Cabo Rojo. El costero pueblo de Cabo Rojo se mantiene en calma esta mañana, no obstante, el acalde Jorge Morales Wiscovitch mostró su preocupación por los vientos y lluvias que se esperan desde temprano esta tarde, cuando se proyecta que el fenómeno atmosférico Fiona pudiera entrar como huracán categoría uno.

“Es de preocupación el último informe que indica que va a pasar por Cabo Rojo a 75 mph como huracán, lo que nos pone en riesgo de que no solamente las residencias que son frágiles se vean afectadas, sino el problema de los árboles cayendo encima de la cablería eléctrica o afectando algún embalse o algún canal”, manifestó el alcalde esta mañana en una visita a la Escuela Intermedia Severo Colberg Ramírez, uno de los tres refugios habilitados.

Indicó que en términos de las inundaciones que se puedan suscitar por la gran cantidad de lluvia que se pronostica, vigila de cerca la urbanización La Concepción y el área de Pole Ojea. En el caso de la urbanización, indicó que allí las inundaciones es un “problema histórico”.

A las 8:00 de la mañana, Fiona tenía un movimiento hacia el oeste noroeste a unas ocho millas por hora. Ese paso lento les permitió a los equipos de trabajo del municipio mover alguna maquinaria para limpiar algunos cauces en cuerpos de agua, según le fueron informados por la ciudadanía.

“Lo más importante en estos momentos es que sigan pendientes a los pronósticos del tiempo, porque la cosa no pinta bien como dice el refrán”, sentenció el líder municipal.

Hasta las 10:00 de la mañana de este domingo, se habían reportado 22 refugiados en el pueblo, teniendo la mayoría –entre 16 a 20- en la Escuela Severo Colberg Ramírez, incluido al encamado Iván Acosta Figueroa, de 84 años.

María Pérez, Flores, de 92 años, se encontraba en un pasillo del plantel escolar observando el movimiento de empleados públicos que allí les atienden.

“La casa mía está encima de la quebrada”, dijo la mujer sola, pues hijo falleció hace tres años. “Le dan buena atención a uno. Son personas que una las tienes como familia y no como particular”, agregó.

Pérez Flores acostumbra acudir a ese refugio cada vez que se anuncia algún evento climatológico como que afectará a la Isla entre este domingo y lunes.

“Siempre los he pasado aquí. Cuando mientan algo, digo, pa’llá es que voy”, comentó la caborrojeña.

Personal del Programa Salud para mi Pueblo atendía una emergencia con el joven de 18 años, José Luis García Segarra, quien presentaba síntomas de vómitos, según informó la madre Ivette Segarra. Posteriormente fue trasladado a un Centro de Salud para prevenir que se deshidratara.

Para el matrimonio conformado por Estrellas Valladares y Francisco Díaz la experiencia en el refugio no podía ser mejor, según se expresaron estos residentes de la zona pesquera de Puerto Real.

La Escuela Severo Colgberg sirve como refugio en Cabo Rojo.
La Escuela Severo Colgberg sirve como refugio en Cabo Rojo. (Jorge A Ramirez Portela)

“No sé cuál es la palabra más linda que pueda decir”, expresó Díaz, que en una ocasión anterior se había refugiado, contrario a su esposa para quien la experiencia está siendo una novedad.

“Mejor que en casa”, comentó, por su parte, Valladares mientras acurrucaba en sus brazos a Gina, una de las dos mascotas que les acompañaban.

Los otros dos refugios en cabo Rojo están ubicados en la Escuela Superior en Boquerón y en Puerto Real. Para emergencias, puede comunicarse a los teléfonos: (787) 851-5050 o (787) 255-2650.