancia epidemiológica del Departamento de Salud coordinó visitas a facilidades de cuido prolongado.

En declaraciones escritas enviadas por la portavoz de la agencia, Lisdián Acevedo, se informó que entre el 20 de septiembre y el 7 de octubre se realizaron 295 visitas en las que se identificaron 205 contagios. Se detalló que 176 infecciones corresponden a residentes y 29 a empleados.

“Actualmente, tenemos en vigilancia 69 facilidades con casos activos”, sostuvo Acevedo al agregar que dentro de las acciones se hicieron 307 referidos para tratamientos monoclonales.

Importante respuesta ciudadana a la vacuna bivalente

Para el gerente de investigaciones del Fideicomiso de Salud Pública de Puerto Rico, Marcos López Casillas, el hecho de que a 21 días del paso de Fiona por la isla haya comunidades sin servicio de energía eléctrica y de agua potable en comunidades del área sur y oeste de la isla, es lo que ha acrecentado el riesgo de contagios de COVID y otras enfermedades como influenza, leptospirosis, dengue y micoplasma.

“Aunque LUMA ha dicho que el 98% del país está energizado sabemos que ese número no es contundente, porque hay zonas en el sur y suroeste que llevan tres semanas sin los servicios básicos y eso, lamentablemente, se traduce en que aumenta la vulnerabilidad de esas comunidades a que haya más riesgo de contagios de estas enfermedades. Lo triste es que vemos que las poblaciones más afectadas en la propagación de estas enfermedades son los adultos mayores de 60 años”, explicó el salubrista.

Recordó que cuando el huracán Fiona impactó a la isla hace tres semanas, la positividad y transmisión del SARS- CoV- 2 -el virus que provoca el COVID-19- estaba alta. Según datos de Salud, al 1 de octubre la incidencia de casos era de 140.24 por cada 100,000 habitantes. De hecho, el informe señala que para la misma fecha 75 de los 78 municipios se encontraban en un nivel alto (rojo) de transmisión del virus.

“Por eso no es tan sorprendente lo que refleja el informe de Salud. Lo que sí es desafortunado es que en esas comunidades impactadas por el ciclón haya otras carencias que ponen en riesgo la salud pública. El problema que hay en Puerto Rico con la energía eléctrica es un peligro y exacerba esa vulnerabilidad... lo triste es que después de este aumento de casos que estamos viendo en esas zonas del sur y oeste, vendrán más fallecimientos”, puntualizó al rememorar que el sublinaje BA.5 de Ómicron es el que predomina en la isla y se trata de una variante muchísimo más contagiosa que el COVID que se manifestó en 2020 y 2021.

Hizo hincapié en que aun cuando no hay restricciones por parte del gobierno, urge que cada ciudadano asuma un rol protagónico para prevenir contagios a través del uso de mascarillas y de la vacunación.

“Las personas tienen que vacunarse. Ahora tenemos la vacuna bivalente y la gente tiene que entender que esto no es un refuerzo, esto es una nueva vacuna que presenta una oportunidad única porque cubre a Ómicron. Y recalco que me preocupa porque la gente no está yendo a vacunarse como lo hicieron en las fases primarias o en las de refuerzo”, alertó López Casillas al agregar que los pronósticos en Estados Unidos y en Europa es que surja un nuevo oleaje de contagios durante la temporada de otoño e invierno.

La Administración de Medicamentos y Alimentos (FDA) autorizó el uso de la vacuna bivalente contra el COVID hace un par de meses y los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) ha sido enfático en que, aunque el fámaco no previene el contagio del virus, sí reduce los riesgos de una enfermedad severa y la muerte.

El Departamento de Salud informa que en la isla -con una población de 3.2 millones- hay más de 1.8 millones de personas que no tienen la vacunación al día. Resaltan también que hay 333,896 personas que nunca se vacunaron, aun cuando están aptas para la inoculación.

De las tasas de mortalidad, en los últimos 30 días las personas no vacunadas representan 10 muertes por cada 100,000 habitantes, mientras que los que tienen la vacunación al día muestran 1.4 muertes por cada 100,000 habitantes.

Cabe señalar que faltando más de dos meses para que acabe el año, el 2022 ha sido el más mortífero a causa del COVID-19 en Puerto Rico desde que inició la pandemia. Datos analizados por el bioestadístico y profesor de Harvard, Rafael Irizarry, indican que hasta el 9 de octubre han fallecido en Puerto Rico 1,860 personas por causas asociadas al virus. El año pasado la cifra de muertes acumuladas fue de 1,640, mientras que en el 2020 se reportaron 1,683.