Morovis. La alcaldesa Carmen Maldonado González respondió a las inquietudes de los moroveños, incluyendo el eterno problema de falta de agua que padecen en la zona, que calificó de “muy serio y muy crítico”, pero que “hemos atendido con muchísimo compromiso”.

Repasó una larga lista de acciones en reclamo de que se atienda ese asunto, desde protestas con la ciudadanía, gestiones ante el gobierno y en Washington, y demandas ante los tribunales locales y federales. Esta última se encuentra actualmente en apelación ante el Primer Circuito de Boston. Agregó que ha sugerido a la Autoridad de Acueductos y Alcantarillados (AAA) que ponga en uso los tanques de unas instalaciones cercanas a Morovis, así como que conecten al municipio con el acueducto del supertubo, “pero al día de hoy, nada de eso ha ocurrido”.

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Sobre la queja de falta de iluminación y mal estado de carreteras, en particular en áreas rurales, la alcaldesa indicó que ya han invertido “sobre $15 millones” en asfaltado de vías a través de todos los barrios, “atendiendo las partes más críticas, más afectadas”, y agregó que ya están en una segunda, en la que volverán a los barrios.

Del alumbrado, comentó que, si bien es algo que “le corresponde a LUMA”, el municipio adquirió unas 300 luminarias solares y “vamos a comenzar un proyecto pequeño, un proyecto piloto, que van a ser instalados en las próximas semanas, y obviamente estamos mirando estas áreas críticas que requieren de mayor iluminación”.

En cuanto al reclamo de limitar el uso de estacionamientos frente a negocios por parte de empleados municipales, en áreas cercanas a la plaza del pueblo, indicó que habría que llevar el asunto ante la legislatura municipal para aprobar una ordenanza a esos efectos.

Sobre la solicitud de un servicio de transporte público para el pueblo, afirmó que “ya estamos trabajando con eso”, con una asignación federal para trabajar con la rehabilitación del terminal de carros públicos y la compra de las guaguas.

Por último, sobre las estructuras abandonadas, indicó que “estamos trabajando con eso” y han intervenido en muchos de esos edificios, sea sellándolos cuando alertan que se están usando para actividades cuestionables, o pintándolos para que luzcan mejor, pero recordó que existen unas disposiciones legales que se tienen que cumplir, y que pueden tomar mucho tiempo, antes de poder expropiar esas estructuras abandonadas.