Al menos 58 empleados en el Centro Médico de Puerto Rico están fuera de labores debido a contagios de COVID-19 o por estar en cuarentena, según datos obtenidos a través de Wilmelis Márquez, portavoz de la Administración de Servicios Médicos (ASEM).

El problema de infecciones entre profesionales de la salud del Centro Médico se agudizó en la última semana de diciembre cuando cerca de 300 trabajadorees -en su mayoría profesionales de la enfermería- tuvieron que ausentarse de sus trabajos en la Sala de Emergencia, en el Centro de Trauma, en el Hospital Universitario y en el Hospital Pediátrico, según había denunciado el presidente de la Unión General de Trabajadores, Gerson Guzmán.

Relacionadas

Los brotes en las zonas de empleo en las instituciones fueron simultáneos a las históricas cifras de infecciones y hospitalizaciones reportadas en la isla, principalmente atribuidas al avance de la variante Ómicron.

Esta situación de empleados enfermos trajo a la mesa otras denuncias sobre el escenario de los hospitales en la isla, donde la escasez de empleados se exacerba con el agotamiento físico, emocional y mental de la plantilla que queda doblando turnos de 12 a 16 horas hasta por cinco días consecutivos.

“Los contagios han mermado y es lo que esperábamos porque estos repuntes tienen unos picos y unos descensos. Es lo que ha ocurrido en otras etapas de la pandemia, pero es hora de que el gobierno atienda este asunto desde otra perspectiva y lo que estamos diciendo desde hace meses es que puede haber disponibles cuartos, camas, respiradores, pero sin personal suficiente colapsará el sistema. Ahora es Ómicron, pero pronto puede llegar otra variante y otras emergencias. Lo que estamos señalando es que se declare la salud un servicio esencial como establece la Ley Promesa para que se garanticen y se protejan los servicios de salud del pueblo y se asignen los recursos necesarios. Necesitamos que se contrate personal suficiente y, además de eso, que se revisen las escalas salariales a estos trabajadores, sino se seguirán yendo de Puerto Rico”, acotó Guzmán.

Ante este panorama, el jueves a las 11:00 de la mañana los empleados unionados del Centro Médico convocaron una conferencia de prensa en la que quieren relatar sus experiencias laborales en medio del repunte por COVID-19, cómo han enfrentado la crisis salubre y lo que piden al gobierno para garantizar la continuidad en la prestación de los servicios en los hospitales.

“Aquí no se pueden seguir poniendo parchos. Es momento de atender la situación de manera real para que los servicios de salud sean efectivos para atender la necesidad del pueblo”, puntualizó Guzmán.

Hace más de seis meses que la Unión General de Trabajadores está abogando porque se cubran unas 500 plazas -incluyendo personal de enfermería, lavandería, cocina, sala de operaciones, radiología, escoltas, entre otros- lo que garantizaría un mejor servicio en todas las facilidades.

“El desgaste físico del personal es evidente. El mental y emocional también. Han sido dos años de pandemia en los que han trabajado sin parar, algunos se han enfermado en el proceso, pero regresan porque tienen claro esa vocación de servicio al pueblo. Pero ya basta de imponer hasta 16 horas de trabajo y que se esté doblando turnos hasta por cinco días consecutivos. Eso se debe resolver aprobando más plazas”, precisó el líder de los unionados.

El 22 de agosto de 2021 el director ejecutivo de la Administración de Servicios Médicos de Puerto Rico (ASEM), Jorge Matta, dijo a Primera Hora que la situación de escasez de empleados, particularmente en el Hospital Universitario de Adultos, iba a mejorar luego que se aprobaran $7 millones para la creación de 243 plazas regulares en esa institución.

La escasez de enfermeros en el Hospital Universitario ha sido un problema “histórico” que se ha visto exacerbado durante los pasados dos años con el agotamiento del personal sanitario que ha trabajando incansablemente durante la pandemia, reconoció Matta sobre la clínica que emplea a 530 personas.

“La situación en el Universitario ha sido histórico, no se puede tapar el cielo con la mano y a eso se le añade el desgaste del personal que está cansado, incluyéndome. Esto es algo que está ocurriendo hace años... sí es una realidad que estamos cortos de personal y lo hemos dicho en un sinnúmero de ocasiones”, sostuvo en aquel entonces a este diario.

