Las pérdidas humanas en Puerto Rico a causa del COVID-19 durante septiembre podrían acercarse o sobrepasar a las de agosto -el mes más mortífero a causa del virus desde que comenzó la pandemia-, según un análisis realizado en el Puerto Rico Public Health Trust con los datos científicos que reporta el Departamento de Salud.

Hasta ayer, los reportes de la agencia adjudicaban que 196 fallecimientos habían ocurrido en septiembre, lo que representa un 29.6% de las 665 muertes registradas por esta enfermedad en el país. En agosto se han ido añadiendo decesos durante las pasadas semanas reflejando que, al menos, 209 (31.4%) personas murieron a causa del virus.

Entre ambos meses, un mínimo de 405 puertorriqueños perdieron la vida tras contagiarse con el SARS-CoV-2, el virus que causa la enfermedad de COVID-19, lo que equivale a 61% de todas las muertes reportadas hasta el momento por el Departamento de Salud.

“Aunque ya estamos en octubre, tenemos que esperar unos días para poder establecer cuántas muertes reales tuvimos, porque estos datos entran más tarde. En 10 días debemos tener un panorama más claro sobre lo que ocurrió en septiembre”, explica el doctor Marcos López Casillas, gerente de investigaciones del Puerto Rico Public Health Trust al agregar que “no obstante, la tendencia es que vamos a estar cerca, igualar o, incluso, sobrepasar a agosto. En resumen, el panorama de COVID-19 en la isla no ha mejorado”.

De hecho, el 13 de septiembre -junto al 10 y 14 de agosto- tienen las cifras récords de muertes diarias con 14 fallecimientos cada día.

El análisis realizado por el científico identificó que el 53% de las personas que fallecieron en septiembre -es decir 106 de las 196- fueron diagnosticadas con la enfermedad el mismo mes. Mientras, el 82% tenía 60 años o más y el 66% murió en 15 días o menos después de haber recibido el diagnóstico. Un joven de 22 años, de Toa Baja, es el paciente más joven fallecido este mes. Murió el 25 de septiembre, 11 días después de su diagnóstico. Mientras que un caballero de 99 años es el más longevo y falleció 36 días después de que le diagnosticaran COVID-19.

Un dato interesante investigado por López Casillas es que del total de fallecidos durante la pandemia el paciente que más tiempo estuvo luchando en el hospital contra la enfermedad fue un caballero de 87 años que estuvo 91 días ingresado en una clínica. “Hay que analizar su historial clínico y ese es un dato que desconocemos”, aclaró.

De otra parte, indicó que las 196 muertes reportadas en septiembre han representado el 11% de las 1,745 defunciones que han sido reportadas en el Registro Demográfico. “Esto es importante porque confirma que el COVID-19 está tomando un rol como causa de muerte en la isla y se observa en los datos. Se perfila como una de las causas de muertes importantes a nivel mundial”, destacó López Casillas. En marzo, cuando inició la pandemia la causa de muerte por COVID era el 1% del total de las personas que fallecieron en Puerto Rico. Ese número porcentual aumentó a 2% en mayo, a un 4% en julio y a un 7% en agosto.

Nuevamente, la tendencia es que la población de entre 20 a 49 años es la que más se contagia, aunque es la menos que se enferma de manera crítica o fallece.

“Están muriendo los de más de 60 años. El 12% de todas las muertes por COVID-19 es en personas de 60 a 69 años; el 24% es de pacientes entre 70 a 79 años; y 52% fue de personas que tenían más de 80 años”.

Los municipios de San Juan, Bayamón y Carolina son los que más muertes han registrado durante toda la pandemia. La tendencia también se ve marcada en estos pueblos durante el mes de septiembre cuando se reportaron 33 decesos en San Juan, 23 en Bayamón y 14 en Carolina.

“Sin embargo, hay que destacar también algo interesante y es que ocho pueblos no han registrado muertes en toda la pandemia. Estos son: Adjuntas, Arroyo, Barranquitas, Cayey, Culebra, Maricao, Rincón y Villalba”, informó el científico.

Asimismo indicó que el municipio más afectado en términos de muertes per cápita es Vega Baja, el cual refleja 40 fallecimientos por cada 100,000 habitantes. En total, 40 personas han perdido la vida en este pueblo costero a causa del virus.

López Casillas indicó que la persona más joven que ha muerto en Puerto Rico durante la pandemia es una niña de 13 años de Caguas. Esta muerte ocurrió el 29 de junio, pero fue hace unos días que entró a las cifras oficiales de decesos. La segunda persona más joven en fallecer es también una fémina de 19 años, quien residía en Fajardo.

“Los más longevos son dos pacientes que tenían 99 años”, indicó López Casillas.

Mortalidad es efecto de aceleración en contagios

La mortalidad en los pasados dos meses ha sido el efecto de la aceleración en contagios registrados que se ha percibido en la isla en ese mismo periodo, pues de los 24,176 casos confirmados con pruebas moleculares que hay acumulados hasta la fecha, unos 15,690 fueron informados en agosto (7,978) y septiembre (7,712). Cabe señalar que, según el dashboard de Salud hay 20,242 casos convalecientes o recuperados, lo que indica que activos a la fecha hay 3,934.

En cambio, un vistazo a los números indican que las tres cifras récords de casos únicos diarios se registraron el 10, 11 y 16 de septiembre con 546, 620 y 687 muestras positivas, respectivamente. Sin embargo, estas cifras están bajo evaluación del Departamento de Salud, hasta tanto se depuren unos resultados entregados por los laboratorios Quest, cuya confiabilidad se puso entredicho luego que se revisaran los resultados de unos análisis que, inicialmente, habían arrojado positivo y luego dieron negativo. Actualmente, Salud paralizó la operación de Quest Puerto Rico hasta que el asunto -que involucra unas 6,000 pruebas entregadas en septiembre- se dilucide.

López Casillas - al igual que ha expresado la epidemióloga Fabiola Cruz, quien lidera el Sistema Municipal de Investigación de Casos y Rastreo de Contactos (SMICRC)- reiteró que, actualmente, la isla enfrenta la transmisión comunitaria del virus, lo que hace más difícil localizar el origen de casi el 80% de los casos positivos. En estas circunstancias se hace imperativo la educación a la ciudadanía para que ejerzan lo que los médicos han llamado la trilogía de la salud: el uso de mascarillas, el distanciamiento físico y el lavado constante de manos.

Precisamente hoy la gobernadora Wanda Vázquez Garced podría anunciar la nueva orden ejecutiva, la cual se prevé sea una extensión por dos semanas de la OE_2020-066 que entró en vigor el pasado 12 de septiembre hasta el 2 de octubre (21 días). Esta orden dispuso una flexibilización en apertura de comercios y áreas de recreación social. La opción de extender la orden actual por 14 días fue una sugerencia por unanimidad que ofrecieron grupos científicos, del sector económico, religiosos y comunitarios hasta tanto se valide la confiabilidad de los resultados de 6,000 pruebas que los laboratorios Quest entregaron al Departamento de Salud durante el mes de septiembre.