Los brotes por COVID-19 surgidos entre empleados del Centro Médico, en Río Piedras, suman 30 contagios en lo que va del mes de agosto, incluyendo 18 casos activos de los cuales casi la mitad no están vacunados, confirmó el director ejecutivo de la Administración de Servicios Médicos (ASEM), Jorge Matta González.

“Entre los empleados contagiados hay 10 vacunados y ocho que no están vacunados”, sostuvo este fin de semana el ejecutivo a preguntas de este diario al indicar que ninguno ha presentado síntomas severos de la enfermedad.

El 6 de agosto trascendió a través de El Nuevo Día que casi una veintena de empleados habían dado positivo a COVID-19 y que uno de los afectados estaba hospitalizado. En aquel entonces Matta González explicó que el brote había ocasionado ocho infecciones en la Sala de Emergencias y nueve en las clínicas externas. Sostuvo que la transmisión la desencadenó un paciente que tuvo un falso negativo a una prueba de cernimiento que se le realiza a todos las personas que ingresan a la institución.

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Dos semanas después, Primera Hora dio seguimiento a la situación constatando que en total el brote impactó a 30 trabajadores y provocó el aislamiento de otro gran número de personas que han tenido que ser apartados de sus labores por haber tenido contacto con los empleados que arrojaron positivo, esto mientras se les realizan pruebas de diagnóstico.

“Actualmente, la situación está similar a aquella semana. Tenemos 18 casos. Ese número ha ido subiendo y bajando. Hemos tenido días con 21 casos activos, con 19, con 15... la diferencia es que hace varias semanas la mayoría estaban enfocados en la Sala de Emergencia donde llegamos a tener hasta 13 casos. Ahora mismo ese número debe ser de unos ocho. Pero ahora muchos de los contagiados ya han regresado a trabajar y diría que la situción está a nivel de todo ASEM. Esto nos lleva a pensar que hay contagios surgidos a nivel comunitario y no, necesariamente, a nivel de trabajo”, expresó.

Explicó que lo más “complicado” de la situación es tener que aislar por varios días a los empleados identificados en el “rastreo de contactos”. Sostuvo que a las personas identificadas se les da la oportunidad de realizarse las pruebas diagnósticas en un área designada en el Centro Médico o pueden optar por realizarlas en otros laboratorios o puntos de cernimiento en la comunidad.

“De igual forma a muchos de ellos se les ha dado tratamiento monoclonal”, indicó el funcionario. El tratamiento de anticuerpos monoclonal es una herramienta eficaz para evitar la hospitalización o que pacientes desarrollen síntomas severos a casua del coronavirus.

La ausencia de recursos humanos se ha manejado suplementando el área de Sala de Emergencias, por ejemplo, con personal de servicio de las clínicas externas asociadas a ASEM.

“Gracias a Dios no hemos tenido que cancelar servicios y todo ha ido corriendo con normalidad y tomando las medidas de precaución”, indicó.

Según Matta González, en ASEM hay unos 1,600 empleados de los cuales el 85% se ha vacunado. Desde el 16 de agosto, por disposición de orden ejecutiva, los empleados gubernamentales y contratistas -incluyendo empleados de hospitales- tienen que estar vacunados o presentar prueba negativa de COVID-19.

“Desde que ocurrió lo de los contagios, debo decir que muchos empleados han decidido vacunarse... y los que se han contagiado que no lo están ya vieron el riesgo y están convencidos de hacerlo. Pero este grupo debe esperar 90 días”, indicó.

En cuanto a pacientes, aseguró que hasta el sábado había solo siete personas ingresadas en el Hospital Universitario de Adultos con la enfermedad. “No es el número más alto que hemos tenido en la pandemia... en el peor momento, en noviembre del 2020, tuvimos 16 pacientes”, sostuvo al rechazar que se haya que tenido que cerrar algún área de la facilidad hospitalaria por razón de los contagios de coronavirus.

La unión de trabajadores le echa el ojo al proceso

De otra parte, el presidente de la Unión de Trabajadores, Gerson Guzmán, gremio que agrupa a 1,200 de los 1,600 empleados de Centro Médico, dijo estar dando seguimiento hace un par de semanas a las incidencias de contagios de coronavirus ocurridas en el lugar.

“Estamos dando seguimiento a través de nuestros delegados a cargo de salud y seguridad desde que se reportaron los primeros positivos en las diferentes áreas de ASEM. Lo que vemos es que el repunte de casos que se ve a nivel isla también se relfeja en el personal hace un par de semanas. Hasta el momento, hemos estado vigilantes de que se implemente el protocolo y hemos mantenido comunicación con la matrícula en caso de que sea necesario defender la salud y seguridad de los trabajadores”, subrayó.

Sostuvo que la semana pasada se reunió con el licenciado Matta González para expresarle preocupación pues la administración estaba cargando a licencias de enfermedad o vacaciones los días que los empleados han tenido que ser retirados de sus puestos para hacerles pruebas de cernimiento, tras haber estado en contacto con algún positivo a coronavirus.

“Esta semana debemos estar finiquitando ese asunto toda vez que, primero, esos contagios han surgido en su mayoría por médicos residentes que han arrojado positivos, y segundo, que han surgido en el trabajo. Aquí no hubo negligencia de los trabajadores. Así que no se les debe descontar ese tiempo de sus licencias. Ellos (administración) aluden a que las licencias de COVID vencieron en el 2020, pero a nivel estatal hay diferentes órdenes ejecutivas que tienen que ser aplicadas”, expresó al detallar que, en ocasiones, hay empleados que están hasta tres días ausentes por razones del protocolo.

De otra parte, afirmó estar de acuerdo con la orden ejecutiva por el gobernador Pedro Pierluisi para requerir la vacunación a empleados públicos.

“Estamos bien activos y vocales solicitando a los trabajadores que tienen que vacunarse. El llamado es también a la población general. Debemos tener el máximo de defensa para hacerle frente a la pandemia y esta es una de las herramientas principales”, reiteró.