Destacó que tras una lucha por más de un año, finalmente, se había recibido una notificación por parte de la Oficina de Gerencia y Presupuesto en la que se indicó la aprobación de la asignación millonaria, la cual alcanzaría para cubrir 243 plazas, incluyendo la de enfermeros, trabajadores sociales, escoltas y personal secretarial y de nutrición. Sostuvo que la Junta de Supervisión Fiscal (JSF) aprobó la inyección económica.

“La contratación del personal de enfermería nos dará la oportunidad de abrir camas que, actualmente, tenemos cerradas, particularmente camas de intensivo”, acotó en agosto para explicar que la institución operaba entonces con 195 camas pero la expectativa era aumentar a 230.

Explicó que antes del proceso de reclutamiento se debe dar paso a la creación de puestos. “Pero es algo que llevamos trabajando por meses. Una fecha específica no puedo dar, pero sí puedo decir que se le ha dado el seguimiento y la misma oficina de recursos humanos de Deparmaneto de Salud nos ha estado dando apoyo”, agregó.

Pero, al parecer la situación no se ha resuelto cinco meses después de la entrevista con Primera Hora pues, según el portavoz de la unión “seguimos en las mismas condiciones de agosto y de sus meses anteriores”.

“La escasez de personal no es de ahora, ni de agosto, esto no es nuevo . Necesitamos gente que puedan cubrir los turnos de trabajo al personal que está extremadamente agotado”, insistió Guzmán.

Indicó que el gran reto en el reclutamiento antes y ahora es que los profesionales de la salud reciben ofertas de empleo mucho más atractivas en Estados Unidos, donde tienen un mejor salario y beneficios.

Aludió que esto se agrava con la reducción de beneficios que se suscitó bajo la administración de Ricardo Rosselló cuando se aprobó una reforma que disminuyó los días que acumulan de vacaciones y enfermedad los trabajadores. También se les bajó la aportación al plan médico.

Según Guzmán mientras en la isla el salario mínimo de un enfermero, en el menor nivel, fluctúa en $14.70 la hora, a un recién graduado en Estados Unidos se le otorga hasta por encima de $30 por hora.

“Es difícil competir con eso en Puerto Rico. Por eso es que estamos pidiendo que haya una revisión salarial. Estamos hablando de profesionales de la salud tan bien preparados que las empresas farmacéuticas y hospitales de Estados Unidos vienen aquí a reclutarlos”, subrayó.

Esta semana el Departamento de Salud reveló que un informe preliminar entregado por 65 hospitales de la isla indica que, al menos el viernes pasado, había clínicas en los que se ausentaron entre un 20% y un 25% de sus profesionales de enfermería, esto en momentos en que se registran cifras nunca antes vista de hospitalizaciones por COVID-19.

Así lo indicó el director de la Secretaría Auxiliar de Reglamentación y Administración de Facilidades de Salud (SARAFS), el licenciado Edwin León Pérez, al expresar que la información se desprende del censo que ordenó el secretario de Salud, Carlos Mellado, a fin de conocer el nivel de ausencia en los hospitales, razones para la falta de empleados, el total de profesionales en aislamiento a causa de contagios por coronavirus, las unidades de COVID-19 establecidas en los hospitales, así como el personal asignado a esas unidades especializadas en cada institución.

Según León Pérez, los administradores de los hospitales informaron que de una plantilla de 9,313 profesionales de enfermería activos el viernes pasado, 901 (10%) se ausentaron por razones que van desde enfermedad hasta licencia de vacaciones. No se precisó cuántos estaban en aislamiento o en cuarentenas a causa del COVID-19. Primera Hora ha insistido infructuosamente en conocer esta información durante las últimas tres semanas.

El funcionario -aun teniendo la información que confirma un ausentimo de profesionales de la enfermería en hasta un 20% a un 25% en algunas clínicas- no pudo categorizar cuántos hospitales alcanzaron estas cifras porcentuales y las regiones a las que pertenecen.

Hubo un compromiso a proveer la información a los medios de comunicación el miércoles. Sin embargo, se volvieron a hacer múltiples gestiones para al entrega de datos, pero esto no ocurrió.